Ella es Mía (LUCAH)

CAPITULO 46: El Rostro Decaído

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No puedo creer lo que acaba de hacer Luis, jamás en toda mi vida había conocido a un hombre tan valiente como lo es él, desde siempre lo ha sido, recuerdo aquella vez cuando en el jardín de niños le decían que era incapaz de jugar fútbol por que traía lastimada la pierna, y lo hizo, hasta goles metió, aunque claro, después terminó lesionado, pero igual, lo hizo, es exactamente lo que ha hecho ahorita, su valor es inalcanzable.

Para ese momento todos me voltean a ver, ahora ya no son rostros de odio, si no de alegría.

—¿Qué estás esperando?— me dice una voz al fondo —Corre y abrázalo—

No sé quién dijo eso, pero ya que todo se sabe, es inevitable, los desanimados pasos que estaba llevando hace unos minutos se convirtió en una gran corrida llena de ánimo y alegría, toda la gente me deja pasar, hasta los guardias de seguridad, subo al escenario y le doy un fuerte abrazo a Carlos, todo el mundo nos aplaude.

Que buena manera lucirse en un concierto.

La noche se llega, la gente comienza a salir del foro, yo espero a que la mamá de Suseth venga por nosotras, y con la felicidad de que todo quedó, no quiero irme sin antes agradecerle a Luis por todo lo que hizo. Voy hacia sus camerinos pero puedo escuchar a Alan hablando con ellos.

—Debo admitir Luis que has hecho una buena jugada, pero que sea la última vez que desobedeces una orden, si no te castigo es por que ya no quiero hacerte sentir mal, de lo "otro"—

¿Qué será "lo otro"? Aquí hay algo que ambos me han querido ocultar, desde las llamadas de Carlos hasta esto, quiero seguir escuchando pero creo que mi presencia se está volviendo obvia, así que entro.

—Luis ¿Podemos hablar?—

Carlos solo me mira, como sonriendo y al mismo tiempo preocupado, Luis se levanta de su asiento viene conmigo y terminamos sentados en el pasillo.

—Cuando dijiste eso, quedé en un shock total ¿Por qué lo hiciste?—

—Porque es la verdad, Alan dijo que decir la verdad no funcionaría, bueno, ya vemos que si, tu le gustas al Carlitos y yo...todos estos días pude notar que él a ti también, desde que los veía abrazados atrás de la cocina, desde que los veía por horas hablando por celular, por la forma en que ambos se veían—

—Bueno, esque...desde que tu te fuiste de aquí, te seré sincera, jamás me había enamorado así, es decir, si me había enamorado en todo ese lapso de tiempo, pero eran puros amores imposibles, de hecho le intenté alguna vez y terminé completamente devastada, así que decidí dejarme de todas esas cosas, y bueno...luego Lucah llegó—

—¿No has tenido novio?—

—Nunca, nunca había encontrado a alguien que me aceptara por no ser una "popu"—

Luis comienza a acariciarme el cabello —Es imposible que nadie se haya fijado en ti—

—Pues así son las cosas, y bueno...Carlos...—

—Si, lo sé— me suelta rápidamente recordando que yo no soy ninguna pareja para él —Él...bueno si ha tenido novias, pero han sido malas experiencias, lo que si te puedo decir es que jamás lo había visto tan enamorado de alguien, jamás—

—Osea que todo este tiempo tu supiste—

—Era demasiado evidente, y alomejor decir lo que estaba previsto mejoraría la situación con los demás, pero lo empeoraría con nosotros mismos, por eso decidí decir mas que la verdad, Suseth me apoyó en esto—

—Ah, osea que Suseth ya sabía...y no me dijo nada jaja—

—Si jaja, ahora veo porque es tu mejor amiga, me ha ayudado bastante en estos días, ha sido un gran apoyo, sabiendo pues, como estaba la situación y todo eso—

—Si que lo es...oye, y puedo hacerte una pregunta seria, digo, muy seria—

—¿Qué pasa?—

—Últimamente he visto que Carlos hace llamadas muy sospechosas en el teléfono, y los he visto un poco desanimados a ustedes dos, no soy ninguna mitotera, pero me preocupa eso, y la verdad me gustaría que me lo dijeras, o por lo menos que me dijeras que no es nada malo—

Luis solo baja su mirada, callado, nada feliz

—¿Es algo muy personal?—

—No es que sea personal...—

En eso llega Carlos, y ve el rostro triste de Luis, y el mío de preocupación.

—¿Qué está pasando?— dice

Luis lo voltea a ver —Quiere saber— le dice

Carlos solo me voltea a ver, como diciéndome "enserio no quieres saber"

Quedamos en un silencio incómodo, donde ambos me están viendo, pero ninguno se atreve a soltar una palabra, ambos tristes, hasta que Carlos rompe el silencio:

—Mía...—

Alan llega y lo interrumpe

—Ellos dos no tienen palabras para decírtelo— me dice —Pero permíteme ayudarlos, tarde que temprano lo tenías que saber—

—Soy todo oídos— le digo

—La disquera de Lucah pertenece a un sistema donde están las acciones de la banda, es decir, no todas las decisiones están en ellos, por cuestiones profesionales y de la empresa, por ejemplo, el hecho de que hayan venido a esta ciudad fue porque el sistema los quería colocar en el Instituto Bocette para que se educaran en una escuela que siguiera sus habilidades, ellos no solo tienen un contrato, tienen un futuro y a veces hay cosas que no se pueden evitar—

—Señor Alan ¿A qué va con todo esto?— me pongo nerviosa

—El semestre en el Bocette ya está por terminar, Carlos y Luis tendrán que irse de esta ciudad para realizar futuros proyectos, harán un concierto de despedida y nos iremos lejos de aquí......lo siento mucho—