Ella es Mía (LUCAH)

CAPÍTULO 32: El Por Qué del Robo

—No es posible que me quieras evitar cuando lo único que quiero es darte una explicación— me dice Luis

—Pasa que en estos días no he estado en los humores para hacerlo, además nisiquiera nos hemos visto por las lluvias—

—Una llamada o algo así no me hubiera molestado—

—Osea, la culpa la tengo yo, perdón por no saberme tus horarios de super estrella y ver a que horas tienes el tiempo libre para llamarte—

—No me lo ocultes, sigues enfadada conmigo, deja de sacarle vuelta, ya no puedes Mía—

—Esta bien, si sigo enfadada contigo, pero no fue por lo del celular—

—¿Entonces?—

—Bueno en parte si, pero eso no fue lo que me enfadó al borde, sino que fuiste tu en el concierto de medio tiempo, empujando a Carlos—

—¿Qué no te fijaste? Estaba incumpliendo con lo que debía, no tenía por que acercarse a ti—

—Y por eso le dabas empujones—

—Bueno pues ¿Que no te acuerdas cómo andaba de desatado? Quién sabe que otra locura iba a hacer—

—Carlos puede ser todo pero él no sería capaz de arruinar su propio concierto—

—Más vale prevenir ¿no?—

—No me hace, nada ,absolutamente nada, de gracia—

—A mí no me hace gracia que te estuve busque y busque cuando te bajaste del escenario para solo estar escondida con Suseth ¿Sabes cómo me sentí cuando te vi bajar así del escenario?—

—Supongo que satisfecho, tu fuiste quién lo provocó—

—A ver Mía, deja de verme como un ogro, está bien, lo admito, yo tuve la culpa de muchas cosas esa noche, pero a eso vengo a disculparme contigo, enserio no era mi intención estar en pleito ni contigo ni con Carlitos ¿Ya te olvidaste de mí? Soy el mismo de siempre, esto solo fue un pequeño problema dentro de todo lo bueno que hemos vivido juntos—

Luis dio justo en el blanco, en ese momento comienzo a verlo con otros ojos, comienzo a ver la cara del mismo Luis de cinco años justificando cierta travesura que hizo.

—Luis...esque no entiendo porque hiciste todo eso—

—Fueron impulsos, nada más, te lo prometo, yo quiero mucho a Carlitos como a un hermano, siempre estoy para él, jamás querría hacerle daño, ni a él ni a ti—

—¿Estas seguro que solo fueron impulsos?—

—Que me corten las cuerdas vocales si estoy mintiendo—

—Bueno...creo que yo también te tengo que pedir disculpas, te dejé hablando solo en el camerino, luego me bajé así del escenario y luego me escondí y hasta hice que Suseth te llevara para que tu no pudieras hablar conmigo....fueron impulsos nada más—

—¿Solo impulsos?—

—Solo impulsos—

Él me sonríe

—Pero...¿Puedo preguntarte algo?—

—¿Qué cosa?—

—Creo que con esto se resuelve todo el dilema ¿Por qué te robaste el celular de Carlos?—

Luis solo se queda callado mirándome fijamente, como si me hubiera convertido en fantasma

—Oye— le digo —No vamos a llegar a ninguna solución si no me dices ahora—

—Esque...no puedo—

—¿Por qué no puedes?—

—Es algo complicado—

—Mira viniste hasta acá para arreglar esto, así que terminemos con ello, me conoces muy bien y yo te conozco, no haces ese tipo de cosas, más si es tu mejor amigo, así que dime Luis...—

—Esta bien— suspira —Obviamente Carlos me cuenta muchas cosas, nos tenemos demasiada confianza, pero en los celulares siempre hay otras cosas que oculta uno, no porque no tenga confianza, sino porque ya es un poco más personal ¿Tu me entiendes?—

—Ajá—

—Entonces agarré el celular de Carlitos porque obviamente él no iba a dármelo para ver eso...y lo que intenté ver, fueron las conversaciones que tenías con él—

Mis ojos se abren completamente redondos, ahora soy yo la que vio el fantasma

—¿Por qué querías ver nuestras conversaciones?—

—Porque me interesan—

—¿Por qué te interesan?—

Luis solo se queda callado, intenta voltear a todos lados con su mirada de angustia, ahora ya no me está mirando a los ojos pero habla bien claro:

—Mía....tu me gustas—