CAPÍTULO 6: El Regreso a Casa

406 39 5
                                    

Intento levantarme lo más rápido que puedo, estamos en la parte trasera de una pastelería, con un buen de niñas locas corriendo por afuera, y con este que ya van dos veces que lo salvo.

−Tu definitivamente eres nuevo en este pueblo −le digo mientras extiendo la mano para ayudar a que se levante.

−Me asustaste − me dice mientras intenta ver en qué lugar se encuentra.

−Ibas hacia el parque, Cómo te se ocurre? ibas a estar más a la vista de todos −

−No sabía que hacer−

−¿Donde está Luis? Donde está tu personal?−

−Tampoco lo sé, estábamos en la tienda musical y me separé de ellos accidentalmente, luego se dejaron venir todas, no sé que hacer, le voy a marcar a Luis−

−No lo hagas, si lo haces, se dejarán venir para acá, tengo una idea, solo, quédate aquí − lo miro a los ojos para asegurarme de que me hará caso −¿Me lo prometes?−

−Lo prometo−

Salgo por la puerta trasera, veo al grupo de fanáticas buscando a Carlos, intento mirar la tienda musical, pero al parecer ya no hay nadie.

−¡Oigan!− le grito a las fans −Acabo de verlos, se fueron por allá − indico una dirección al azar y salgo corriendo al mismo tiempo que ellas. Cuando veo que todas se alejan, me regreso y entro nuevamente por la parte de atrás de la pastelería. En cuanto abro la puerta Carlos se voltea y nuevamente se asusta.

−Ya se fueron, ahora ven conmigo − salgo pero él no me sigue, solo se me queda viendo con esa misma cara de confundido − Confía en mi, o quédate aquí solo−

Todavía con poca seguridad, me sigue. Voy hacia mi bicicleta, saco unos boletos que tenía.

−Es tu día de suerte, este fin de semana me regalaron dos boletos para el autobús, dime donde están y te llevo hacia allá −

−Bueno, teníamos pensado ir a un salón de eventos que se encuentra en las afueras esta tarde, a ensayar−

−Salón de eventos, en las afueras, ah ya se donde, si, puedo llevarte y se que autobús tomar − la verdad es que hoy si es mi día de suerte, ya que en la mochila tenía guardada una sudadera en caso de que lloviera, la tomo también −Ponte esto, y ponte la gorrita, para que nadie te reconozca −

Dejo la bicicleta a cuidado de la encargada en la pastelería y nos dirigimos hacia la parada de autobuses.

−¿Por qué haces todo esto? − me pregunta mientras esperamos nuestro autobús.

−Nada más, no podía dejarte tirado como perrito −

−¿Estás segura, que esto no lo estás haciendo por Luis?−

Me le quedo mirando −No −

El autobús llega y ambos nos subimos con discreción, entregamos los boletos y al momento de querer sentarnos nos dimos cuenta que ya no había lugares de dos. Yo me siento junto con una señora, y él queda a dos asientos atrás de mí.

Volteo hacia atrás para ver que esté bien, enseguida de él se encuentra una niña, masomenos de trece años escuchando música con sus audífonos y mirando a la ventana.

A medida que vamos en camino, decido voltear nuevamente, esta vez Carlos me está haciendo una expresión rara, como tuviera prisa, querrá ir al baño? le hago señas para decirle que no entiendo lo que dice, se ve preocupado. En eso, apunta hacia el iPod que tenía la niña y me hace una señal de "Escucha".

Oh no, ya entendí, la canción que escucha esa niña es "A Escondidas", Carlos está sentado con una fanática. 

Ella es Mía (LUCAH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora