Capítulo 51 "Maratón 1/3"

743 66 29
                                    

*Capitulo extra largo, porque yolo y sorprise... les traigo una maratón de 3 capitulos:) amenme*

-Oh dios- susurré.

Cubri mis ojos y me giré por inercia, mirando la puerta. Sentía los pasos de Jb acercarse a mi.

-Si querías verme desnudo, sólo debías pedirlo -susurró en mi oreja.

-Yo... no quería... estaba, estaba escapando de Junior.

Pusó una de sus manos en la puerta, de modo que estaba encerrada por un lado.

¡Dios santo!...

-¡Kassy, no mandes ningún mensaje! -gritó Junior desde el otro lado de la puerta.

¡Oh si, Kassy vuelve a lo que estabas haciendo!.

-Ponte una playera por favor -le rogé.

-Me gusta estar sin ropa, es más cómodo.

-¡Oh vamos! No juegues conmigo, moriré de un ataque -advertí.

Jb se rió y tomó una camiseta. Me quedé enbobada mirando como se la ponía. Con una de sus manos afirmaba la toalla que cubría su paquete. Jb forcejeo para meter la polera en su lugar.

De un momento a otro su cabeza quedó metida en el agujero de una manga.

-Oh... ¿Me podrías ayudar? -preguntó.

-Olvidalo, no me acercaré a ti -dije- Hazlo tu sólo.

Se quejó.

-No puedo hacerlo yo sólo, si suelto esta mano... se me caerá la toalla.

¿Debería dejarlo? Así vería su paquete... oh no, controlate.

-¿Me vas a ayudar o no? -preguntó aún atorado.

-No hagas ningún movimiento extraño -bufé.

Tiré el teléfono a la cama y me acerqué a Jb. Su pecho estaba cubierto por pequeñas gotas de agua que habían caído de su cabello. Aproveché que estaba atorado con la polera y mire su torso.

Una fina línea de vello se perdía en la toalla, dejando a la imaginación todo lo demás y lo hacía ver más sexy.

-No... te, te muevas -tartamudeé.

-¿Nerviosa?.

Pisé su pie descalzo y Jb lanzó un gritito de dolor.

-Ya, perdón -se rió.

Jb era mucho más alto que yo, por lo que tuve que ponerme de puntillas para alcanzar su cabeza enroscada. Su cabeza luchaba con salir del pequeño agujero, pero este no parecía querer soltarlo.

-Ya casi sale.

-¡Eso duele! -gritó.

-Deja de quejarte.

Nos movemos Jb para atrás y yo hacia adelante, luchando contra la polera.

¡Oh demonios!... ¡Oh santísimo señor Jesucristo, santo Dios, madre mía, por Dios santo purisimo!.

Abrí los ojos como platos cuando sentí su cuerpo colisionar contra el mío. La toalla se había caído al piso y por más que quisiera no podía mirar su paquete. Pero estaba segura que estaba tan libre, como Dios lo había traído al mundo.

-¡Cierra los ojos! -gritó Jb.

-Muévete de encima -susurré- Jb, puedo sentir tu cosa en mi estómago.

Y no era mentira, su cosa estaba apoyada en mi estómago y no era muy liviana.

-Kass, cierra los ojos y me levantaré. Sólo no los abras -murmuró.

7 Días con Got7 [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now