Capítulo 6

1.5K 102 2
                                    


Tres semanas tendré un maldito yeso en mi pie, ¡TRES MALDITAS SEMANAS! ¿Saben que significa? Iré con un jodido yeso al concierto de mi vida, yo tenía pensado correr y saltar las cercas de seguridad para entrar a la zona V.I.P, pero no, lo único que lograría sería saltar sobre mi otro pie de emoción.

Camine como pude hacia el sillón, me habían dado una semana de descanso para no ir al Instituto. Lía pasaba a visitarme en las tardes cuando no tenía clases de pintura. Lo único bueno de todo esto aparte se no ir a clases, era que tenía la casa completamente para mi sola, podía escuchar todo el día Música, bailar como quisiera y hacer el ridículo como nunca.

―Deberías ver si te crecen pelos por debajo del yeso― murmuró mi madre, mientras me servía café en una taza.

―Estoy segura de que parezco un oso.

― ¿Cuantos días quedan para el concierto?― pregunto mi madre.

―Cinco, cuatro para el segundo y aún no se sabe cuándo llegaran― suspire.

―Hoy día tendremos una cena, necesito que te arregles.

El cambio de tema, me dejo desconcertada, desde hace mucho no teníamos una cena, la cual implicará que yo me arreglará. La última vez fue cuando Chad vino a casa por primera vez, como novio claro, no como hermano de Lía.

―Acaso hay alguien de cumpleaños.

―No, te voy a presentar a alguien.

― ¿Me vas a presentar a alguien?

―Si.

― ¿Cómo pareja? Mamá, no crees que es un poco exagerado, estoy soltera pero no necesitada.

―No para ti, tonta― se rio― yo, es algo que eh estado viendo hace tiempo y bueno creo que ya es tiempo.

―Uhm, bien― susurre― ¿A qué hora será la cena?

~~

Un Consejo no crean en sus madres, o que por el hecho de tener un pie fracturado te van a dejar en paz viendo televisión o tomando helado mientras miras el cielo.
Todo lo contrario, estuve limpiando el comedor como una esclava, peor que Cenicienta, me hizo sacar la mancha de hace diez años atrás, un recuerdo de mi niñez. Nunca había visto tanta tierra en una escoba, por poco y hacemos un cerro.

―Kassy, ve a bañarte― ordenó mi madre, mientras pasaba por décima vez un paño por la ventana.

―Ya voy ―murmure― deberías también limpiarte tú, estas echa un lío mamá.

―Ve tú primero, necesito que después bajes a ordenar la mesa.

―Creo que debí romperme las dos piernas.

―No irías al conciertos si te hubieras roto las dos, incluso estoy pensando en que no deberías asistir al de ahora.

― ¿Qué?, mamá estás loca, creo que el polvo se te metió en el cerebro.

―Me preocupa tu pie.

―No mamá, iré al concierto, fin de la conversación ―me acerqué y le bese la mejilla, antes de alejarme.

Subí como pude hacia el baño, eso era lo que más odiaba de todo este tema del yeso. Bañarme era la cosa más difícil en el mundo entero. Tenía que sostener mi pie en un mueble y tratar de que este no se mojara.
Cuando al fin termine de arreglarme, cogí mi móvil y tomé una foto. No me juzguen, estaba decente y había que tener un recuerdo de este momento. No era que fuera adicta a las fotos.

7 Días con Got7 [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora