Capítulo 4

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― ¡Chicas, sus Got7 están en televisión!― gritó mi madre desde el primer piso.

Lía y yo nos pusimos de pie enseguida corriendo a toda velocidad hacia el comedor. Una mujer de unos cuarenta aproximadamente daba el inicio a una noticia acerca de ellos.

―Tan sólo quedan 8 días para que el grupo más esperado de K―pop llegue a nuestra ciudad, las entradas se agotaron tan sólo a las cuatro horas que se abrieron las ventas, varias fans se encuentran tristes por la poca cantidad de entradas. Pero no se preocupen chicas, uno de los informantes de Got7 tienen una sorpresa para ustedes.

(Magnetic suena de fondo)

―Hola, fieles seguidoras de Got7... les queremos informar que por la gran cantidad de fans se ha agregado otro show más para el 14 de abril, las entradas las pueden conseguir en el PuntoTicket principal y no se pierdan más sorpresas para esta ciudad.

*

― ¡¿QUE!?...― gritamos al unísono, dos conciertos y no podríamos ir a ninguno.

―Odio ser pobre― murmuró lía con la vista perdida.

―Deberíamos robar un banco.

―Ustedes no robaran ningún banco, debieron de juntar dinero desde antes.

―Odio que tu madre tenga razón.

Luego de salir de nuestra depresión temporal, decidimos salir al centro de la ciudad a tomar un helado, pero en seguida nos arrepentirnos.
Las calles estaban siendo remodeladas y varios carteles señalaban la pronta llegada de Got7. Lía no aguanto mucho y sacó unos cuantos letreros de las murallas.

―Sigue en pie mi oferta de robar un banco― le señalé a Lía.

―Muy tentadora la verdad, pero prefiero por último verlos en el aeropuerto― suspiro― podría decirle a mi padre que nos lleve.

Asentí sin tomarle demasiada atención, al lado de nuestra mesa una campera azul me tenía intrigada, esa campera ya la había visto antes.

―Oh, no puede ser― susurro lía.

― ¿Qué pasa?― le pregunté desconcertada.

―Ese es el idiota de Chad.

En cuanto Lía dijo su nombre, él se dio vuelta, tratando de encontrar a la persona que había hablado de él. Su mirada se posó en lía con cierto enfado y luego en mí. Me pareció ver un brillo en ellos.

― ¿Qué haces acá?― escupió Lía.

―Tomando un helado― dijo irónico.

―No le des explicaciones.

Una cabellera negra apareció en nuestro campo de visión, Yenna estaba detrás de Chad con un helado de piña. Chad la ignoró y siguió mirando a Lía.

―Me tiene que dar explicación, es mi hermano, estúpida.

―Lía...― advertí.

― ¿A quién le dijiste estúpida?

―Además de estúpida, es sorda― se rio Lía, tomando un poco de helado.

Yenna se levantó de su asiento y se abalanzó contra Lía, pude ver como la copa de helado salía volando y chocaba contra el suelo, rompiéndose en pedacitos. Chad se levantó y tiró de Yenna fuera del alcance de Lía.

― ¡No me vuelvas a tocar nunca más, Perra!

― ¡No me vuelvas a insultar!

―Cálmense las dos― gritó Chad― Kassy Llévate a Lia

―Es tu hermana― le reclame.

No me gustaba cuando Lía se enfurecía, se descargaba conmigo y yo no estaba de humor para soportarla. Chad entrecerró sus ojos y se apretó la puntilla de su nariz, se despidió con un beso en la mejilla de Yenna y nos comenzó a empujar hacia la salida.

―Chad déjame.

―Lía te comportas como una inmadura― le retó su hermano.

― ¿Inmadura?, inmadura esa hija de su mamá― gritó hacia la tienda.

―Caminen.

Nos ordenó Chad, al principio nadie se movió, así que Chad nos volvió a empujar para que camináramos.

El auto verde de los padres de Lía y Chad estaba aparcado en unas calles más abajo, en cuanto Chad le sacó el seguro, Lía se subió a la parte trasera y cerró la puerta tan fuerte que creí que se rompería.

―Muy bien, que madura― murmuró Chad.

―Déjala Chad.

―No la defiendas, sabes que lo que hizo está mal.

―Sí, pero si la sigues sacando de quicio ella te golpeara.

―Sí, claro.

Nos subimos al auto, Lía murmura cosas desde el asiento de atrás. Apreté el botón de la radio y esta se encendió enseguida.

―Como en los viejos tiempos― hablo Chad.

― ¿De qué hablas?

―De cuando ustedes salían― se burló Lía― siempre eras tú la que ponía primero la radio.

Pude sentir el calor en mis mejillas, Chad sólo sonrió nervioso.

~

― ¿Por qué están juntas?― preguntó Chad, cuando entramos a la sala de estar.

Nuestras madres estaban sentadas en el sofá, Jeff el hermano pequeño de Lía y Chad, peleaba contra un pote de dulces, me senté a su lado y el estiró el pote con sus pequeñas manos.

― ¿Quieres que lo abra?― pregunté en un susurro.

Asintió y los rulitos de su cabeza se movieron de un lado a otro, Chad se sentó al lado mío, Jeff estiró sus brazos hacia él.

―Les tenemos que decir algo.

―Eso suena mal― murmure.

―No es nada malo, es bueno.

―Bueno la concha, mamá― escupió Lía― estoy estresada, quiero dormir.

― ¡Lía, esa boca!

―Deja que digan lo que tienen que decir― le retó Chad.

―No te metas tú, imbécil.

― ¡Lía!― gritaron al unísono Chad y su madre.

―Bueno, ya basta― se interpuso mi madre― tenemos que darles una noticia y nos importa un reverendo comino si están o no felices.

―Sólo digan la noticia.

Lía no era la única que estaba estresada aquí, la casa de ellos siempre estaba llena de gritos y peleas, así que por eso no me gustaba estar aquí, sólo venía cuando era extremadamente urgente.

― ¡Van a ir al concierto de Got7!― gritaron a viva voz nuestras madres.

OMG...

NUEVO CAP.😍

Perdonen la demora, es que he tenido muchas cosas que hacer... espero que les guste (voten y así sabré si les gusta o no).

Gracias por todo😙 besos para todas...

¡WE'RE GONNA FLY!

7 Días con Got7 [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now