7 Días con Got7 [EN EDICIÓN]

Capítulo 17

— ¡Kassy!

—Sí, soy yo.

— ¿Qué haces aquí?, ¿Te escapaste?

—Algo así...

— ¿Algo así? —Preguntó— ¿Qué mierda hiciste?

No respondí y la empuje hacia el lago. Lía iba tan distraída haciéndome preguntas, que no se fijó en el chico que estaba sentado en frente de ella.
Pero en cuanto su vista se posó en el...

No dejó de llorar, ella literalmente estaba creando otro lago con sus lágrimas. No grito, no comenzó a dar saltos, nada. Ella sólo lloro.

— ¿Esta bien? —preguntó Mark, mirándola con preocupación.

—No lo sé, Lía ¿Estas viva?

Ella sólo asintió tratando de respirar. Cuando pensamos que ya se había calmado, se tiró al suelo, quedando de rodillas delante de él. Tomó sus manos y comenzó a llorar más fuerte.
Mark definitivamente no sabía qué hacer.

—Yo, eres la persona, más importante, de mi estúpida vida, Mark, ¡Oh por Dios!, ni siquiera puedo respirar —tartamudeo Lía.

—Tranquila, estoy aquí.

Y como si esas palabras fueran detonantes, ella se echó a llorar nuevamente sobre las piernas de Mark. El sin embargo, la hizo poner de pie y sacó unos pañuelitos de su bolsillo. Paso uno por las mejillas de Lía y sonrió cuando ella se sorbió los mocos. Eso era lo bueno de Lía, ella lloraba y se veía realmente adorable, podría estar a moco tendido, toda desordenada y aun así se vería tierna.
En cambio yo era un adefesio cuando lloraba.

— ¿Te gusta Got7? —preguntó Mark, una vez se calmó Lía.

—Sí, pero tú me haces perder la cabeza —reconoció tímida.

—Es bueno saberlo, últimamente a todas le gusta Jackson o Yugyeom —bromeó— pensaba que ya me estaba volviendo más feo.

—Tú no eres feo, eres las personas más hermosas de este mundo.

Me reí ante su momento de sinceridad, ella siempre decía la verdad, pero no esperaba que fuera tan abierta con Mark.
Lía se sentó a su lado y yo me disculpe, diciendo que tenía algo que hacer.
Busque al profesor de fotografía con la mirada, como la clase era optativa, algunos alumnos se salían de la clase de vez en cuando. Pero eso significaba cinco puntos menos en el próximo examen.

— ¿Collins?

— ¡Profesor! —grite emocionada al encontrarlo.

— ¿Qué hace usted acá? —preguntó desconcertado.

—Tenía que avisarle algo, Lía tuvo que ir...

—Al colegio —me interrumpió.

— ¿Qué?

—Su hermano pasó a decirme que tuvieron que devolverla al colegio, asuntos familiares.

— ¿Su hermano?

— ¿Qué sucede Collins? Normalmente eres más despierta —busco algo a lo lejos— Mira, allá esta su hermano.

Me giré y vi a Chad recargado en su auto. Me despedí del profesor, caminando hacia Chad.
Cuando me vio, corrió hacia mí y me levantó con un abrazo.
Quede paralizada ante su gesto, a los segundos me soltó y mis pies tocaron de nuevo el piso.

— ¿Qué haces aquí? —pregunté nerviosa.

Al parecer no se había afeitado, ya que podía ver unos pequeños bellos por su rostro. Admito que se veía rudo y sexy.