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Me inclino hacia en frente y me ato el cabello en una coleta para así poder continuar sintiéndome un poco más fresca.

Aun así los potentes rayos del sol me queman la nuca y aunque intente ignorarlo la garganta me raspa cada vez que paso saliva y los pulmones me queman cada vez que inhalo.

Las plantas de los pies me arden, y cada paso que doy sobre la tierra me provoca aun más dolor.

—¿Estás bien? —una voz a mis espaldas me obliga a voltearme, y cuando lo hago me encuentro con un hombre de cabello negro azabache y unos llamativos ojos verdes que me taladran cuando me analiza con la mirada.

Seguramente se ha percatado de la dificultad que tengo al caminar o lo débil que me hallo al sacar la pala de la tierra.

Asiento queriendo pasar del tema. No porque no me importe sino porque no quiero que él se involucre, porque no quiero que él salga herido.

—No lo parece —continúa hablando y yo cierro mis ojos unos segundos.

—Solo estoy un poco cansada, no es nada —le digo intentando ser lo suficientemente cortante para que se aleje, para que se aleje ahora porque me aterra que Negan le vea, pero parece no entender ya que da un paso hacia mí con las cejas en alto y los labios apretados.

—Quizás debas descansar ¿sabes? Sé que a Negan no le agradaría pero si no lo haces puede ocurrirte algo.

Cuando vuelve a dar un paso hacia mi procuro retroceder, y niego, apretando los dientes.

—Estoy bien, en serio —intento decirle pero él rápidamente parece querer interrumpirme—. Por favor vete —me apresuro a decirle, sin embargo es muy tarde.

Cuando Negan llega a su lado la sangre se me hiela y quiero gritar, pedirle que por favor no lo lastime, pero sé que sería en vano, asi que simplemente doy un paso hacia atrás y hago el amago de irme, sin embargo uno de los salvadores es más rápido que yo, y me coge del brazo evitando mi huida. 

—Llévenlo; ya saben que hacer.

Ahogo un grito y me estremezco bajo las manos del hombre, intentando liberarme de su agarre.

—¡Negan no!¡No ha hecho nada! —le chillo pero no parece siquiera inmutarse. Jalo de mis brazos con todas mis fuerzas, sin ser capaz de liberarme—; ¡Por favor no!

Apenas era capaz de reconocer mi propia voz; ésta estaba rota y me raspaba la garganta al salir de mi boca.

—¡Déjenle por favor! —chille una vez más antes de lograr liberarme del potente agarre del hombre y correr hasta Negan.

Lost » Negan y tú [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora