Capitulo 38

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Tan dulce por fuera y tan roto por dentro, pensé mientras observaba a Luke desde el recibidor de la cafetería. Había pasado la lluvia, pero el frío y los días nublados aún estaban.

Estaba sentado de brazos cruzados mirando fijamente a Chad, él cual reía burlesco por la expresión de su amigo. La vez pasada que vinieron a la cafetería se habían sentado juntos y había pasado lo mismo. Discusiones entre los mejores amigos.

Todavía no podía entender porque estaban tan distanciados. Luke no quería decirme, Chad tampoco quiere hablar conmigo respecto a ese tema en especial y yo no tenía ganas de averiguar, no quería meterme en más problemas de los que ya tenía.

Sonreí cuando Chad lanzaba una carcajada echando su cabeza hacia atrás y Luke lo fulminaba con su mirada a causa de un comentario provocativo de Chad.

-Son muy especiales para ti ¿Verdad?-preguntó de repente Mary haciendo que gire mi cabeza para prestarle atención a ella. Sonreí suavizando mi gesto.

Su panza cada vez crecía más y me daba un ataque cada vez que ella se agachaba para recoger algo, así que yo iba a ayudarla pero me ganaba un regaño de ella mientras murmura que no era ninguna inútil y que ya parecía a su marido que no la dejaba hacer nada en su casa.

Reí recordando esa vez que me regañó por ayudarla a limpiar las mesas cuando ya había terminando mi turno.

Asentí con mi cabeza mirando de reojo a esos amigos en discordia. Coloqué mis manos en mi delantal y sonreí ladeando mi cabeza observando a la embarazada fijamente.

-Se ganaron mi cariño.-murmuré.-Son especiales de alguna forma u otra.-Mary también los observo junto conmigo y luego posó su vista en mi, haciendo que la mirara confundida.

-¿Qué?-pregunté a la defensiva notando su mirada extraña a decir verdad.

-Me parece que uno de ellos es más que especial ¿O me equivoco?-sonrío abiertamente. Bajé mi mirada hacia mis manos y luego miré a sus ojos. Negué con la cabeza lentamente murmurando <<No te equivocas en absoluto>>

-Lo supe desde que él entró a la cafetería.-de pronto sentimos un 'tic' haciendo que giremos nuestros cuerpos para saber de que se trataba y todo mi cuerpo se paralizó al ver aquella persona que creí no verla más.

Abrí mis labios sorprendida y mi cuerpo se tensó al ver esa sonrisa burlesca. Vestía con su típico atuendo rojo, pero sus pantalones eran de color negro junto con sus zapatos de tacón alto de un color gris combinado acorde con su pantalón. Su remera era roja con manchas blancas y por supuesto, no puede faltar su típico saco negro. Apreté mi mandíbula mirando de reojo al chico de ojos café y Chad, pero ellos estaban concentrados en una batalla de miradas fulminantes.

Coloqué mis ojos en blanco palmeando mi frente suavemente al notar los idiotas que eran.

-¿Y esa? ¿Acaso salió de un prostíbulo?-tragué mi carcajada y tapé mi boca mirando a Mary que sonreía burlesca.-Deben ser las hormonas.-hizo una mueca con sus labios y suspirando se dirigió a la pelirroja aquella.

Mary le preguntó que necesitaba y la pelirroja nombró mi nombre, apreté mis labios tragando el nudo en mi garganta a causa de mis nervios que me traía aquella chica. Negué con mi cabeza mirando fijamente a la embarazada diciendo que me de más tiempo. Ella asintió y enrolló un mechón de su cabello sonriendo falsamente.

-Necesito que la busques. Necesito hablar con ella, en este momento.-su voz era demasiada chillona para mis oídos. Con una sonrisa demasiada falsa en mi rostro me acerqué hacia ella, pero antes que mi mano tocara su hombro, la pelirroja, según Luciano llamada Sharon, tiró un frasco al suelo, haciendo que el agua que estaba en el florero se esparciera por el suelo y las flores que estaban dentro de este se destrozaran y cayeran a un lado de mi.

Besos sabor café [#1]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora