Capítulo 9

1.4K 83 11
                                    

* * * *

Lunes, mi querido despreciado lunes, lo que significaba, que volvía al trabajo.

Antes de entrar, divisé un cartel creado por un pedazo de cartón, que tenía escrito "SE BUSCA EMPLEADO." Alcé mi ceja con curiosidad mientras abría la puerta de la cafetería; el olor al café hizo que cerrara mis ojos y tomara aire disfrutando de ese delicioso aroma, sonreí a un grupo de ancianos que mantenían una charla ligera y me dirigí hacia detrás del mostrador.

Sonreí a Mary mientras la saludaba con un beso en la mejilla y me colocaba el delantal. Solté un suspiro mirando de reojo a la chica, hace unos días le habían dado el día libre porque se encontraba descompuesta, y luego, no supe más nada de ella. Alcé mi ceja observándola con curiosidad.

Antes de que pudiera decir algo, la encargada de siempre me ordenó limpiar a mesas mientras ella atendía a las personas y luego, yo, le llevaba el pedido a su mesa. Como todos los días.

Mientras tomaba una orden, suena la campanita de la puerta, haciendo que lleve mi vista para ver quién es la nueva persona que entra a la cafetería Stone. ¿Se preguntaran, quién es? El chico con quien choqué ayer en el hospital.

Luego de que él me peguntara si el chico de ojos café era mi novio, literalmente, empecé a reír a carcajadas. "Es imposible", le murmuré entre risas. Hacía tanto que no reía de esa manera...

El chico, que creo que se llama Félix, entró un poco tímido hasta donde estaba la encargada y le murmura algo; ella asiente y le sonríe coqueta. Félix le devuelve la sonrisa en agradecimiento y empieza a conversar con ella.

Niego con la cabeza lentamente con una sonrisa y vuelvo a lo que estaba haciendo antes, tomar el pedido ya que la encargada, está concentrada en Félix.

Otra vez suena la campanita de la puerta de entrada y levanto la vista, de nuevo, para ver quién es. Pongo los ojos en blanco, observándolo entrar como si se comiera al mundo.

No me sorprende que este aquí.

Suspiro de frustración en mi interior y camino en dirección al chico de ojos café, que está acompañado por el idiota de su amigo.

-Buenos días-murmuro mientras soplo mi flequillo, me había olvidado mis prensas esta mañana, y eso significaba que tenía que soportar mi cabello despeinado. Afuera hacia demasiado frío como para tomar un café en las mesas de la vereda; estaba lloviendo, como todos los días y la cafetería había un delicioso olor a café y a facturas, además, de que estaba el calefactor puesto.

-Hola lindura-comenta Chad con una sonrisa coqueta, pongo los ojos en blanco y miro en dirección de Luke-...Hoy me toca pagar a mí, así que...-agarró la carta y empezó a hojearla, viendo que podía pedir. Moví mi pie derecho, inquieta y nerviosa. ¿Por qué veía la carta si iba a pedir un maldito café?- Dame un café con leche y para mi amigo...-deja de mirarme y observa a su amigo, que está muy entretenido mirando la carta. –Luke ¿Qué quieres tú?

Luke siguió observando la carta, luego de un momento de delirar, miró a Chad y murmuró que solamente quería un capuchino.

Como siempre...

Se escucha una aclaración de garganta y alzo la vista por reflejo. Cierro los ojos con fuerza y los abro acompañado de un suspiro.

-¿Sucede algo aquí, Oli?-murmura Félix. Giro la cabeza para mirarlo, él me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa. De lejos se escucha un gruñido.

Niego con la cabeza restándole importancia mientras le murmuro que no hay ningún problema.

-Amigo, no-susurra Chad. Creo que se lo dice a Luciano pero no le tomé demasiada importancia.

Besos sabor café [#1]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora