Capitulo 19

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Cuando piensas que todo está bien, que todo va de maravilla, estas realmente equivocado. A veces en la vida, no siempre es como la ves, siempre te sale algo nuevo por descubrir. En mi caso, descubrí lo que es el dolor y la soledad. Y realmente es horrible, no quisiera pasar de nuevo lo que pasé el año pasado, o hace tres años atrás.

Un dolor inexplicable, en el que no puedes ni respirar tranquilo porque te sientes triste. No te gusta hacer nada, no te sientes con ganas de hacer nada, ni siquiera salir a tomar aire. Todo es tristeza, llantos incontrolables, en los cuales dejas el alma en cada lágrima.

Llorar con dolor, es lo peor que puede haber en la vida. Es algo que sientes que tu alma se desgarra pero que, a la vez, se siente libre de poder sacar todo lo que llevas dentro.

Cuando Luciano llegó a mi vida fue algo novedoso, realmente lo sentí así.

Es decir, ¿a qué me refiero con qué me ayudó? Cuando una persona está pasando una situación en la cual está desbordada-emocional y físicamente- necesita de alguien que la ayude a controlar las ansias de desaparecer del mundo y que te alegren los días. Eso hizo Luciano conmigo, me ayudó, entretuvo mis últimos días con mi madre, hizo que pensara en otra cosa que no sea el trabajo ni el hospital.

Y me terminé enamorando de él.

Cuando Chad deja de frotar sus manos y de poner su mejor cara maligna, desaparece por la puerta, sin antes hacerme una seña con su mano diciendo que espere.

-Muy bien, chicos. Ahora quiero que se den vuelta y alcen las manos, los voy a revisar. -¿Qué?

Luciano abre los ojos girando su cabeza para mirarme fijamente y luego se dirige al guardia de seguridad. Tengo que decir que la atención de todas las personas caía sobre nosotros, pero a Luke no le importó como para protestar.

-Alto, alto. Quiero decir, ¿Y si usted es un secuestrador? No puedo permitir que le venda mi belleza a cualquiera, es decir, soy asombroso.-Bueno... eso exagerado.

-Dese la vuelta, joven-murmura un poco enojado el guardia.

-Por supuesto que no, ¿Quién dice que usted no es policía y es un ladrón y me roba?-Luke me mira de reojo y sonríe un poco y me señala con su dedo.- ¿Porque no le roba a ella? Ella es fea. En cambio yo soy lindo.

El guardia suspira frustrado y levanta los brazos al aire y exclama:- Jóvenes, no tengo todo el día, tienen que pagar lo que robaron-su mirada baja a las bolsas que tiene el chico de ojos café y luego su mirada se posa en mi.-Muchachita, tienes que elegir en donde colocas tus ojos y a quien entregas tu corazón, este muchacho no es bueno...

Abro los ojos sorprendida por el comentario del guardia de seguridad y miro de reojo a Luke, y este empieza a reír a carcajadas.

-Este señor me cae bien, pero nosotros no robamos nada. Por si no lo sabía, acabamos de pagar todo lo que llevamos.-Luciano se agacha para recoger las bolsas que estaban el piso- por algún motivo que desconozco.- y le muestra el ticket de compra. Veo a Chad entrar corriendo en dirección de nosotros.

-¡Hay alguien afuera, que está robando un auto!-exclama el amigo del idiota. El guardia de seguridad no hace caso a los gritos de Chad y saca una radio que usan los policías y comenta algo por ahí. El guardia recibe una respuesta por el radio y se da vuelta para hablar con Chad, pero este ya está al lado de la puerta de entrada.

-¡Ahora, Oli! ¡Corre!-gritan Chad y Luke al mismo tiempo, al principio no entendí muy bien lo que dijeron, pero al ver que Luciano sale corriendo, lo sigo.

Besos sabor café [#1]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora