Capítulo VIII: Plumas de Cuervo

Start from the beginning
                                    

Aquellas fueron las palabras que le dieron a Chat Noir el tiempo perfecto para impulsarse con su vara y asestar un certero golpe en el centro de la espalda de su enemiga.

— ¡No toques a mi chica!

El impacto hizo que Plume Mortelle liberara el cuello de Ladybug, quien no pudo reclamar ante las insinuaciones de su compañero pues recuperar el aliento era mucho más importante. Lanzó su yoyo hacia una viga saliente para impulsarse y contraatacar con una certera patada. Plume Mortelle logró cubrirse del golpe, tomando a Chat Noir por los hombros y colocándolo frente a sí para que los pies de Ladybug se impactaran contra el estómago del muchacho.

De esa manera, ambos cayeron al suelo.

Levantándose trabajosamente, Ladybug auxilió a su compañero tan rápido como le fue posible. Para Chat Noir era casi imposible respirar con normalidad. Quizá la frustración por haber caído era lo que le impedía relajarse sólo durante un segundo.

— ¡Lo lamento, Chat! —decía ella suplicante.

El muchacho la tomó por la mano para responder, pues perdió la voz por un instante mientras intentaba recuperar el oxígeno suficiente que sus pulmones necesitaban.

—D-descuida, m-mi lady... —dijo el chico al fin.

—Esa mujer es invencible... Pero algo me dice que el akuma está en sus alas.

Una luz se encendió dentro de Chat Noir al escuchar aquello.

—Las utiliza para protegerse —propuso el muchacho—. Si logramos destruirlas, estoy seguro de que tendremos una oportunidad.

— ¿Puedes hacerte cargo?

Un guiño y una sonrisa fueron la respuesta contundente.

—Distráela —dijo—. Yo me haré cargo del resto.

La chica asintió y lanzó nuevamente su yoyo, llamando la atención de Plume Mortelle al exclamar a voz en cuello:

— ¡Atrápame si puedes!

Su contrincante rió.

—Si eso quieres, insecto...

La agilidad de Ladybug no sirvió para evitar que las plumas volvieran a desprenderse de las manos de Plume Mortelle, atrapándola en el centro del torbellino. Lo que en un principio había sido un plan para llamar la atención de la mujer de las alas, pronto se convirtió en una sádica tortura. El sonido de la carcajada cruel de Plume Mortelle era sólo superado por los alaridos de dolor que soltaba Ladybug al sentir que las plumas intentaban perforar su piel.

— ¡Ladybug!

Plume Mortelle se giró velozmente al escuchar aquella exclamación, detectando que Chat Noir había invocado los poderes de su Cataclism. Lo vio saltar a gran altura para caer en picada con la intensión de tocar las alas emplumadas con sus manos destructivas, por lo que Plume Mortelle tan sólo rió con crueldad y extendió dichas alas para emprender el vuelo e impactar a Chat Noir con un manotazo que lanzó al chico al suelo. El muchacho tuvo que resistir para evitar que sus manos tocasen cualquier cosa, pues de aquella manera el plan habría quedado totalmente arruinado.

Y al escucharse un grito mucho más potente de Ladybug, Plume Mortelle sólo rió por lo bajo.

— ¿Qué vas a hacer, gatito? —se burló ella—. Sólo puedes usar tu Cataclism una vez.

Ladybug gritó nuevamente.

Chat Noir apretó los dientes con tal fuerza que toda su dentadura lanzó una punzada de dolor.

Miraculous: El Akuma IrreversibleWhere stories live. Discover now