1. Locas Historias De Amor

"Visitas, y segundos asaltos"

[La canción de Andrew y Sho en la multimedia]

Liam caminaba con brío por
Crescent Park.
Sus andares de chico peligroso. Una sonrisa picara siempre jugando en sus labios.

Desde que Aaron le dijo que aquel estilo era lo único que le gustaba a las chicas, había seguido cada consejo, y cambiado todo lo que no le gustaba a las tías.

Tenia que ser un ligón. Como Aaron. No podía ser un sensiblero como Cody, y que le rompieran el corazón.

Su mejor amiga, Tifany, le seguía de cerca. Mirándole de reojo. Queriendo borrar esa expresión de suficiencia, y hacer volver al antiguo Liam. Él verdadero Liam. No aquella imitación barata de Aaron.

—¿Estas seguro de que tú hermano quiere que estemos aquí? Puede que estorbemos.

Liam resoplo.

—Para nada. Cody estará encantado. Ya le conoces. Siempre tan campechano y amable. Nos obligara a quedarnos tanto como sea posible.

Tifany fruncio los labios.

—Si tú lo dices.

Liam negó con la cabeza, sonriendo.

—Deja de preocuparte. Estaremos bien, Fanny.

Tifany suspiro.

¿Acaso podía decirle que no cuando la llamaba “Fanny”? No. Estaba clarísimo que no.

—Bien. Confiare en tu palabra.

Liam paso un brazo por sus hombros. Tirándola cerca.

—Nadie se enterará de que estamos aquí. Todo saldrá bien.

Tifany le miro. Teniéndole tan cerca. Pudiendo olerle, y sentir su calor, ver sus ojos verdes desde tan cerca.

Volvió a suspirar.

—Vale. —dijo sin aliento.

Cuando llegaron a la casa de Jace, donde todos vivían, Liam soltó a Tifany. Dejándola sola otra vez. Alejando las esperanzas de sus ojos como quien aparta un caramelo de un bebé que está llorando por dulce.

Suspiro teatralmente.

Liam tocó el timbre.

Un jaleo de pisadas, voces, algún insulto y un par de golpes después, la puerta estaba abierta.

Andrew Murphie se cernía ante ellos. Comiendo Cheetos, y en calzoncillos.

Tifany alzó las cejas. Liam hizo un sonido de molestia con la garganta.

—Liam. Chica Weasley. ¿Que hacéis aquí? —pregunto Andrew.

Liam se cruzo de brazos. Airado de repente.

—¿Tienes que abrirnos en paños menores, desgraciado? —le espeto.

Tifany le miro. Incrédula.

Andrew se río.

—Pasar dentro y me explicais vuestra visita. Luego me pondré unos pantalones, lo prometo. —dijo con simpatía.

Liam hizo otro ruidito, y agarró la mano de Tifany.

Andrew miró el gesto, y alzó una ceja hacia Liam.

—Somos amigos. —dijo esté mientras pasaban dentro.

Tifany apretó los labios en una fina linea, pero no dijo nada. Siguió a su amigo dentro de aquella casa imponente.