"Una proposición indecente y Lucy al teléfono"

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Tyler volvía a estar enfadado.  Increíblemente enfadado.

Ya hacia dos días de la visita de Brad. Su fastidioso hermano mayor.

Todos en la casa estaban encantados. Incluso Lennox.
¡Lennox! ¡El rencor hecho carne!

Bonnie estaba pletórica.
Estaba teniendo la completa atención de un chico. Un chico que le gustaba. Para variar.

Brad se pasaba el día tras ella.
Tyler lo notaba.
Su hermano seguía cada movimiento de Bonnie. Cada palabra. Mirando cada sonrisa.

Bonnie había dejado de discutir con Tyler.
Él lo intentaba. Crear una buena bronca. De estas que le dejaban relajado y caliente al mismo tiempo. Ver a Bonnie toda roja. Furiosa. Sus pequeños puños apretados. Su estatura ridícula. ¿Acaso no veía ella lo poco amenazadora que era?

Tyler estaba cayendo de nuevo en el vacío. Melani no le quería. Bonnie pasaba de él.

La chica que siempre andaba por su vida, su casa y sus pensamientos.
Ella estaba saliendo de su cascarón. Su estúpido hermano la estaba sacando. Ella se iría. Y ya no llenaría los vacíos. Ya no podría alegrar sus pensamientos. Porque dolería. Ella estaría con otro. Y eso le hundía hasta la mierda.

Bonnie siempre había sido ese pequeño lugar feliz al que escapar.

Podía tener días de mierda. Discusiones con su padre. Infidelidades de Melani. Malas notas. Pero el pensamiento de Bonnie en casa, siendo cálida y delicada, le hacia sentirse mejor. 

Todos estaban en el salón cuando ocurrió.

Brad y Bonnie hablaban sobre una cafetería. Comentaban lo maravillosa que era. La calidad del café. La variedad. Los deliciosos maffins.

–Hace siglos que no voy. Echó de menos su café. –se lamentaba Bonnie.

La cara de Brad se iluminó. Viendo su oportunidad llegar por fin.

–Yo también tengo ganas de ir. Si quieres podemos ir juntos. –dijo con naturalidad.

Los ojos de Bonnie chispearon con vida.

–Sí, sería genial. –dijo con nerviosismo. 

Todas las miradas recayeron en Tyler.

Miraba la escena congelado. No creyendo que estuviera pasando. No queriendo creerlo.
Su mandíbula angulosa estaba al borde del colapso. La presión ejercida era demasiado fuerte.

–¿Seria muy precipitado si vamos esta tarde? –dijo Brad con visible emoción.

Bonnie alzó las cejas.

–¡No, seria estupendo! Cuanto antes mejor. –canturreo.

Andrew estaba avisando a Tyler con la mirada.

Quieto, fiera. No entres a matar, torero. Calma esa cabeza loca.

–Es una cita, te informó. –sonrió Brad.

Bonnie se puso colorada.

–Vale. –dijo a toda prisa.

Y Tyler estalló. Su cabeza salió volando. Nunca jamás, nunca, había estado tan enfadado. Ni siquiera podía discutir. Las palabras, los gritos, nunca alcanzarían. Podía haber muerto allí sentado. Una sobrecarga del sistema. Plof. Adiós Tyler.

Se levantó del sofá como una explosión. Sus ojos pálidos sin vida. Su mirada fija en ninguna parte.

Bonnie reparó en él por fin. Sus ojos se hicieron enormes. Había algo en su expresión que le asustaba.

1. Locas Historias De AmorWhere stories live. Discover now