1. Locas Historias De Amor

"Otra carta maldita"

Volvía a ser lunes.
Otro maldito lunes.

En la casa las cosas habían sido muy complicadas durante el fin de semana;

Gine había dormido con Cody.

Lennox había pasado los días llorando y sollozando.

Tyler había estado suplicando a Melani con una energía renovada.

Kira había dejado de hablar a Cody.

Y Andrew había estado como siempre; melancólico por Sho. La novia de su amigo.

Ahora los esperaba un nuevo lunes.
Un día maldito.

Todo empezó a caer mal cuando llegaron las cartas.

Jace las recogió con desgana.

Llevaba desde el viernes sin dormir.
Los celos por Gine no le dejaban.
Y su mal genio empeoraba y empeoraba por momentos.

Gine y Cody reían en la cocina.
Cabreandole como el infierno.

Con el ceño fruncido, tiro las cartas encima de la mesa.

Los ojos de Gine se alzaron hacia él.
Una sonrisa burlona tirando de sus labios.

–¿Que tal, Jacie? –dijo con voz queda.

Él la miro mal.

–Estupendamente. –dijo con tono seco.

Gine miro se reojo de Cody. Con una complicidad molesta.

Jace apretó la mandíbula. Mirando a otro lado para calmarse.

–¿Has dormido bien? –preguntó ella con picardía.

Jace la miro duramente.

–Mejor imposible. –dijo estoico.

Gine río entre dientes.

–Yo también. –dijo juguetona. –Cody fue muy cariñoso.

Jace clavo su mirada en ella.

–¿Ya empiezas? –gruño.

Gine sonrió ampliamente.

–Tiene unos brazos muy fuertes y un calor muy agradable. Huele a romero.

Jace apretó los puños debajo de la mesa.

–Si no paras, voy a romperle los huevos a tu amiguito. –dijo con voz fuerte.

Cody se quedo paralizado en mitad de un mordisco a su tostada.

–¿A mí? ¿que hice ahora? –pregunto desconcertado.

–Voy a avisartelo de nuevo; tocala, y te juro que estas muerto. –le amenazo.

–No te preocupes. –dijo con tranquilidad. –Solo le agarre el culo.

Jace le dio un patada a su silla.

Cody tembló, escupiendo su tostada.

–¡Animal! –exclamo.

–Repito; tocala, y despidete de tus huevos.

–La tocó si quiero. No te tengo miedo. –dijo Cody.

Gine sonrió deslumbrante.

–Él es tan valiente... –dijo con aire soñador.

Jace la fulminó con la mirada.

–No sé si sera tan valiente cuando le parta la cara. 

Gine le miro alzando una ceja. 

–No te dejaría.  –dijo desafiante.