1. Locas Historias De Amor

"Explicaciones y un tatuaje sorpresa"

Todo el aire había sido sacado de la habitación.

Maddeline Pierce estaba paralizada en el marco de la puerta.

Mirando la escena con expresión inescrutable.

Las respiraciones agitadas de Jace y Gine seguían colgando en el aire.

Los dedos de Jace entorno al cierre del sujetador de ella.
A segundos de deshacerlo.
Los muslos de Gine a los lados de Jace. Unida a él como una parte de su cuerpo.

Las piezas de un puzzle imaginario se unieron la cabeza de Maddeline.

Todo tuvo mas sentido ahora.

–¿Quieres engañarme? –le espeto.

Gine salto del regazo de Jace. Alejándose como un animal asustado.

Jace se puso una almohada en la evidente ereccion.

–Abuela, dejame explicarme. No es como piensas. Todo tiene un sentido... –empezó.

Maddeline levantó una mano para silenciarle.

–Es suficiente. –le cortó. –Con la escena que acabó de presenciar basta.

Jace miro a Gine con pánico.

–Tienes que escucharme. Solo deja que te cuente. Por favor. –suplico.

Maddeline negó con la cabeza.

–Solo quieres mi dinero. Para eso es todo esto. Una estafa. Un engaño. A tu propia abuela. A tu propia familia. –escupió.

Gine se encogió.

–No intento tal cosa, abuela. Lo prometo. –dijo desesperado.
Maddeline negó con la cabeza.

–Eres una sabandija de la peor calaña. –le espeto.

Jace se llevo manos a la cabeza.

–Escuchame sólo un minuto. Deja que te diga. Sólo deja que te diga...

–Fue mi culpa. –soltó Gine. –Yo le provoque. Yo le empuje a esto. Creame. No es su culpa.

Jace le lanzo una mirada mortal.

–Ginebra... –gruño.

Gine negó con la cabeza.

–Debe creerme. Él no hizo nada. Yo le obligue. –dijo con aplomo.

Maddeline alzo las cejas.

–¿Como? –dijo descolocada.

Jace se tiro del pelo.

–No la escuches. –dijo con fuerza.

Gine fruncio el ceño.

–Digo la verdad. Yo soy la culpable. Yo destroce todo.

Maddeline fruncía la boca con aire pensativo.

–¿Que sentido tiene todo esto? –espeto.

Jace se tiro otra vez del pelo. Desquiciado.

–Necesito dinero, abuela. –dijo a bocajarro. –Necesito el dinero para Gine. Sus estudios. Su comida.

Maddeline fruncio el ceño.

–¿Desde cuando te preocupas de algo mas que de ti mismo?

Jace arrugo el gesto.

–Desde Gine. Gine es todo ahora. –dijo suplicante. –Necesito que ella tenga todo.

La boca de Gine se cayo al suelo.

–¿Todo por ella? –dijo Maddeline. –¿Todo para ella?