"Ojos tapados y treguas interminables"

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[Michel en la multimedia]

Jace estaba buscando unos pantalones.

No los encontraba.

Gine había estado sacando la ropa de primavera y guardando la de invierno, y ahora no sabia donde estaba nada.
Era raro que hiciera limpieza sin que la obligarán, y empezaba a pensar a que lo hacia aposta. Para fastidiarlo.

Hoy tenían noche de juegos, y no seria agradable bajar en calzoncillos.

Volvió a revólver en el armario. Pero allí no había nada. Joder. Solo camisetas.

-Me cago en mi puta vida. -maldijo entre dientes.

La puerta del cuarto de abrió.
Gine soltó un gritito al entrar.
Se tapó los ojos con las dos manos. Asustada.

-¡Ponte algo! -exclamo Gine.

Jace fruncio el ceño.

-¿Desde cuando quieres que me ponga algo?

Gine negó con la cabeza. Aún con los ojos tapados.

-¿Quieres vestirte? -exclamo.

Jace se acercó a ella. Ceñudo.
-¿Que cojones te pasa? ¿quien eres tú?

Gine dio un paso atrás. Alejándose de su voz.

-Mejor me voy. -dijo atolondrada.

Jace la agarro de los brazos.
Tirando hacia él.

Gine jadeo.

-Mirame. -exigió Jace.

Gine volvió a negar con la cabeza.

-Estas en cueros.

Jace quito sus manos de sus ojos.
Agarrando sus muñecas.

-¡Estate quieto! -grito Gine con los ojos cerrados.

Jace apretó la mandíbula. Cabreandose.

-Deja de ser infantil. Abre los ojos.

Gine mordió su labio.

-No lo haré hasta que te vistas. -murmuro.

Jace la zarandeó.

-¡Abre los ojos! -exclamo.

Gine lo hizo.
Sus grandes ojos asustados.
Desde aquí se veía mas claramente la diferencia de un ojo a otro.
Uno negro y otro color miel.

-¿Puedes vestirte? -murmuro.

Jace arrugo el gesto.

-¿Me puedes explicar que te pasa? -le espeto.

Gine volvió a cerrar los ojos.
-¿Podemos hablar cuando tengas los pantalones puestos?

Jace respiro hondo. Frustrado.
-Primero me obedeces todo el tiempo. Luego limpias y cocinas, por muy mal que se te de. Y ahora, maldita sea, te cubres los ojos. ¿Que mierdas te pasa?

Gine seguía tensa. Sus ojos demasiado abiertos.

-Es como debe ser, ¿o no? -dijo con poca voz. -Nada de travesuras. Nada de malos comportamientos.

Jace apretó su agarre en sus muñecas.

-¿Que estas hablando?

Gine mordisqueo su labio.

-Me he pasado con todo esto, ¿vale? He decido portarme bien. Obedecer, y dejar de ser tan... inmadura.

Jace la empujó contra la pared. Sus caderas acercandose peligrosamente.

1. Locas Historias De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora