25.Hola mi niña.

2.6K 190 16
                                    

(Keyla)

Salí a comprar a una tienda que estaba un poco lejos de mi casa y es que queria verlo. Ya tenia mucho tiempo de no verlo, ni saber nada de él.

Habian pasado ya 1 semana y estaba realmente desesperada. Iba caminando y la calle estaba un poco sola, lo cual era un poco raro.

Escuché sonar mi celular y contesté.

—¿Hola?  — Respondí la llamada un poco dudosa.

—Hola mi niña— Escuché decir al otro lado de la línea, me quedé callada.

Esa voz, tan ronca... la reconozco...era él, era su voz...sentí un leve cosquilleo.

—Te estoy viendo— me dijo luego de unos segundos, de inmediato miré hacía todos lados  y no había nadie.

—¿Donde?— pregunté confundida y sin poder creerlo

—A tu izquierda — respondió y confusa mire nuevamente hacia los lados y lo escuché... ¿reír?— Espera...¿No sabes cuál es tu izquierda? —Volvió a reír.

—No te pases de tonto, es que no te veo.— Dije ya un poco molesta.

—Estoy atrás de ti— Dijo y voltee de inmediato y no había nadie.

—NO hay nadie — Le respondí molesta.

— Ya, tranquila. Disculpa, tienes razón, no estoy ahí— Dijo y escuché a alguien acercarse en frente, ignoré por un momento y seguía viendo si aparecía— Porque estoy justo enfrente de ti
—Susurró cerca de mi oído ¡Dios! sentí una corriente recorrer a gran velocidad todo mi cuerpo.

Voltee a verlo y estábamos muy cerca ¿Como hizo todo eso? Sonreí un poco y sentí mis mejillas arder ¡Oh no! Me estoy sonrojando, no de nuevo.

—Me encanta verte así, mi pequeña camaleón —dijo dando una leve caricia con sus dedos a mi mejilla.

Reí un poco.

—Oye...— respondí sintiendo mis mejillas arder.

—Es que si que cambias de color, pero me gusta —dijo sonriendo un poco. ¡Dios..! Su sonrisa.—Tu...s ojos están muy brillosos—dijo mirándome detenidamente

Sonreí y lo miré a los ojos

—Dicen...— Me detuve— dicen que los ojos brillan, cuando alguien ilumina tu corazón.

—¿Quien trajo lámpara?— preguntó de inmediato.

Reí

—No seas tonto . — Respondí.

—Ya entendí mi niña— Sonrió —¿Sabes? Estoy muy feliz de estar acá contigo.

—Yo también estoy feliz de poder hablarte.

Nos miramos por un momento el silencio se apoderó de nosotros. Pero en unos minutos después escuchamos unos pasos , él de inmediato volteo a ver.

Vi en su rostro que estaba confundido y un poco molesto.

—Creo...— Me miró con seriedad
— Creo que es mejor que te vayas a casa.

— Tengo que ir a comprar.

—Diles que estaba cerrado, tienes que irte ahorita. Fue un gusto mi niña.— Apretó mi mano y desapareció.

— ¿Cuando nos volveremos a ver?
— Pregunté en susurro.

Me quedé parada por unos segundos, pensando en la razón de  porque se puso así de inmediato.

Luego vi que un chico salió de un lugar, me miró y sonrió perversamente. Me asusté un poco, retrocedí y salí corriendo  de ese lugar.

¿En que me he metido?

¿Quién era ese chico misterioso?

Llegué a casa y tomé mi celular.

Tenía un mensaje de un número privado.

Me gustó mucho conversar un poco contigo mi niña

Sonreí .

— Josué...—susurré.

Protegida e Intocable. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora