19.Me gustaba leer historias e imaginarlas

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(Keyla)

Ya era de noche, aproximadamente las 11:00 p.m.

Era la última noche que pasaría en casa de mis abuelos ya que mañana tenía que regresar a casa. Me la he pasado bien en estos días, ya que no he querido pensar en él y he logrado hacerlo un poco debido a que pase platicando con mis abuelos y Nayeli. Les ayude en su venta y todo. Pero ahora, ya caí en mi realidad. Volver a casa.

No podía dormir, y esto ya se me hacía muy habitual desde que Josué está constantemente en mis pensamientos, gracias a esto he estado buscando maneras para entretenerme mientras lograba tener sueño. ¿La mejor manera? Estar pensando más en él, leyendo historias en wattpad parecida a la nuestra (si es que tenemos una historia) pero a diferencia de estas historias yo realmente no estaba con él y por lo que veo no creo estarlo nunca.

Era un poco deprimente, si que lo era.

Me sentía masoquista cada vez que buscaba una historia, quería imaginarlo, me encantaba hacerlo. Si no podía vivirlo al menos imaginarlo me hacía bien...o al menos eso creía.

Me gustaba sentirlo mediante historia de otras personas, ya sean ficticias o reales. De alguna manera para mí esto era real.

Luego de unos minutos me levanté de mi cama y fui a la sala donde estaba Nayeli

¿Qué hacía despierta a esta hora?

— ¡Keyla! — me miró emocionada— mira lo que me encontré— levantó un cuadernillo.

La miré confundida, ese cuadernillo se me hacía conocido pero no lo recordaba.

— ¿Dónde encontraste eso? — le pregunté.

— En una caja que tiene tu abuela sobre ti.

— ¿Es mío? — la miré confundida y tomé el cuadernillo.

— Sí. — sonrió.

Abrí el cuadernillo y miré la primera página. Tenía una frase decorada "Mi misión es encontrarte" y mi nombre al costado "Keyla Torres". Seguido de páginas con muchos capítulos y escritos. Fue una historia que escribí cuando tenía 7 años.

— Ya lo recuerdo. — susurré.

— Yo lo leí, disculpa— me miró incomoda— me pareció que ese chico que describes en esa historia refleja mucho a Josué, fue muy raro. La manera que lo conoció la chica y todo.

Sonreí.

— Era una niña, leía muchos fanfics de chicos malos. Eso me traumó y escribí esta historia.

— Lo raro es que tú estás viviendo un poco de la historia que escribiste. —me miró asustada— Keyla tu vida si que es rara.

Reí.

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Hoy por la mañana desperté, es hora de irme...pero por un momento me detuve en el cuarto y tomé una página de un cuaderno, tome el bolso y cogí un lapicero de el.

Empecé a escribir, necesitaba hacerlo.

"Estaba cayendo cada día mas y nadie se daba cuenta.

Necesitaba de él.Estaba cayendo alborde de la locura

.Quería sentirlo.Estaba cayendo en una desesperación por él.

Necesitaba escuchar su voz.Estaba consciente que esto no me hacía bien,

 pero cada quien se mata a su manera ¿no?.

Yo me estaba destruyendo sola, al aferrarme a alguien que de una u otra manera me hacía mal."

Lo miré, lo releí.

Me detuve un momento y luego lo arrugue y lo tiré de una al basurero, necesitaba desahogarme. Desde pequeña escribir me ha ayudado a eso. Sólo que luego de eso eliminaba la evidencia de mis escritos, nadie debía conocerlo. Excepto ese cuadernillo que no recuerdo el porqué lo dejé ahí.

Tomé el celular, lo estaba observando.

Esperaba que alguien llamara y ese alguien quería que fuera él.

—Es imposible, deja de pensar en eso—lo arrojé a la cama.

—Él no llamará Keyla— entró Nayeli.

—Lo sé.

—Lo hace por protegerte. —mencionó al ver mi molestia.

—Terrible miedo el que tiene, no entiendo porque no se arriesga.

—No es un juego, sabes que ellos no jugan Keyla.

—¿Por qué le teme a sus propios amigos?

— Keyla él sabe que ellos no son sus amigos, recuerda él no es como ellos.

—Quiero estar con él, aunque sea una vez. —pensé —desde que lo vi y sentí eso...Eso que nunca había sentido, quiero saberlo ¿Por qué él fue el único que me hizo sentir así?

— Keyla... No pueden estar juntos.

—Si podemos. —respondí con seguridad.

—No es una novela, esto es la realidad—dijo tomándome de hombro— Esta no es la novela donde te enamoras de un chico malo y se escapan de sus enemigos, no es la novela donde viene y te rescata siempre, no es esa novela que leías de niña y tanto te encantaba, tampoco es la que escribiste. —Besó mejilla—Es un criminal, aún así sea diferente y sus intenciones sean buenas, tiene enemigos y amigos que no son buenos, no pongas en riesgo tu vida y la de tus seres queridos.

Protegida e Intocable. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora