- ¿Si sabes que existen los GPS en los autos?

- Que te vaya bien Kendall. -Dijo mi chica- Fue un gusto conocerte. -Estrecharon manos y me llevé a Kendall a la puerta sin dejar que éste le contestara a _______.

- En serio Adam, no puedo creer que me ocultaras tu relación con esa belleza.

- Que te quede muy claro que esa belleza es mía, sólo mía Kendall. -Lo apunté con un dedo.

- Sabes que no le quitaría la novia a un amigo Adam, menos a ti que eres como mi hermano. -Aparté mi dedo.

- Gracias. Que te vaya bien. Creo que a mi chica le agradaste. -Sonreí y metí ambas manos a los bolsillos delanteros de mi pantalón.

- A todo mundo le agrado ¿qué te pasa? -Se hizo el ofendido y reí- Bueno, hasta pronto. Espero que me visites pronto, y lleva a _______. -Me guiñó un ojo para después abrir la puerta- Dejé los papeles y la llave en la barra de la cocina. -Y dicho eso salió de la casa. Ya estaba empezando a oscurecer.

Me quedé en la puerta hasta que se fue. Dejó el portal abierto así que tuve que ir a cerrarlo. Maldigo que no se cierre automáticamente.

Cuando terminé de cerrar empezó a llover, me dirigí a la casa corriendo para no empaparme más, iba a medio camino cuando miré a alguien correr hacia el bosque.

Mi ________.

Corrí para alcanzarla. Me adentré en el bosque como ella lo hizo. La comencé a perseguir. Lo bueno que ella no corre tan rápido.

Pasé varios minutos así hasta alcanzarla y tomarla de la cintura.

- ¿Qué mierda estabas haciendo? -La acorralé en un árbol, con  la luz de la luna podía ver muy bien su rostro.

- ¿No es obvio? ¡Huyendo! -Exclamó.

- ¿Huyendo de qué?

- ¡De ti idiota!

La besé para ver si así se callaba. Tomé sus brazos de las muñecas para subirlos arriba de su cabeza y pegarlos al árbol. Ella me correspondió el beso, hasta que me mordió y me alejé un poco de ella. Sentí la sangre en mi labio inferior, pero eso no iba a hacer que me detuviera.

La volví a besar obligándola a probar mi sangre. Me pegué más a ella para que pudiera sentir la erección que crecía en mis pantalones. Ella soltó un pequeño gemido entre besos. La solté de las muñecas y tomé una mano suya, la llevé al bulto en mi pantalón e hice que lo acariciara. Pensé que se negaría pero al contrario, empezó a acariciar mi entrepierna sin queja alguna.

- Mete tu mano. -Le ordené susurrando en su oído.

Ella empezó a quitar mi cinturón algo desesperada y sin dejar de besarme. Metí mi lengua en su cavidad bucal para profundizar más el beso. Ambos ya estábamos empapados por la lluvia, su blusa se le pegaba a su cuerpo haciendo que el bra de encaje negro se le notara a pesar de que era de noche.

Me quitó el cinturón y lo dejó en el suelo para después desabotonar el pantalón y bajar la bragueta. Sentí su mano entrar dentro de mi bóxer. Separé mis labios de los suyos para soltar un gemido mientras cerraba mis ojos. Ella movía su mano muy bien acariciando mi pene y testículos. Bajé mi pantalón junto con el bóxer.

Ahora lo que necesitaba era estar dentro de ella. Me dejó de tocar y aproveché para quitarle la blusa y ella alzó los brazos para hacerme más fácil en trabajo. Quité su pantalón deslizándolo por sus hermosas piernas.

Ella me quitó la camisa para después plantarme un beso desesperado que acepté gustoso.

- Cariño... te faltan... prendas que... quitar. -Le dije entre besos.

- ¿Y qué... estás... esperando? -Me preguntó igual entre besos. Logré ver su sonrisa juguetona cuando separé mi rostro del suyo.

- Una prenda tú y la otra yo. -Le susurré en el cuello. Me separé un poco de ella para que diera el primer paso de quitarse el bra o las bragas.

Con dificultad para ver por que estaba oscuro, alcancé a ver cómo se llevaba las manos a su espalda. Entonces yo le quitaría las bragas.

Al cabo de unos segundos se quitó por completo el bra de encaje que yo había elegido para ella semanas atrás. Me acerqué de nuevo a ella como antes para ver más de cerca sus hermosos pechos.

La empujé despacio hacia el árbol haciendo que con su espalda desnuda tocara el húmedo tronco.

Bajé un poco mi cabeza para atrapar uno de sus pechos con mi boca mientras que el otro lo tenía en la mano acariciándolo. Los gemidos que ella emitía hacían que chupara y mordiera sus pezones cada vez más.

Animals (Adam Levine) EDITANDOWhere stories live. Discover now