Animals (Adam Levine) EDITANDO

11:

En el camino hacia el edificio The Paradise no dije ni una palabra, y no por que no quisiera, si no que Aurora venía en todo el camino regañándome por hablar con él. Pero casi no le prestaba atención a lo que venía diciendo, venía pensando en lo último que dijo mi vecino, "no creas todo lo que te dicen". ¿A quién debería creerle verdaderamente? ¿A él? ¿El cual según esta loco? ¿O a mi hermana, Ian y los demás vecinos? Mejor, me concentré en lo que está diciendo Aurora en este momento.

- Por milésima vez... ya callate. Ni que se fuera a acabar el mundo, sólo le pedí la hora y ya. -Lo de mentir se me da mucho, y más porque soy buena en eso.

- ¿Y qué no la podías ver en tu móvil?

- No, se le acabó la carga a mi móvil. Por eso le pregunté.

- ¿No le podías haber preguntado a otra persona?

- Tú me dijiste que no hablara con extraños. Y él por lo menos no es un total extraño, es mi vecino.

- Bueno, ya no voy a discutir más contigo.

¡Por fin se va a callar!

El resto del camino hacia el edificio fue silencioso. Nadie dijo nada. Diría algo, pero no se qué decir, así que mejor me quedaré callada.

Al fin llegamos a The Paradise y fuimos al departamento de mi hermana primero a dejar sus cosas. Después subimos dos pisos más en el ascensor hacia el mío. Llegamos, abrí la puerta usando la llave y la tarjeta.

- Al fin, me dolían los pies. -Me quejé sentándome en un sofá. Tiré la bolsa del vestido con la de las películas al otro- ¿Cerraste la puerta?

- Sí. No la iba a dejar abierta habiendo un loco ahí afuera ______. -Se sentó igual.

- ¿Y mis 20 dolares? -Pregunté. Obviamente cambiando de tema.

No se por qué pero no me gusta que lo llame así mi hermana. Como ella me dijo antes que nunca había hablado con él, no debe juzgar a quien no conoce.

- Dejé mi bolso en mi departamento, te los doy mañana. -Dijo- Voy a poner la película, ¿dónde está la de terror?

- Ahí en el sofá, en la bolsa que dice el nombre de la tienda. -Dije sin hacer ni un esfuerzo por moverme- Te la pasaría pero... tngo una enfermedad, es nueva, se llama peresosismo.

- Esa enfermedad la tienes desde que naciste mocosa.

- Tú pon la película.

De vez en cuando me asustaba con algunas escenas de la película, y Aurora solo reía, claro que yo hacía lo mismo cuando ella era la que se asustaba.

Dos horas después se terminó la película, Aurora puso después la de Esto es Guerra... en serio que están bien guapos los que salen, a ella le gusta el que según tiene manos de T-Rex, no sé como se llama, y a mí el otro, Tom Hardy.

La película se acabó y yo y Aurora nos pusimos a hablar de varias cosas como de chicos, ropa, maquillaje, lo normal. Le pregunté por Taylor, que si él era mi nuevo cuñado, ella dijo que no eran nada, sólo buenos amigos, también mencionó que mañana va a ir a cenar con él ya que tienen libre el día ambos. Aurora lo llamó como una reunión para no llamarlo por lo que en verdad era, una cita. Le dije que ya es bastante madura y grande, mayor que yo; exactamente por cuatro años, como para que ande con juegos.

Cuando nos dimos cuenta de la hora, Aurora se fue a su departamento, eran las 12:46 p.m, la acompañé a la puerta.

Se fue y yo me quedé afuera esperando perderla de vista en la vuelta por el pasillo. Y así fue, se fue, pero antes de dar la vuelta hacia el pasillo volteó a verme e hizo señas para que ya me metiera al departamento.

Fui a buscar mi pijama en mis maletas, aún no acomodo nada en los cajones ni en el closet.

También tomé ropa interior y mi toalla morada, me iría a duchar, a pesar de que era tarde, me quería dar una ducha.

Ya en el baño me había quitado la ropa que traía, incluida la interior. Escuché que alguien tocaba la puerta, ¿en serio? ¿en este momento?

Rodeé la toalla por mi cuerpo desnudo cubriéndolo. Salí del baño de mi habitación y después de la habitación para ir por el pasillo directo a la puerta. La abrí. Esto tiene que ser una broma. ¡No había nadie! A excepción de un sobre negro con una rosa blanca sobre él. ¿La tomo?

Ni lo pensé dos veces y tomé el sobre con la rosa blanca. Me fijé por los pasillos, derecho e izquierdo estaban totalmente vacíos. Mejor entro a mi departamento. Esto ya esta dándome miedo. ¡Maldita película! No voy a poder dormir.

Me ducharé primero antes de abrir el sobre, no creo que contenga una bomba, no cabría ahí.

En menos de un minuto ya me estaba duchando. Había dejado el sobre y la rosa sobre mi cama. En menos de veinte minutos ya había salido y me estaba poniendo la pijama. Salí del baño y a lo primero que dirigí mi vista fue al sobre con la rosa. Envolví mi cabello con una toalla seca que traía en mi maleta.

Me senté en la cama dispuesta a abrir aquel sobre, el cual me mataba de curiosidad por lo que podría tener dentro.