35:

1.5K 85 39
                                    

Narra ________.

Adam se iba acercando a mí lentamente, tan lentamente que hasta podría decir que tardó varios minutos acercándose, hasta al fin llegar a mis labios.

Me besó. El muy idiota se atrevió a posar sus labios sobre los mios. Obvio no le correspondí. Adam tenía los ojos cerrados y yo abiertos por tal sorpresa, y no fue una sorpresa agradable en mi punto de vista.

- ¿¡Por qué no me correspondiste!? -Se separó de mí poniéndose de pie, se le veía hecho furia y estaba apretando los puños.

- ¿¡Por qué debería de hacerlo!? -Le contesté de la misma forma exaltándome.

- ¡Porque yo te lo estoy ordenando! -Me tomó de ambas muñecas tan fuerte que hice una mueca de dolor.

- ¡Me lastimas! -Exclamé sollozando, en serio dolía.

De poco a poco fue relajando las facciones de su rostro. Si antes me estaba viendo con furia ahora lo hacía con preocupación. Bipolar.

- Lo siento. -Dijo relajado, como apenado. Me soltó de las muñecas y se fue a sentar a la cama- En serio lo siento. -Soltó un suspiro mientras tenía la mirada baja- No sé qué me pasó. Yo no lastimo a las mujeres, no lastimo a nadie _______... Pero cuando veo que me ignoras, que me rechazas, me da un tremendo coraje. ¿Por qué lo haces? Yo te quiero como nunca quise a alguien. Te amo, te amo desde el primer día que te miré en The Paradise, con Aurora y el idiota de Harding.

Yo sólo me mantenía de pie con una expresión de sorpresa por todo mi rostro.

- Cuando te miraba con él me daban ganas de ir a estrangularlo sólo por que él podía estar más cerca de ti que yo. A él le gustabas, se notaba en sus ojos como te admiraba. Como yo te admiro igual, por que eres perfecta. Eres hermosa ¿lo sabías? -Alzó su vista y me encontré con sus penetrantes ojos.

¿Qué hago? Escapar en este momento no es lo indicado, capaz se enoja igual que antes, y vaya que eso es lo que menos quiero.

- ¿Por qué estoy aquí? -Murmuré apenas audible.

- Soy tu dueño _______, ya te lo he dicho más de tres veces. Así que tienes que estar conmigo, por tu bien. Hay muchos peligros afuera y no te quiero perder. Eres lo único que tengo.

¿Peligros como él?

- Pero me tienes en contra de mi voluntad. Me tienes secuestrada. Por tu culpa ya no veré a mi familia ni a mis amigos. -Cubrí mi rostro con las palmas de mis manos, estaba a punto de soltar el llanto- Deben de estar preocupados por mí...

Levanté mi vista hacia Adam y él se puso de pie, me miró por unos segundos para después irse de la habitación sin más.

- ¡DÉJAME SALIR! -Solté un grito y me deslicé por la pared para caer sentada en el piso hecha mares.

¿Qué hice para merecer esto? De todas las personas en el mundo, ¿por qué yo?

(...)

- ¿Puedo pasar? Te traigo el almuerzo. -Escuché decir a Adam a través de la puerta.

- Sí, adelante. -Terminé de decir y él pasó con una charola con mi supuesto almuerzo. Se acercó a la mesita de noche y lo dejó ahí- ¿Sabes cocinar? -Pregunté.

- Sí. Vivía solo, tuve que aprender.

- ¿No tienes familia? -Tengo que aprender a controlar mi boca. Lo miré y se tensó- Perdón si no debí de haber preguntado eso. -Dije rápido.

- No te preocupes cariño. -Su voz se volvió dulce al decir lo último.

- No me digas cariño. -Solté. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo cuando se sentó en la cama. Yo estaba semi acostada en ella.

Adam me tomó del tobillo y me jaló hacia él. Solté un pequeño gritito por tal acción brusca.

- ¡Suéltame! -Me quejé moviéndome exageradamente sobre la cama.

Él se subió encima de mí ya que yo estaba ahora acostada.

Grité lloriqueando y traté de quitarlo de encima. Todo fue en vano por que obviamente él es mucho más fuerte que yo.

- Haz colmado mi paciencia, cariño. -Hizo enfasis en la última palabra. Las lágrimas ya recorrían mis mejillas y yo me quejaba a no más poder- ¿Qué te parece si te hago completamente mía? Ya lo eres, pero quiero demostrártelo de alguna forma. Y qué mejor forma que esta.

- ¡SUÉLTAME ESTÚPIDO! -Grité en su oído. Él no se apartó de mí aún así- ¡Déjame! No me hagas nada por favor.

- Eres mía _______. Yo hago contigo lo que quiera. -Susurró en mi oído- ¿Sabías que no tenía planeado esto? -Rió aún en mi oído. Me estremecí toda.

- ¿Y por qué lo estás haciendo? -Salió en un hilo de mi voz.

- Porque ya no aguanto más, me vuelves loco. Creí que resistiría pero me he equivocado.

- Adam... -Lo llamé inquieta. Él volteó rápidamente- Estás loco. -Escupí en su cara.

- Con que quieres jugar cariño... -Se puso de pie sin dejar de verme- Pues juguemos. -Antes de procesar lo que había dicho ya me había tomado de la cintura subiéndome a su hombro.

Le di puñetazos en su espalda, incluso lo aruñé, pero nunca me soltó.

- ¿A dónde me llevas gilipollas? -Gruñí. Ya no estaba llorando, si no que ahora me encontraba hecha furia sobre su hombro.

Habíamos salido de mi habitación y él andaba por unos pasillos cargándome, y mientras lo hacía me dió una palmada en el trasero.

- No gastes tus fuerzas golpeándome cariño, las vas a necesitar en unos momentos. -Rió. Enfermo- Me vas a poder rasguñar toda la espalda cuando te esté follando, así que tranquila. Ya casi llegamos.

- ¿A dónde? -Pregunté poniéndome alerta.

Animals (Adam Levine) EDITANDOWhere stories live. Discover now