20:

1.4K 91 24
                                    

Me giré rápidamente para después encontrarme con sus penetrantes ojos fijos en mí.

- ¿Cómo estás? -Preguntó sonriendo.

Imposible que él sea un asesino.

- Bien, -Dije mintiendo- ¿y tú? -Sonreí tímidamente, el hecho de encontrarme aquí sola en los pasillos con él me ponía nerviosa.

- Bien. -Dijo sin más aún mirándome. Yo volví a sonreír falsamente.

- Ya me tengo que ir, aún no desayuno. -Empecé a caminar hacia la puerta de mi departamento.

- Te invito a desayunar. -Dijo él rápidamente. Yo me quedé inmóvil en mi puerta dándole la espalda.

- ¿Qué? -Solté viéndolo de nuevo. Él tenia una expresión rara en la cara.

- Te invito a desayunar a mi departamento, -Volvió a decir. Obviamente lo había escuchado antes, pero aún así pregunté- yo igual aún no he desayunado...

No sabía que responder, bueno, sí sabía... Pero no podía decir simplemente No, sería muy descortés de mi parte, supongo.

- Soy muy bueno cocinando, me lo han dicho antes. -Siguió Adam, mi vecino que casi no conozco y ahora está invitándome a desayunar.

- Yo, este... -Me encontraba hecha un manojo de nervios- Desayunaré con mi hermana. -Solté rápido- Lo había olvidado, que tonta soy. -Reí bajo.

- Está bien. -Me contestó sin ninguna expresión en su cara.

Lo admito, me da un poco de miedo.

- ¿No hay problema, cierto? -Le pregunté nerviosa con una pequeña sonrisa tímida y de miedo.

- No. No te preocupes. -Sonrió, noté que falsamente- ¿Otro día será?

¿Qué mierda contesto ahora?

- Sí. Claro.

¿Pero qué carajos estás haciendo Somerhalder?

- Está bien. Esperaré ese día. -Dijo Adam entrando a su departamento mientras sonreía.

2 Semanas Después.

Hoy era domingo, mañana lunes entraba ya a la universidad. Ya tenía todo listo. Mi hermana me había acompañado días antes a comprar lo que me hacía falta.

Conforme pasaron dos semanas yo e Ian nos fuimos conociendo mejor. Él también va a la universidad en la que entraré, me alegra saber que ya tengo un amigo tanto ahí en la universidad, como aquí en el edificio, además de Hanna mi vecina del 2N.

Estaba viendo que nada me faltara para mañana, cuando de repente tocan mi puerta. Voy a abrir a paso rápido.

- ¿Lista para mañana? -Preguntan con una sonrisa Ian, Hanna y un chico rubio que no conozco cuando abro la puerta.

- ¿Vienen a ponerme más nerviosa de lo que ya estoy? -Pregunté haciéndome a un lado para que pasaran.

Ya todos adentro cerré la puerta y los cuatro nos fuimos a la sala. Ya ahí todos tomamos asiento, menos el chico que no conocía.

- Permiteme presentarme, -Empezó a decir el chico- me llamo Alex Pettyfer.

Miré a Ian.

- Es mi vecino del 2M... -Dijo serio.

Me gustaba más como se miraba cuando abrí la puerta; sonriendo, no muy a menudo se puede ver a Ian Harding sonreír.

- ¿¡Sólo tu vecino!? -Dijo Alex haciéndose el ofendido- Dejame decirte, -Me miró- que es muy bueno en la cama. -Me guiñó un ojo.

Hanna y yo soltamos unas carcajadas. Ian sólo fulminaba a Alex, mientras que éste también reía con nosotras.

- Bueno ya. -Dijo Alex dejando de reír al igual que Hanna y yo.

- ¿Es tu mejor amigo, cierto? -Le pregunté a Ian, el cual estaba hecho furia. Él asintió con la cabeza.

- Ya bro, fue una broma. No te enojes. -Decía Alex a Ian mientras le daba un golpe de puño en el hombro.

- ¿O acaso era verdad? -Dijo Hanna alzando una ceja para después soltar de nuevo una carcajada. Miré la cara de Ian y no pude evitar reírme.

Tocaron de nuevo mi puerta y me levanté aún riendo del sofá a abrir.

- Hola. -Me quedé helada. Mi risa se detuvo en cuanto lo miré a él, Adam.

- Hola. -Dije yo, la voz me salió ronca.

- ¿Te diviertes?

- ¿Qué? -Dije apenas inaudible. Tragué fuerte.

- Que si te diviertes con tus amigos... -Dijo- Se escuchan risas.

- Adivino que te molestó eso y viniste a decirme que no hagamos mucho ruido. ¿Verdad?

Me miró unos largos segundos sin decir nada, su mirada me resultaba muy intimidante.

- No. Vine a darte un obsequio, ya que mañana es tu primer día en la universidad. -¿Cómo sabe? Me extendió una pequeña caja plateada. La tomé, y no se por qué.

- ¿Estás bien? -Preguntó. Me había quedado en silencio.

- Sí. Ten toma, -Le traté de devolver la cajita. Él la tomó pensativo- No debo de aceptar cosas de extraños.

Me giré dispuesta a entrar a mi departamento pero una mano me detuvo agarrandome de mi brazo izquierdo.

Animals (Adam Levine) EDITANDOWhere stories live. Discover now