Capitulo 4

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BROOKLYN'S POV

Un par de días después...

Despierto con un extraño peso sobre el pecho; es la cabeza de Dom, que me usa como almohada. Respira lentamente, y hace cosquillas sobre la piel de mi hombro. Una de las piernas de Matt está enredada con las mías y una de sus manos se apoya sobre mi ombligo.

Mi cabeza bombea imágenes de la noche anterior: esas manos recorriendo mi espalda, esos labios sobre mis pechos, el leve cosquilleo que producía el vello de hombre entre mis dedos. Maldición, lo había hecho con los dos. ¿Qué clase de zorra tiene sexo con sus dos compañeros de casa, al mismo tiempo? Tanteé mi cuerpo, en busca no sé bien si de marcas, heridas, o qué, pero me calmé al no encontrar nada, por lo menos visible. Y mucho más cuando noté la camiseta que cubría mi cuerpo, mis bragas en su lugar, y que los chicos parecían estar vestidos también. Sólo había sido un sueño. Otro más.

Lo cual no era menos preocupante. No se podía vivir a base de sueños; y ¿qué persona cuerda estaría conmigo nunca si cada noche imaginaba escenas dignas de Youporn con aquellos dos? Pero si yo jamás fui así; nunca tuve novio, nunca fantaseé con nadie, jamás tuve un crush... y ahora ¡tenía dos, y al mismo tiempo!

Lancé un suspiro. Me sentía sucia, me sentía una zorra. Necesitaba una ducha y salir a correr para liberar toda esa tensión que me traspasaba el cuerpo. Lentamente moví la cabeza de Dominic hacia la almohada y quité la pierna de Matt de entre las mías; luego repté hacia el fondo de la cama, tratando de no despertarlos.

Les eché una última mirada antes de salir de la habitación; realmente son muy guapos, con esos cuerpos trabajados. Uno el día, el otro la noche. Ambos atrapantes.

Me dirigí en silencio al cuarto de baño. Me quité la camiseta y las bragas, y giré la llave del agua caliente. Una vez que encontré el punto ideal, metí mi cuerpo en la ducha. Afeité mis piernas y lavé concienzudamente mi cabello. Luego de quince minutos bajo el chorro, me envolví en la bata de baño y encaré hacia mi habitación.

Allí dentro ubiqué mi ropa de deporte (un jogging flojo que había pertenecido a Matt pero le quedó demasiado pequeño y una sudadera rosa con capucha, regalo de Dom) y me coloqué mis Adidas. Localicé el IPod de Dom, los auriculares y las llaves de la casa. Con todo eso en manos, entré en el ascensor y apreté el botón de la primera planta.

Salí hacía la luz del sol y comencé a trotar. Hacía un día precioso y con "Made in the USA" de Demi Lovato- la cual no imaginaba cómo había llegado al IPod de un chico- aumenté la velocidad. Giré hacia la derecha en la esquina, y me dirigí hacia un parque cercano al restaurante.

Corro por unos cuarenta minutos a buen ritmo, y cuando mis músculos comienzan a quejarse y mi estómago gruñe por la falta de comida decido regresar.

******

MATT'S POV

Despierto recordando la noche anterior: la suavidad de la pierna desnuda de Brooklyn contra la mía, su cintura pequeña, su respiración en mi oído. Imágenes más atrevidas (mis manos rozando sus pechos, sus uñas recorriendo mi espalda, su boca respirando sobre la mía) atacan mi mente, recordándome el sueño que he tenido. Jamás he estado tan encaprichado con alguien como estoy con Brooklyn. Realmente me gusta; tanto que quisiera estar con ella para siempre. Pero sé que a Dominic le sucede lo mismo, y no quiero competir con él por una chica. Siempre hemos sido los mejores amigos...

Estiro mi mano para rozarle ombligo, pero ella no está. Me levanto y voy a buscarla a su habitación, tal vez se está cambiando. Pero no está allí, y tampoco en la cocina o el baño. De hecho no está en la casa y eso me preocupa. Quizá hemos sido muy descuidados con ella y se ha enojado...

Vuelvo al dormitorio y lanzo un almohadón al rostro de Dom para despertarlo.

*****

DOMINIC'S POV

Sentir los latidos del corazón de Brooklyn en tu mejilla es una sensación única. Toda ella es única. Su particular cabello azul, el aro en su nariz, ese mandala tatuado en su omóplato derecho... Su aroma a flores que enloquece. He soñado con ella anoche; ambos desnudos, en el mar, con las olas meciéndonos.

Me estoy volviendo un idiota, de esos que siempre me han molestado, pero por Brooklyn haría que el mundo rotara hacia el lado contrario. Me gusta mucho, pero también a Matt; él es lo único que me frena cuando pienso en hacerla mía.

Algo impacta con mi rostro; Matt me ha lanzado un almohadón. Inmediatamente volteo, porque temo que le haya dado a Brooklyn también, pero ella no está, y la almohada en la que estoy acostado ahora es dura y plana, comparada con su pecho.

-¿Dónde está Brooklyn?- pregunto a Matt.

-No lo sé Dom, se ha ido. Por eso te he despertado, no está aquí; estoy preocupado por ella- me responde él, y noto que realmente se ve nervioso.

-Tranquilo, seguramente ha ido a comprar algo...

-¿A las siete de la mañana? Pero si ella dijo que amaba dormir hasta tarde. Algo le pasó, se ha enojado con nosotros o no sé, pero no es normal que se haya ido así.

-Mattie, cálmate, no la conocemos tanto, ¿vale? Quizá tenía calor o necesitaba tampones o quedó con alguien... ¿Habrá quedado con alguien?- Realmente espero que no...

-Claro que no, dijo que no ha tenido novio jamás.

-En fin, yo creo que lo mejor será esperar un poco antes de preocuparse. Iré a ducharme.

*******

Dos horas. DOS PUTAS HORAS. Ese es el tiempo que llevamos Matt y yo esperando a Brooklyn. ¡Maldita sea! Debería haber hecho caso a Matt cuando dijo que debíamos salir a buscarla.

-Matt cálzate. Vamos a buscarla- digo mientras cojo las llaves del coche.

-¿Y si vuelve a casa y no estamos?

-¡Carajo!- tiene razón- Está bien, tú quédate. Yo iré. Ten tu teléfono a mano.

¿Quién dijo que el amor es de a dos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora