[ VHope ] Etapas

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Taehyung suspiró, los meses habían pasado rápido, cuatro para ser exactos donde su vida ha tenido más altos que bajos. Se podría decir que era feliz y quien no, si tenía a su Hoseok al lado.

–Cariño no te muevas o el maquillaje se arruinará. –

–Mary, es la primera vez que me pones estas cosas, cómo quieres que mis ojos reaccionen a eso. –

Se quejaba el menor. Este era el día de la graduación de Hoseok, y Mary lo estaba ayudando a arreglarse elegantemente para ir a su ceremonia. Él ya estaba con su smoking negro y zapatos de charol, listo para salir pero a Mary se le ocurrió darle más vida a su rostro. Le había dicho que solo serían unos toques de maquillaje, pero el delineador y esas leves sombras grisáceas no estaban en el plan.

–A poco no te ves más guapo. – alagó Mary al menor, una vez había acabado su trabajo.

Taehyung se miraba en el espejo y pues, no quería ser ególatra pero sí, si se veía más atractivo.

–Esa sonrisa me dice que sí. – sonrió pícara Mary. –Solo falta una cosa. – tendió su mano sobre la cabeza de Taehyung dio algunos revoloteos sobre su cabellera, según ella para darle un toque rebelde debido a su juventud. –Ahora sí, espera a que se le caiga la baba a Hoseok. –

– ¡Mary! – gruñó Taehyung, tocando algunos mechones de su cabellera castaña. Sin duda, aun se avergonzaba pero aprendió a sobrellevarlo.

–Vamos, vamos que se hace tarde. – empujó Mary al menor, haciendo caso omiso a las quejas de Taehyung.

–Espera. Tengo que coger algo. – Taehyung se dio media vuelta dejando a Mary proseguir su camino.

–Está bien, te espero abajo. – le avisó mientras bajaba las escaleras, recogiendo la cola de su vestido para no caerse en el camino.

Taehyung entró a su cuarto, abrió el pequeño cajón al lado de su cama y sacó de un pequeño cofre el collar de piedra azul que le había regalado Hoseok en su viaje a Venecia. El mayor le reclamaba por que no la usaba pero Taehyung aludía que no quería perderla como pasó con su pulsera, la iba a guardar para un momento especial y ese era el día.

– ¡Taehyung! Que se nos hace tarde. – gritó Mary desde abajo.

– ¡Ya voy! – Taehyung se apresuró a cerrar las cajas, metiendo el collar en uno de sus bolsillos. –Ya voy. – volvió a repetir, mientras bajaba las escaleras. –Ya v...– se quedó perplejo, no pudo caminar más.

En la entrada de la casa estaba Hoseok, parado frente a él cuando logró bajar las escaleras peldaño a peldaño sin dejar de mirar sus ojos.