[ VHope ] Etapas

20

Mucho más tarde; en el próximo fin de semana, la visita planeada de Hye no se hizo esperar. Con Hoseok recogiéndola en el aeropuerto; como de costumbre, su madre abrazó a Hoseok importándole poco las quejas sutiles de su hijo. Hye por su lado; ya en camino a su casa, hablaba con su hijo acerca de los preparativos para su fiesta de graduación, siendo este su último año en el high school, dándole paso a la aventura que tendría el irse a estudiar al extranjero. Hoseok asintió a todo lo que decía su madre pues era parte del trato y en parte era su sueño. Poder estudiar en la mejor universidad donde obtendría un título y una trabajo bajo la manga.

– ¿Dónde estás? – preguntó Hye entrando a su casa. Al parecer estaba buscando a alguien y de forma cariñosa lo empezó a llamar. –Taehyung, cariño. – Hye dejó su cartera sobre el sofá y con los brazos abiertos fue donde el menor, quien se encontraba saliendo de la cocina.

–Señora...– Taehyung la iba a saludar adecuadamente pero se sintió asfixiado por el apretón que le dio Hye. –Bien...venida. –

–Oh por dios. – Hye se separó al instante tomando los hombros de Taehyung. Este se quedó con los ojos bien abiertos preguntándole con la mirada a Hoseok de qué es lo que le pasaba. El mayor solo se alzó de hombros e hizo un ademán de que estaba loca, cuando su dedo índice giró entorno a su cien. –Pero si ya eres un hombre. Mírate no más, qué bonito, cuanto has crecido. Pero si te dejé aquí...– Hye señalaba la altura de sus hombros mientras seguía relatando cuanta curiosidad miraba en el menor.

Taehyung se dejaba maniobrar como la madre de Hoseok quisiera, la verdad era que adoraba a Hye, tanto como parte de su familia. Hoseok solo observaba el gran cariño que le tenía su madre a Taehyung, nadie podría negarse a querer al menor.

–Hye. – se escuchó atrás de todos. La nombrad y los otros miraron de dónde provenía ese llamado y vieron a Mary saliendo de la cocina con una sonrisa en su rostro.

–Mary, mujer ¿cómo has estado? – Hye dejó de lado a Taehyung delicadamente y procedió a acercase a la mujer, que bien podrían ser comadres. Las dos siguieron hablando mientras entraban a la cocina.

–Pero qué bonito, cuánto has crecido...– Hoseok imitó la voz de su mamá, agachándose y haciendo mover sus dedos como si fueran serpientes. Todo se dirigía al menor que lo miraba con gracia.

–Oh, cállate. – Taehyung se rió y fue a recoger la cartera de Hye para colgarlo en el perchero al lado de la puerta. Hoseok por su lado llevaba la maleta de su madre al cuarto de ella.

– ¿Vienes? – le preguntó Hoseok sin voltear.

–Claro. – Taehyung miró a la cocina y escuchaba las risas de las mujeres, al parecer la estaban pasando bien. El menor se contagió de alegría y con una sonrisa subió las escaleras detrás del mayor.