XLV

29.3K 1.7K 348
                                    

Me agacho rápidamente, tomando el aparato entre mis manos, con firmeza, y volteo a verlo. Él mantiene el semblante serio, de brazos cruzados, paciente a mi respuesta.

Jodida mierda. Sabe absolutamente todo, ¿por qué insiste en fingir?

-Lo siento, no he querido invadir su privacidad. Toqué la foto de cuando usted era niño y se ha caído dejando a la vista esto. -Lo alzo, él mira la grabadora unos segundos y vuelve a mí. -Sentí curiosidad y la encendí. -Miro el pequeño aparato, recordando sus palabras. Levanto la vista hacia él y frunzo el entrecejo. - ¿Usted desconfía de mí?

Por unos segundos, no emite sonido ni movimiento alguno. Finalmente, sus brazos dejan de estar cruzados para dejarlos caer a ambos lados de su cuerpo, seguido de un suspiro.

-Piensa en una manera de salir de esto. Ya no hay por qué tener piedad.

- ¿Podemos tomar asiento? -Me invita amablemente hacia el sofá.

En silencio, avanzo hacia allí y me dejo caer, con mis músculos rígidos por la adrenalina. Con la mente, por un lado, pensando a mil por hora intentando concentrarme en lo que dirá y, por otro, buscando una salida a todo esto.

-Como oyó en la grabación, que son mis día a día con la investigación, sí. Desconfío de usted, como de todos aquí. Ya le he dicho, sería muy estúpido de mi parte confiar en alguien aquí cuando está en juego algo tan importante como la justicia de tantas muertes en manos de una persona.

-O dos. -Lo interrumpo. -Según lo que ha dicho. -Murmuro esto último, mirando el aparato.

-O dos. -Asiente mirando la grabadora aun en mis manos. Se la extiendo y él la toma.

-Entonces, si desconfía de mí, ¿por qué ha hecho todo esto? ¿Acaso intenta tenderme una trampa?

-No, nada de eso. La cena y la invitación son ajenas a todo lo que conlleva mi investigación, Emma.

-No te creo.

Volvemos a la informalidad de un momento a otro.

-Debes hacerlo, no estoy mintiendo.

-Stefan, he sido víctima de ese maldito demente, vi morir a mi mejor amigo por su culpa y ahora tú me tienes en la mira como sospechosa. ¿Crees que yo me hubiese autolesionado? ¿Crees que yo hubiese asesinado a mi mejor amigo?

-Emma...

-No tienes idea de lo herida que me siento en estos momentos. -Lo interrumpo.

-No es como lo estás interpretando.

-No me interesan tus argumentos preparados para convencer criminales. No quieras utilizar tus juegos mentales conmigo. -Me pongo de pie rápidamente y él también, como acto reflejo. -Sigue con tu investigación y con tus sospechas. Haz lo que debas hacer, pero no finjas estar interesado en mi para ello.

-No he fingido absolutamente nada, Emma. Por favor, no creas algo que no es.

-Claro, por ello me has invitado. -Digo tomando mi chaqueta. -Buena suerte con tu caso.

-Emma. -Me detiene del brazo. -Por favor...

-Por favor, nada. -Me suelto bruscamente, dedicándole una mirada amenazante.

Él suspira pesado, mirando hacia un lado, buscando posiblemente palabras para hablar.

-Me gustas. -Dice volviendo a mirarme fijamente.

- ¿Qué?

Bien, eso ha sido más impactante de lo que creí. Es decir, suponía que me estaba invitando a cenar porque le gusto. Pero oírlo decir eso es... tan diferente.

M.H ~Parte 1 -2 -3 ~ [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora