Capítulo 66: Marca

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[Taehyung]

¿Sabíais que en los trenes no se podía correr por los pasillos ni meterte dónde se guardan las maletas? Eso último no me dio tiempo a hacerlo porque Jin me agarró antes de que pudiera a pesar de que me moría de ganas.

- Pero en las películas lo hacen... - respondí a Jin inflando los mofletes.

- Y en las películas solo con tener mi rostro te llueve dinero y no me ves conduciendo un Ferrari.

Fruncí el ceño y desistí, recostándome en mi asiento, aunque no tardé en encontrar otro pasatiempo. Me acerqué a la ventanilla y eché vaho, seguidamente posé mi dedo sobre el la superficie y comencé a trazar líneas.

- ¡Taehyung, por dios, deja de manchar el cristal de la ventana!

- ¡No lo estoy manchando, estoy pintándolo! – me giré y le señale la estrella que acababa de dibujar. Jin me propinó una de sus miradas de reproche y rodé los ojos para terminar cruzándome de brazos.

- Viejo aburrido... - susurré.

- ¿Acabas de llamarme... viejo?

"Oh oh."

Negué apresuradamente con la cabeza poniendo carita de inocente. Jin fue a abrir la boca para responder pero una voz proveniente de los asientos atrás nuestros le interrumpió.

- Si quieres me siento yo con él.

Era Hobi. Mierda. Miré a Jin y volví a negar aún más rápidamente que hacía unos segundos. Él comprendió de inmediato y suspiró.

- ¿Otro que piensa levantarse en mitad del trayecto? – reprochó a mi amigo girándose.

- Eh... no, yo no...

Escuché la risa de Namjoon, a quien le había tocado el asiento junto a Hoseok, y luego Jin volvió a colocarse correctamente en su lugar. Le susurré un "gracias" tan bajito que si no fuera por su oído infinitamente más desarrollado que el resto de los humanos, no me hubiera oído.

- No me des las gracias y compórtate, anda.

- Sí, señor. –respondí sonriente mientras colocaba una mano en mi frente, imitando a un general. Jin me miró levantando una ceja pero también terminó por sonreír.

De todo el grupo era al único que le había contado mí... problema. Ni siquiera Jungkook lo sabía. Supongo que era porque Jin transmitía una confianza más... ¿maternal? No sé. Pero parecía saber de todo y tener mil consejos, a pesar de que yo aún no había seguido el que me había dado.

- ¿Vas a decírselo? – me preguntó el mayor en voz baja.

- No lo sé

¿Cómo pretendía que le dijera a Hobi sobre mis muy probables sentimientos por él? ¿Acaso quería que perdiera un amigo? ¿Quería que Hobi me tomase por alguien más raro aún? ¡Jamás de los jamases! A mí me molestaría mucho que, por ejemplo, Jimin me dijera que le gusto, sería extraño. Ya era suficiente con ponerme nervioso y a tartamudear cada vez que le miraba o tocaba, no iba a estropear del todo nuestra amistad.

- Tae...

"¡Oh, no, otra vez esa charla no...!"

- Uyyyyy, cuanto sueño. – Fingí un bostezo tapando mi boca con la mano – Dormiré un rato.

Jin rodó los ojos pero no insistió, detalle que agradecí infinitamente, pues en verdad mi actuación podría haberse mejorado un pelín. Apoyé la cabeza en el cristal y me distraje viendo el paisaje, pero íbamos tan rápido que apenas podía diferencia un árbol de un arbusto. Suspiré e inconscientemente terminé volviendo a dibujar en el cristal, aunque en esta ocasión en una esquina y muy disimuladamente. No quería volverme a llevar un sermón de Jin. Mientras desaparecía la flor que acababa de dibujar escuché la notificación de que me había llegado un mensaje. Era de Hobi.

<< Si sigues pintando te regañará >>

Nada más leerlo noté como mis nervios aumentaron. Me giré y encontré a Hobi a mi espalda con una divertida sonrisa surcando su rostro. Él también estaba en el lado del cristal. Le gustaba mucho ese sitio, pero normalmente, cuando viajábamos juntos en metro o autobús me lo dejaba a mí. Me giré inmediatamente y senté de forma correcta en mi asiento. A los pocos minutos otro mensaje me llegó.

<< ¡Pero respóndeme, bobo! >>

<< Perdón >>

<< Ya he dejado de pintar :) >>

<< Me voy a dormir >>

Bloqueé y silencié rápidamente el móvil y fingí quedarme dormido sobre el cristal. O al menos lo fingí durante los primeros diez minutos, pues al final terminé por caer rendido al sueño de verdad. Para mi sorpresa, al cabo de media hora, cuando desperté tenía un mensaje también de Hobi. Lo había enviado justo antes de que pusiera el móvil el silencio. Lo abrí con curiosidad.

Era una foto.

Una foto del cristal de su ventanilla con un dibujo de una carita sonriente y "Dulces sueños" escrito a grandes letras.

Por alguna razón al ver eso sentí un agradable cosquilleo en el estómago. Sonreí aunque no me giré ni respondí, tan solo me quedé pensando seriamente el consejo de Jin.



Reiníciame [BTS Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora