Capítulo 24: Dulce

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[Jin]

Me desperté con el sonido de la puerta al cerrarse. Fruncí el ceño al sentir un leve dolor de cabeza, el cual quedó olvidado cuando mis fosas nasales percibieron un dulce aroma, e inconscientemente levanté la vista mientras soltaba un bostezo. Namjoon acababa de entrar al cuarto y llevaba una bolsa en la mano. Sonrió al verme.

- ¿Te desperté?

Asentí sin prestarle mucha atención, estaba demasiado interesado en el recipiente de papel que tan buen olor desprendía. Ah... que hambre.

- ¿Qué llevas ahí? - Pregunté con curiosidad mientras masajeaba mi frente intentando aliviar el dolor.

- Donuts - Ocupó un lugar en mi cama, sentándose en el borde y me acercó la bolsa.- ¿Quieres?

Sin pensarlo dos veces, eché a un lado el enorme peluche de Mario que me había regalado Yukwon días antes y me senté en el colchón, ansioso por poder hincar el diente al dulce cuanto antes.

- ¡Si quie...¡Oish! - Solté un quejido al notar un fuerte dolor en el trasero. Fruncí el ceño y lo acaricié con cuidado.

- ¿Ocurre algo?

Me miraba con una altiva sonrisa de medio lado que yo no llegaba a comprender.

- Si. Me duele mucho el cu...

Y antes de poder acabar la frase algo en mi cabeza se puso en funcionamiento, mandándome decenas y decenas de imágenes de la noche anterior. Yo en la fiesta con Yukwon bebiendo. Kyung y la mitad de los asistentes animándome a bailar. Zico apartado en un sofá. Namjoon en el cuarto con la chica. Yo con Zico en el baño. Namjoon sacándome del baño a rastras. Yo en el coche quejándome. Él deteniendo el vehículo. Él colocándose sobre mí. Desvistiéndome. Besándome...

Toda mi cara se tornó casi tan roja como la gorra de Mario. Volví a agarrar el enorme peluche y me tumbé, con las piernas encogidas y dándole la espalda a mi compañero. ¡Auch! El dolor volvió a hacerse presente. Joder, lo sentía con cada mínimo movimiento.

- Dime que ayer no fuimos a ninguna fiesta y todo es un sueño- Rogué con la cara enterrada en la mullida almohada.

- Ayer no fuimos a ninguna fiesta. - Levanté la vista esperanzado y él mostró una burlona sonrisa.- Tampoco te emborrachaste y me buscaste por toda la casa. Nada de lo del coche sucedió, por si también te lo preguntas... Ah, y jamás utilizamos ningún lubricante rosa con sabor a frambuesa.

Abrí la boca sin poder creer sus palabras, las cuales decía sin borrar un segundo esa altanera sonrisa suya. Me estaba tomando el pelo el muy idiota. Escondí por segunda vez la cabeza, intensificando la fuerza con la que rodeaba al pobre Mario. "Tierra trágame y no me escupas hasta dentro de mil años"

- Y por último, no vayas a pensar que vengo de limpiar los restos que dejamos en el techo y los asientos de tu coche. Que va...

"Que sean dos mil años mejor..."

- ¡Namjoon!

Rió y se inclinó hacia mí apoyando su mano en mi muslo.

- Venga, no te enfades... - Comenzó a acariciar mi pierna cariñosamente, provocándome un leve y agradable cosquilleo.- Aparta ese feo cojín de en medio y mírame...

- No quiero - Respondí enfurruñado, pero aún así seguidamente levanté la cara y añadí.- ¡Y Mario no es feo!

Aprovechó el momento en el que solté mi querido peluche para quitarlo de mis manos y lanzarlo a su cama. Mario rebotó en su colchón y cayó de boca al suelo. ¡Mi Mario!

Reiníciame [BTS Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora