Australia se acerca

7.9K 586 39
                                    

Lo cierto es que todo lo bueno que sucedió en el baile fue: tener el placer de beber otras cosas diferentes al agua y tener la oportunidad de vestir un vestido largo. A parte de eso la fiesta fue bastante rollazo. El profesor Slughorn se hizo una foto conmigo para el periódico (de momento no sé si ha salido). Blaise me acosó durante toda la fiesta... hasta que uno de los "guardianes" o algo así que vigilan el colegio entró en la fiesta tirando de la chaqueta negra de Draco. Me sorprendió bastante verlo allí, de hecho estaba en ese momento hablando con Blaise cuando irrumpieron en la fiesta. Yo estaba junto con Blaise detrás de Draco en una esquina por lo que al entrar no nos vio. Cuando le preguntaron que hacía allí el admitió de mala gana que intentaba colarse. Fruncí el ceño cuando confesó porque cuando me despedí de él en la puerta de la casa Slytherin no me pareció que tuviese planeado colarse en esta ridícula fiesta. Muchos de los alumnos que no habían sido invitados se presentaron voluntarios para hacer de camareros, pero no me parece que ese sea el estilo de Draco. El caso es que cuando Snape lo echó a empujones de la fiesta sus ojos se encontraron con los míos y solo pude darle una mirada de pena y decepción. 

Apenas quedan unos días para las vacaciones de Navidad. Aquí la nieve lo cubre todo, por lo que la atmósfera navideña está más que presente. Los días son demasiado fríos para una chica Australiana... de la parte de Australia en la que nunca nieva, porque a veces nieva en las montañas (cosa que nunca he visto). 

Camino por los pasillos del colegio portando la espada de esgrima. La gente me lanza miradas como si estuviese portando un cadaver o una pistola. Solo es una espada, no es como si me fuese a poner aquí, ni en ninguna parte, a matar gente. 

Me encierro en la antigua clase del profesor Kent. Camino hasta la zona donde hay algo así como unos espantapájaros que trajo el profesor para practicar esgrima y paso por el lado del piano obviando su existencia. Solo lo he tocado una vez desde que he llegado al colegio, pero todavía no me siento lo suficientemente fuerte como para sentarme de nuevo y ponerme a tocar las teclas todos los días. 

Es por la tarde y en lugar de dejarme la falda y el chaleco del uniforme puestos me he cambiado a un conjunto mucho más deportivo. Llevo un sujetador deportivo color negro, una sudadera con cremallera gris, unas mayas hasta la pantorrilla grises también y unos deportes. ¡Vaya! Un conjunto deportivo en toda regla. 

Me paso un rato moviendo la espada en el aire y clavándola en el muñeco hasta que me doy cuenta de que algo se mueve en la clase. Dejo de mover la espada y la bajo hasta dejarla colgando junto a mi pierna. Después me giro y encuentro a Draco parado unos metros más allá. Como siempre lleva la camisa por fuera y la corbata de cualquier manera, pero no pasa nada el uniforme es un asco para todo el mundo. 

- ¿Qué haces aquí?- pregunto.- Me has asustado. 

- Pasaba por aquí y te he visto a través de las ventanas- dice señalando una ventana que da al pasillo. Después vuelve a apoyar la mano de vuelta en el respaldo de la silla de alumno.

- Eres un poco cotilla- digo haciendo una mueca y colocando los dedos para enseñarle cómo de cotilla es. Draco suelta una risa, pero por el contrario yo me pongo seria.- No estuvo bien que te colarás en la fiesta. 

Me acerco a él y coloco la espada sobre la mesa. Después tomo un vaso con agua y comienzo a beber. 

- Supongo que no podía desperdiciar la oportunidad de verte durante más tiempo con ese vestido- dice despreocupado. 

- No mientas- digo bajando el vaso.- No soy tonta. Sé que eso no es verdad. No tengo ni idea de lo que estabas haciendo en el pasillo de arriba, pero desde luego no era colarte en esa aburrida fiesta. 

- Así que fue aburrida- dice con tono de suficiencia mientras cruza los brazos sobre el pecho. 

- No me cambies de tema- le reprocho.- Estás tratando de llevar la conversación por otro camino. 

Hago una larga pausa en la que pienso bien que decir. Vuelvo a levantar la vista y lo miro a los ojos. 

- Mira, Draco. No sé lo que te traes entre manos... pero yo no soy la persona que te va a hacer preguntas. 

Draco traga saliva y asiente fuertemente. Está preocupado, lleva preocupado desde que lo conozco... pero no sé por qué exactamente y algo me dice que no quiero saberlo, que no me conviene saberlo. 

La conversación se queda ahí y los dos volvemos hasta la casa Slytherin en total silencio. No hablamos nunca más sobre el tema. En realidad, durante las clases de Pociones (que es la única en la que me siento junto a él) hablamos de cualquier otra cosa, normalmente de las pociones que estamos haciendo. Incluso por las noches cuando me siento en el sofá y contemplo el fuego de la chimenea tampoco hablamos de ello, de cualquier otra cosa... pero no de eso. 

Por fin llega el día, el día en el que todos cogemos el tren (o casi todos) y volvemos a nuestras casas para "estar con nuestras familias" para celebrar la Navidad. Minerva ha sido extremadamente considerada al haberme dejado volver para decirle adiós a mis amigos australianos. Les debo una explicación a todos ellos, aunque ya me han advertido que no puedo contar nada sobre la magia, ya me lo imaginaba. 

Draco está subiendo al tren por otra puerta junto con sus amigos Crabbe y Goyle. Esos dos chicos son como guardaespaldas o algo así, aunque rara vez durante este tiempo he visto a Draco hablar con ellos o ir por ahí haciendo bromas estúpidas como hacen esos dos. 

En la parte del tren con mesas Draco se sienta junto a sus amigos, de hecho hasta Pansy está con ellos. Es vergonzante que me sienta humillada por esta mierda, pero es así. Tener que sentarme en una de las mesas solas es una mierda, pero al menos mi tía abuela me ha devuelto definitivamente mi móvil y puedo escuchar música. 

Cuando todos los chicos y chicas estamos bajando del tren alguien toma mi brazo y me tira hacia detrás mientras trato de bajar las escaleras para salir. 

- ¡Eh!- me quejo mientras alguien tira de mí. Por unos segundos temo caerme dentro del tren sobre mi culo. 

- Tranquila. Solo quería despedirme- dice Draco cuando lo encaro. Todo el enfado que tenía sale de mi rápidamente. 

- Oh. Vale, lo siento. Es que no me gusta que tiren de mi y aún menos hacia detrás- me muerdo el labio durante un segundo tratando de buscar las palabras adecuadas que decir. Concluyo pensando que no existen palabras adecuadas cuando se trata de una despedida.- Que pases unas buenas Navidades, Draco. 

- ¿Ya está?- pregunta esbozando una sonrisa. 

- ¿Qué más quieres que diga?- pregunto sonriendo también.- Come mucho, pasa tiempo con tu familia, no te quemes con el fuego de la chimenea y espero que Papá Noel te traiga todo lo que has pedido... ¿Eso querías que dijera? 

- No...- dice al principio.- Pero supongo que no está nada mal.... digo la parte de los regalos, claro. 

- La Navidad no es solo sobre los regalos, no esperes mucho tiempo para darte cuenta de ello- digo antes de salir del tren para poder tomar un taxi hasta el aeropuerto y después subirme a un avión. 

Australia... ya vuelvo a casa. 




Miranda's Unknown Secret (Draco Malfoy) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora