Saga Elementos y Sombras I : Oscuridad Creciente

Capítulo 15

Becca POV

-¿Falta mucho para llegar? ¡Llevamos horas en este estúpido bosque! -dije por casi vigésima vez. Realmente me gustaba irritar a Sarah, era una niñita muy melindrosa.

-Becca, por favor. No estamos viajando hacia ningún sitio. Tan sólo seguimos las indicaciones de Aaron; dijo que sentiríamos una especial atracción hacia los chicos, como si nos halaran hacia ellos. – repitió irritada.

-¿Atracción?- Arqueé una ceja burlonamente- ¿Cómo sabemos si esa atracción no es una excitación que sintió, Aaron al ver al chico del aire?, dijo que era muy guapo.- Le hice un guiño. Sarah simplemente no pudo contener la risa. Por primera vez en el viaje liberaba la tensión acumulada.

-Es tu amigo- Decía sin parar de reírse- no deberías decir eso.

-Lo sé, es mi amigo. Pero un buen chico nos nubla la vista a todas, y a todos...

-¡Qué no debe estar tan guapo, seguro ha exagerado!-dijo recobrando su expresión seria.

-Si pasas tanto tiempo sin sonreír, te arrugarás muy pronto. ¡Incluso deberías estar ahora tan arrugada como una pasa!- me burlé de ella por un momento.- ¿cómo haces para conservar la piel tan tersa?

-Secretos de sirena- dijo riéndose. ¡Por fin bromeaba!

Un ruido extraño interrumpió nuestra plática. Se escuchaba como el crujir de unas hojas al ser pisadas. Antes de tener tiempo a reaccionar, una sombra salió detrás de los arbustos y me inmovilizó, sujetando mis manos en mi espalda fuertemente.

-¡Te mueves y te dejo con suficiente sangre para que haga juego con tu cabello, Rojita!- Era la voz de una chica, pero lo que menos me preocupaba era eso. Lo que me hacía temer era el sentir un objeto filoso en mi cuello. ¿A caso nos topamos con una psicópata?

-¡Becca!- Gritó Sarah asustada e intentado abalanzarse sobre la chica. Pero antes de poder hacerlo; un chico alto, fuerte y de cabello castaño casi rubio, la tomó de la mano y la arrojó al suelo. –Auch- se quejó la sirena.

-Lo siento, no me van las rubias.- dijo el chico que se había limitado a sonreír e inmovilizar el cuerpo de Sarah en el suelo, poniendo sus botas sobre su pecho.

-¿¡quién los envió!?-gritó histérica la chica tras de mí.- ¿el concejo o cazadores?

-¡Suéltenla!- Gritó Sarah, intentando luchar contra el pie del chico el cual no parecía inmutarse al sentir la fuerza de la sirena.

-¿O qué? ¿Qué harás?-gritó la chica a mi espalda

-A ti, nada. Pero a él...-dijo Sarah amenazante.

Sarah dejó de luchar contra el castaño y se relajó en su sitio. Después de eso abrió sus labios lentamente e inició a tararear una canción, cada segundo subía más el tono de su voz, mientras los dos atacantes la miraban con sorpresa. Mi oponente seguía sin liberar su agarre de mí, pero el joven que tenía a Sarah de repente dejó de presionar contra ella y se detuvo firme en su puesto. Sarah aprovechó esta oportunidad para correr hasta mí. Dejando crecer sus garras azuladas, se acercó como un tigre veloz y dio un rasguño en el brazo de la chica con el que me tenía apresada; inmediatamente esta empezó a tambalearse hasta caer al suelo. Ya no se movía, parecía un cadáver. Incluso pensaría que está muerta si no hubiera visto sus ojos posarse en Sarah y Luego en mí, se veía aterrada. Al menos Sarah no la asesinó, no liberó ningún veneno por sus garras; sólo un paralizante.

-¿qué le han hecho?- Sarah y yo nos giramos para observar al chico que nos dirigía una mirada de Odio.

-¿Cómo te has liberado de mi compulsión?- Gritó conmocionada la sirena- ¡Deberías seguir hipnotizado, bajo mi control!