Saga Elementos y Sombras I : Oscuridad Creciente

Capítulo 1

La luz del sol iluminó la habitación produciéndome ese cansancio tan familiar, ese sentimiento de debilidad. Me preparé para ir al instituto, y bajé tan rápido como pude, para encontrar a mi madre desayunando.

- Buenos días- dijo sin apartar la vista de su comida.

- Nunca tienen nada de bueno- respondí, ya debería acostumbrarme a mi rutina pero aún seguía odiándola

- Aaron, debes dejar esa actitud tan gruñona, así sólo conseguirás que los humanos se aparten de ti.

- Eso es lo quiero- murmuré

- ¿qué has dicho?- dijo sobresaltada, mirándome finalmente a los ojos.

- Nada, tan sólo que llegaré tarde. Adiós, ten un buen día.- me despedí y salí huyendo de mi casa.

Al salir de casa, el sol parecía más fuerte, así que caminé cabizbajo, con mis auriculares y mi móvil reproduciendo música a todo volumen, evitando las miradas de todas las personas que caminaban cerca de mí. Estaba tan inmerso en mis pensamientos que no escuché cuando alguien se acercó.

-¡Tierra llamando al planeta Aaron!- escuché

- ¿qué? Ah, hola Becca.- dije al reconocer a la pelirroja de ojos color avellana que había llegado sonriente como siempre. *¡Joder! ¿Es que acaso no le duele su rostro de tanto sonreír?*

-Tan encantador como siempre. Pero lo entiendo, apesta ser tú.- dijo mientras reía

-¿qué?- dije en tono ofendido

-No lo tomes a mal, es sólo que además de ir a la escuela de humanos, debes hacerlo en la mañana. ¿No se supone que a los Mythis de la oscuridad los debilita salir en plena luz del día? Además, no creo que eso ayude mucho - dijo mientras señalaba mi ropa, con la cual me cubría lo más posible de la luz- Aunque si lo que buscas es tener pésimo sentido de la moda, lo estás haciendo bien.

-Sólo me debilita un poco, no es para tanto. Y no estoy de humor para que critiques mi forma de vestir, no hoy.

-En fin, allá tú si quieres seguir como el chico del instituto que sólo tiene una amiga. Por cierto, ¿tu madre ya te ha dicho sobre la reunión de esta noche? Todos los Mythis deben asistir, aunque sean neutrales como nosotros. y por asistir, ¡también me refiero a ser puntual! debemos estar allá a media noche. 

-No, realmente no lo sabía. Igual detesto esas reuniones. 

-Pues tendrás que detestarlas otro día, hoy debes asistir. Recuérdaselo a tu madre. Y por favor, evita que algún humano te vea salir de casa después del toque de queda.- dijo preocupada- Podrían sospechar. Ya sabes, aunque seas un pésimo amigo igual me preocupo por ti.- dijo mientras entrábamos al instituto y ella se abría camino hacia su salón.- Cuídate, te veo esta noche.

-Adiós- dije, aunque ella ya estaba inmersa en la multitud de alumnos que recorrían los pasillos.