26- Un golpe de suerte

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-Vale, Emmy, tranquilízate. Piensa que todo va a ir bien. Eres genial, seguro que no pasa nada.

-¡Pero creo que me estoy precipitando! ¡Ni siquiera se lo he dicho a Jake! ¡Y ME SIGUE BUSCANDO NOVIO!

-Bueno, últimamente no estaba muy hablador... desde el día de la obra de Nil, ¿no?

-Cierto... y no me ha dicho nada... si no te tuviera a ti, Mary...

-Venga, venga, anímate. Ahora lo que necesitas es el valor necesario para decirle a Nicole que te gusta.

-Uf... gracias por todo, eres la MIERDA YA VIENE POR AHÍ.

-VALE, VALE, TRANQUILÍZATE.

-¡TRANQUILÍZATE TÚ!

-Vale, vale, en cuanto te conteste dices que tienes que ir al baño y me dices qué tal con un mensaje, ¿sí?

-De acuerdo. Gracias, Mary. Eres la mejor- Emmy colgó y miró preocupada la pantalla. Desde que Mary se enteró de lo de Nicole, la había animado a decírselo y, al final, la había convencido. A pesar de que al principio no le caía bien...

Habían quedado en una cafetería que le encantaba a la pequeña para explicarle como se sentía. Y no podía estar más horriblemente nerviosa.

-¡Hola, Emmy!- pegó un salto al ver a Nicole de repente a su lado, radiante como el mismo sol.

-¡H-hola!- ante la temblorosa voz de Emmy, la de pelo negro la miró extrañada y volvió a su sonrisa habitual.

-¿Estás bien?

-S-sí, claro, vamos.

Pasaron un rato hablando, en el cual la de mechas azules consiguió relajarse un poco. Como siempre, hablaban con facilidad y lo pasaban bien juntas. Hasta que Nicole abrió la caja de Pandora.

-Oye, ¿decías que tenías algo que decirme?- Emmy se tensó de golpe y empezó a juguetear con las manos, bajando a la vez su mirada y tono de voz.

-Bu-bueno, es que, verás... no quiero que pienses que soy una rarita, pero... no nos conocemos mucho, y, bueno...

-Para, Emmy- la mayor la miró, asombrada ante su tono serio y, también, por el hecho de que la había interrumpido-. Mira... creo que sé por dónde vas... y, ya sé que no te lo he dicho, pero... tengo novio- la de mechas azules sintió unas ganas tremendas de salir corriendo de allí, de que la tierra la tragara o de cualquier otra situación fuera de contexto y sin sentido alguno. Pero, sincerándose consigo misma, estaba más sorprendida y avergonzada que deprimida-. Además, no quieras engañarte a ti misma. Sé muy bien quién es la persona que te gusta realmente. Y esa persona no soy yo.

Emmy endureció su rostro y se levantó de inmediato al ver hacia dónde iba la conversación.

-Perdón, voy al baño.

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-De acuerdo. Gracias, Mary. Eres la mejor.

Mary escuchó el pitido insistente que provenía de su móvil, indicando que su mejor amiga había cortado la llamada. Suspiró y se dejó caer en el sofá.

La verdad era que aquello de Nicole le había pillado por sorpresa. Ya sabía que Emmy era bisexual, pero nunca le había contado que le gustaba una chica. Bueno, la verdad era que Emmy nunca le había contado quién le gustaba nunca, al contrario de ella, que siempre le contaba sus problemas amorosos. En cuanto le confesó que le gustaba Nicole sintió algo extraño... estaba feliz de que hubiera encontrado a alguien que le gustara de verdad. Esa rabia que siempre sentía por todo lo que se acercaba a ella... era simple miedo a que fuera herida. ¿Y si la atacaban para luego hacerle daño? ¿Y si alguien tenía malas intenciones? Pero, en cambio, si era ella la que decidía sus sentimientos...

Pasó un rato dando vueltas en el sofá, andando de un lado a otro de la casa, leyendo manga y comiendo lo que fuera que había en la nevera. ¿Por qué estaba tan nerviosa? Buf...

Pasada una media hora repleta de tensión, sonó su teléfono, anunciando que le había llegado un mensaje. Se abalanzó hacia él y lo desbloqueó para encontrarse con un mensaje de su mejor amiga.

"Tiene novio. Mala suerte..."

Se le partió el corazón en cuanto lo leyó. Pero la sensación fue muy distinta cuando recibió el siguiente mensaje.

"Duele..."

¿Duele? ¿Qué se suponía que quería decir eso? Un fuerte calor comenzó a crecerle desde el estómago. Sin contestarle, se levantó y salió de casa sin avisar a sus padres. Le caería una buena bronca, pero en ese momento estaba fuera de sí. ¿Cómo se atrevía esa tía a hacerle daño a su Emmy?

Roja de rabia, corrió hasta la cafetería que Emmy le dijo que le gustaba tanto a Nicole, ya que sabía que se encontrarían ahí. Abrió la puerta bruscamente y buscó con la mirada a la chica bajita de abundante pelo negro. En cuanto la localizó, fue hacia su mesa y estampó los puños en esta, haciendo que la chica se levantara del susto.

-Tú... ¿Qué le has hecho?

-¿Q-qué?- no se notaba nerviosa, más bien confundida. La ira de la morena aumentó con tan solo escuchar su voz.

-¿¡Tú sabes lo que es Emmy!? ¿¡Sabes que es lo mejor con lo que puedes estar!? ¿¡Por qué le haces daño de esta forma!?- la otra, para su sorpresa, rió sarcásticamente, un gesto que nunca había visto en ella. Siempre la veía sonriendo o escondiendo la cara con vergüenza.

-Mira, bonita, yo no tengo por qué salir con nadie porque sea como sea. Yo tengo novio, y no hay más que hablar. Además, yo no le gusto realmente a Emmy, así que no le he hecho tanto daño, tranquila.

Mary la fulminó con la mirada, conteniendo sus impulsos asesinos y arrepintiéndose de no haber traído su katana. La gente empezaba a mirarlas y a cuchichear, pero poco le importaba.

-¿¡Por qué dices eso!? ¡Se te ha confesado! ¿¡Por qué iba a hacerlo si no es porque le gustas!?- la bajita rió y la retó sin palabras.

-Solo se engaña a sí misma. La persona que realmente le gusta... eres tú.

Mary sintió como si su cuerpo se enfriara de golpe, como un cubo de agua helada. ¿Qué tontería era esa? Ella no le gustaba a Emmy. No era posible. Pero el calor de su cuerpo volvió, y esa vez sí que no pudo contenerse. Estampó su mano contra la cara de Nicole con todas sus fuerzas. La pequeña se quedó inmóvil por un segundo, pero apretó los puños y la miró con unos ojos que no parecían los suyos.

Mary sintió miedo, pero solo durante una milésima de segundo, ya que a la siguiente el puño de Nicole le estaba girando la cara con una fuerza impresionante que parecía no caber en el pequeño cuerpo de la chica, tan exagerada que le hizo perder el equilibrio, desplomándose en el suelo.

-¿¡Mary!? ¿¡Qué haces aquí!? ¿¡Estás bien!?- la voz de Emmy se hizo notar entre todo el barullo que se había formado en un segundo. Se agachó a su lado y la ayudó a incorporarse en el suelo.

-S-sí, pero ella...- buscó de nuevo a Nicole, y la encontró saliendo por la puerta de la cafetería. Pero, antes de salir, se giró para dedicarle una sonrisa cínica y, luego, seguir su camino. Mary apretó la mandíbula, sintiendo que podía explotar en cualquier momento a causa de la rabia y el deseo de matarla con sus propias manos para luego comérsela. No se olvidaría de esta, no. Ni hablar.


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Puhoy, repollos queridos <3 Hoy es martes de Whatever y con Whatever me refiero a PELEA DE GATAAAAS UOOOOOOOO okno, vale. Pero salseo no me diréis que no os doy. ¿A Emmy le gustaba realmente Nicole o lo hacia, como ella dice, para engañarse a si misma? ¿Y si a Emmy le gusta Mary? ¿Y si todo el mundo está equivocado y en realidad le gusta Nil? OKNO Perobuehhhh. Muchas gracias por estar aquí otra vez, espero que os haya gustado leerlo casi tanto como a mi escribirlo, los comentarios siempre me sacan una sonrisa yyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy ¡Mucho lof para vuestros bodys! <3<3<3 



Whatever (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora