4.11

185 40 3
                                    

Un crack provocó que Xavier levantara la mirada de sus libros, frunciendo su ceño al ver a Kreacher allí, frente a él, en una de las tantas mesas de la biblioteca, estando en la más escondida de los ojos de Madame Pince.

—Kreacher, ¿Qué haces aquí?—Murmuró el chico, agachándose a la altura del elfo doméstico—. Deberías estar en casa, con Sirius.

—Amo Xavier—Murmuró el elfo, pareciendo que estaba al borde del llanto—. Hay tantas cosas que me han prohibido a Kreacher decirle... El Amo Sirius ha prohibido muchas cosas y Kreacher ha tenido que acatar órdenes de ese...—El elfo quiso maldecir, pero claramente, no podía—. Kreacher ha tenido que acatar órdenes del amo Potter, y no ha vuelto a la Honorable casa Black desde la Navidad.

Los ojos de Xavier se abrieron en grande por sorpresa, pero terminó frunciendo su ceño con cierta molestia.

—Puedes decirme todo lo que te han prohibido, Kreacher—Murmuró el chico, dispuesto a oír al elfo.

Xavier Black no tardó en enterarse de muchas cosas, desde que Sirius le había obligado a trabajar en las cocinas del castillo desde comienzos del invierno, hasta que Harry Potter le tenía como espía de Draco junto a Dobby, solicitando informes de sus movimientos.

—Harry Potter ha ordenado a Kreacher a vigilar a su propio Amo Xavier, pero Kreacher no puede traicionar a su Amo—El elfo comenzó a sollozar, pero Xavier no tardó en hacerle callar.

—No llores, ya todo está bien, Kreacher, no estoy enojado—El elfo se limpió la nariz con su prenda harapienta—. Te agradezco que me hayas dicho lo que ha pasado a mis espaldas. Vuelve a casa, ¿Sí? Si Sirius vuelve a obligarte a volver a las cocinas, ven a verme. Saluda a mi madre de mi parte, por favor.

El elfo asintió con su cabeza, y con un chasquido, volvió a desaparecer, dejándole completamente solo allí. Xavier recogió sus libros lo más rápido que podía, y caminó fuera de la biblioteca. El reloj en su muñeca indicaba que era medio día, y la mayoría de los estudiantes se encontrarían en el Gran Comedor para el almuerzo, por lo que no tardó en caminar hacia ese lugar, esperando encontrar a su primo, porque tenía que advertirle.

Entró al Gran Comedor al mismo tiempo en que veía a Potter pasar junto a él para salir del lugar, viendo como Lea se acercaba rápidamente hacia él.

—Potter va detrás de Draco—Se apresuró en hablar la chica—. No entiendo qué ha pasado, solo salió persiguiéndolo luego de intercambiar palabras con la chica Bell.

Su mirada fue hacia la mesa de Gryffindor, encontrándose con los ojos de Hermione, quien le miraba con cierta preocupación. Apartó su mirada y se dio media vuelta para salir de allí, porque era obvio que su propia novia sabía qué estaba ocurriendo.

Sus pasos eran rápidos, porque tenía que alcanzar a Potter antes de que algo malo sucediera. Bajó hacia las mazmorras, y pudo oír chillidos femeninos que rápidamente asoció a Myrtle la Llorona, quien constantemente vagaba por los baños de chicas, aunque parecía ser una ocasión especial al oírle en un baño de chicos. Y supo que tenía razón cuando la forma fantasmal de la chica pasó sobre su cabeza.

Xavier tuvo que lanzarse al piso cuando un hechizo casi impacta con su cabeza, y cuando pudo recobrar su compostura, logró ver desde su posición como Harry Potter mantenía un duelo contra Draco en aquel baño. El rostro de Draco estaba rojo, y pudo darse cuenta que estaba llorando cuando se acercó más a ellos.

—¡¿Estás loco, Potter?!—Xavier se interpuso entre ellos, esquivando el hechizo de Harry con un Protego no verbal—. ¡¿Te gusta hechizar gente por diversión?!

—¡Sé lo que le hizo a Katie, le lanzó una maldición!—Exclamó Harry, y Xavier pensó que los hechizos se detendrían, pero parece que fueron con más furia en su dirección—. ¡Sé lo que ustedes hacen en la Sala de Menesteres!

Xavier sintió su cuerpo tensarse, pero mantuvo su rostro inexpresivo mientras que evitaba los hechizos del Elegido como si fueran prácticamente nada, escuchando los sollozos de su primo a su espalda.

—¡Los dos son mortífagos!—Una risa escapó de la boca de Potter, y parecía haber perdido completamente el juicio en ese momento—. ¡Hermione sigue reacia a saber que eres un mortífago, Xavier! ¡Pero será más interesante saber la reacción de Sirius!

Y Xavier flaqueó en ese momento, porque se había dedicado a no levantar sospechas de manera minuciosa, porque no quería que Sirius ni Hermione se enteraran de ello, no hasta que él tuviese la suficiente valentía para decirles que, prácticamente, había entregado su alma a un demonio en carne propia.

El chico lanzó un Expelliarmus que mandó a Harry Potter directamente al piso con su varita a unos metros de él, el cual se encontraba inundado luego de romper la mayoría de los lavamanos de ese baño con aquel intenso duelo.

—Deberías dejar de delirar—Murmuró Xavier—. Y Déjanos en paz. Sé que has enviado a Kreacher a vigilarme, pero deberías saber que nunca será fiel a alguien como tú.

—¡No mereces nada en la vida, Xavier Black!—Soltó Potter, levantándose lentamente del piso—. ¡Sectumsempra!

Black no supo cuando Potter había tomado su varita, ni tampoco supo cómo le había tomado tan desprevenido para no poder esquivar aquella maldición que le empujó de golpe al suelo, sintiendo el frío calar sus huesos, al mismo tiempo en que sentía su cuerpo liviano. Al pasar su mano por sobre su torso, sintió húmedo, pero no era del agua que le rodeaba, porque su mano terminó con una coloración rojiza, y supo que la humedad provenía de su propia sangre, que no dejaba de salir de su torso y de las pequeñas cortadas en su rostro.

La voz de su primo se escuchaba lejana, y el chapoteo del agua era constante. Sus ojos enfocados en el techo fueron ahora a la persona que tapó su visión, logrando identificar apenas al profesor Snape, quien comenzó a murmurar unas palabras desconocidas, apuntando hacia las dolorosas heridas que le mantenían inmóvil en el suelo.

                                                  

—Tengo que llevarte a la enfermería—Habló Snape, cuando terminó de murmurar ese hechizo—. Quizá te queden cicatrices, pero si tomas díctamo inmediatamente tal vez te libres de eso...

No pudo seguir escuchando, porque su cuerpo cedió a la oscuridad.

UNDER CONTROL  ━━ hermione grangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora