3.14

407 72 3
                                    

Xavier caminó por el largo pasillo sintiendo los pasos del profesor Snape a su espalda, hasta que ambos se detuvieron frente a la oficina de Umbridge. Cuando la puerta fue abierta por la mujer, dejó que el mayor ingresara primero, para luego hacerlo él.

Observó el panorama con recelo, manteniendo su semblante frío cuando repasó con la mirada a cada persona dentro de esa oficina. Nadie podría hacerse la idea de qué hacía Potter dentro de la chimenea de Umbridge, siendo custodiado por Hermione y Ron, junto a Ginny, la hermana menor de Weasley, Neville Longbottom, otro chico de Gryffindor, y Luna Lovegood, una extraña chica de Ravenclaw; pero era bastante claro que parecía que no saldría ileso de ello cuando Umbridge le encontró, y el resto de sus amigos fueron aprisionados por la Brigada Inquisitorial. 

—¿Quería verme, directora?—Cuestionó Snape, arrastrando las palabras, con aparente aburrimiento. 

—Profesor Snape—Umbridge sonrió ampliamente, sin soltar el cuello de la camisa de Potter—. Sí, quisiera otra botella de Veritaserum, por favor. Tan rápido como pueda. 

—Usted se llevó mi última botella para interrogar a Potter—Contestó el jefe de la casa de Slytherin—. Le dije que con tres gotas era suficiente, ¿Lo usó todo?—Umbridge no contestó, pero su rostro se tornó rojo de vergüenza—. Si requiere más, tendrá que esperar un mes. La poción toma un ciclo lunar para madurar. 

—¡¿Un mes?!—El chillido de Umbridge hizo que la mayoría apretara sus ojos—. ¡La necesito ahora, Snape! ¡Potter usó mi chimenea para comunicarse con una persona.

La mirada de Xavier se detuvo en Potter al notar que su cuerpo parecía endurecido, mirando fijamente al profesor Snape. ¿Qué estaba tratando de decir? O más bien, de dejar al descubierto, por lo que el chico, solamente, entró a la mente de Harry Potter en un parpadeo.

Era claro que Xavier Black estaría adiestrado en el uso de la Legeremancia, al igual que en la Oclumancia, pero era algo que nadie tenía en conocimiento al haber sido totalmente autodidacta en ello, con la ayuda de los antiguos libros de la biblioteca de la honorable casa de los Black, los cuales había leído y releído varias veces durante sus vacaciones, pero era algo que solo utilizaba cuando era estrictamente necesario. Como ahora.

Por un momento, Xavier no creyó lo que veía en la mente de Harry Potter, se rehusó totalmente. Pero cuando la frase "Voldemort tiene a Sirius en el Departamento de Misterios" se repitió en bucle dentro de la mente de Potter, su seguridad comenzó a flaquear. 

—¡Tiene a Canuto!—Gritó Potter—. ¡Tiene a Canuto en el lugar en que está escondido! 

Xavier se dio cuenta que era real, por la deliberada forma en que Potter había tratado de detener que Snape se fuera de la oficina.

—¿Canuto?—Exclamó Umbridge, sin entender—. ¿A qué se refiere Potter, Snape? ¿Quién es canuto?

Xavier miró de reojo a Lea, quien se encontraba en un extremo del lugar, sosteniendo a Hermione. La chica le miró con preocupación, porque claramente sabía quién era Canuto y quién lo tenía.

—No tengo idea—Respondió finalmente Snape, siguiendo con su camino y saliendo de esa oficina.

Umbridge refunfuñó por lo bajo, y se movió de manera inquieta por la oficina cuando obligó a Draco a sostener a Potter, como si estuviera debatiéndose en su interior.

—Me estás obligando, Potter—Habló finalmente la mujer, jugando con su varita entre las manos—. Pero las circunstancias justificarán su uso, el Ministro entenderá que no tuve alternativa...—Umbridge suspiró, aparentando tranquilidad—. La maldición Cruciatus le soltará la lengua y hablará, finalmente. 

—¡No!—Exclamó Hermione, forcejeando con Lea—. ¡El Ministro no querría que quebrantara usted la ley, Profesora Umbridge!

—Cornelius Fudge no lo sabrá—Respondió Umbridge, apuntando a Potter con su varita—. Nunca supo que ordené a los dementores que fueran tras Potter el verano pasado, pero estaba encantado de tener la oportunidad de expulsarlo. Lograste escapar de esa, Potter. Pero... hoy no...

—¡Hay que decirle, Harry!—Exclamó Hermione, con las miradas sobre ella. Sus lágrimas no tardaron en caer por sus mejillas—. ¡De todas formas se enterará!

—¡Dilo, querida, dilo!—Umbridge chilló, dejando de apuntar a Potter para dirigir su atención a Granger.

—Estábamos... Intentando comunicarnos con el profesor Dumbledore...—Umbridge la interrumpió.

—¡¿Saben donde está Dumbledore?!—Exclamó ansiosa.

—Bueno... Hemos intentado comunicarnos con el en el Caldero Chorreante, en el Callejón Diagon y en Las Tres Escobas; hasta en La Cabeza de Cerdo...

—¡Niña idiota, Dumbledore no va a estar sentado en una taberna cuando todo el Ministerio lo está buscando!- gritó Umbridge, exasperada.

—¡Pero necesitamos decirle algo muy importante! ¡Necesitamos decirle que está listo el arma!—Exclamó nuevamente Hermione, siendo lo necesario para atraer la absoluta atención de Umbridge. 

—Llévame con esa arma—Ordenó Umbridge. 

—No se la mostraré a ellos—Hermione apuntó a todos los Slytherin, para luego volver a tapar su rostro con sus manos. 

Luego de otro breve intercambio de palabras, Umbridge abandonó la oficina junto a Potter y Granger, dejando a la Brigada Inquisitorial cuidando al resto del grupo de Potter. Y Xavier se cuestionó un poco lo que estaba por hacer, pero sabía que Draco le perdonaría en un futuro, y esperaba que el resto de sus amigos también le perdonara. Compartió una nueva mirada con Lea, y le asintió con su cabeza.

—¡Desmaius!—La voz de Lea fue la única que resonó en la oficina, porque Xavier ya sabía realizar hechizos no verbales, por lo que no fue necesario decirlos para que su primo cayera desmayado junto a Weasley chica. 

Xavier sintió la mirada confusa de los Gryffindors cuando guardó su varita nuevamente en su túnica, sintiendo como Lea se acercaba a él, aunque no fue por mucho tiempo, acercándose a Ron Weasley en tan solo dos pasos, tomándole por el cuello de la camisa

—¿Qué tan cierto es que Voldemort tiene a mi hermano, Weasley?—Cuestionó, con cierto enfado en sus palabras—. Porque si es solo una tontería, seré yo quién utilice maldiciones hoy, y contra ti—. El chico no conestó—. ¡¿Es cierto que Voldemort tiene a Sirius en el Departamento de Misterios?!

—¡Sí, sí!—Exclamó el pelirrojo, y Xavier dejó que se alejara cuando luchó contra su agarre—. ¡Harry lo ha visto! ¡Lo vio de la misma forma en que vio a mi padre siendo atacado por esa serpiente!

Y fue ahí cuando Xavier sintió miedo de saber lo que venía ahora. 


UNDER CONTROL  ━━ hermione grangerWhere stories live. Discover now