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Luego de lo ocurrido en el Departamento de Misterios, al fin del sexto año de escuela de Xavier, se había declarado la Segunda Guerra Mágica, y al mismo tiempo, algunas cosas buenas habían sucedido.

Sirius Black había sido declarado como inocente, ya que se había comprobado que Peter Pettigrew estaba vivo cuando los Aurores le atraparon en una redada, pero como la rata que era, había escapado antes de que su destino fuera estar en Azkaban. Por consiguiente, Sirius no había tardado en adquirir la completa tutela de Harry Potter, quien parecía rebosar de felicidad al saber que no tendría que vivir más con su familia muggle, ni soportar sus maltratos.

Grimmauld Place había pasado a ser hogar también de Harry, algo que todavía Xavier no podia acostumbrarse, pero que tenía que aceptar; lo bueno era que ya no funcionaba como un cuartel de la Orden del Fenix, y ya no parecía ser un hotel como el verano pasado.

De la misma forma, Xavier Black, al término de su sexto año, había aceptado que su amistad con Benjamin Collins y Cho Chang había muerto, pero que atesoraría por siempre, lamentándose por las circunstancias que habían provocado el fin para esa relación de amistad.

—Harry, ¿Tienes tu baúl listo?—La voz de Sirius se escuchó en el segundo piso de la casa Black—. ¡Recuerda que iremos donde los Weasley hasta que regreses a Hogwarts!

El menor de los Black suspiró mientras tomaba su taza de té, leyendo El Profeta con desinterés. Él también había sido invitado a la Madriguera, pero había declinado totalmente con la excusa de su preparación para los E.X.T.A.S.I.S que rendiría ese curso, su séptimo y último año en Hogwarts, y también, considerando pasar las últimas semanas con Lea.

Xavier vio a su hermano mayor entrar a la cocina con una sonrisa decorando su rostro, sintiendo como este desordenaba su cabello como saludo antes de sentarse a desayunar.

—¿Irás, al menos, a cenar a la Madriguera, Xavier?—Preguntó Sirius, quitándole el periódico de las manos para llamar su atención—. Sabes que a Molly ni a Arthur les molesta tu presencia.

—Pero al resto sí, obviamente—Añadió Xavier—. Todo sería más fácil si tan solo no existieran los prejuicios que tienen contra mi al saber a qué casa pertenezco.

—Tampoco es como si demostraras lo contrario—Continuó Sirius—, estuviste el curso pasado apoyando a Umbridge.

—Nunca la apoyé—Xavier frunció el ceño—. La diferencia de los Gryffindors con los Slytherins radica en la astucia. Fui astuto porque le mostré a Umbridge lo que quería ver, y así, conseguí lo que quería conseguir: Inmunidad y una fácil forma de ir contra ella. Y tu también eres Gryffindor, así que no creo que lo entiendas.

Regulus Black, su hermano fallecido, llegó a la mente de Xavier, sabiendo que, si se hubiesen conocido, podrían entenderse completamente.

—Tienes razón, Xavier—Sirius pasó sus manos por su rostro—. Estoy siendo prejuicioso, lo siento. ¿Narcissa no ha vuelto a escribirte?

Xavier negó. Desde que se supo que Kreacher había sido quien informó a Narcissa Malfoy que Sirius era un punto débil de Harry Potter, y que Lucius Malfoy era un mortífago buscado, no había recibido carta alguna de ellos, ni tampoco de Draco.

Aunque eso era a los ojos de Sirius, porque su contacto con aquella parte de su familia no había terminado considerando al huésped que tenían en la mansión Malfoy.

—Kreacher tiene prohibido volver a la mansión de los Malfoy y obedecer ordenes de Narcissa—Añadió Xavier, terminando su té—. No creo que sea necesario preocuparnos en demasía por ella.

Los apresurados pasos que se acercaban a la cocina hicieron que la conversación entre ambos Black muriera allí. La puerta de la cocina se abrió se golpe, dejando ver a un agitado Harry Potter.

—Dumbledore me ha escrito una carta—Fue lo primero que dijo, para luego sentarse junto a ellos—. Vendrá por mi esta noche, y luego me acompañará a la Madriguera.

—Así lo informó a la Orden la noche anterior—Afirmó Sirius—, aún así, esperaré que venga por ti antes de irme con los Weasley.

[...]

Sirius y Xavier aparecieron en los terrenos de la Madriguera a las 11:02 pm, caminando juntos hacia la puerta más cercana, siendo la puerta de la cocina. Oyeron el ajetreo al otro lado cuando Sirius tocó la puerta, siendo seguido por una voz femenina.

—¿Quién es?—Cuestionó la señora Wealsey—. ¡Identifíquese!

—Somos Sirius y Xavier, Molly—habló el mayor de los Black.

La puerta no tardó en abrirse, dejando ver a la señora Weasley con una amplia sonrisa.

—¿Qué esperan? ¡Entren!—Exclamó en un cariñoso tono de voz. Xavier se quedó congelado cuando la mujer le abrazó por unos segundos—. ¡Sirius dijo que no vendrías, Xavier! ¡Me alegra verte!

—Me quedaré esta noche—Mencionó el chico—, luego volveré a Grimmauld Place para seguir estudiando para los E.X.T.A.S.I.S.

Aún le era incomodo a Xavier la actitud y afecto de Molly Weasley, afecto que había aparecido cuando se enteró que había salvado a Ginny de ser atacada por un mortífago a finales del curso pasado, hace más de dos meses.

—¿Ya cenaron?—Cuestionó la señora Weasley, al mismo tiempo que agitaba su varita, provocando que unos platos sucios sobre la encimera de la cocina volaran al lavaplatos, comenzando a limpiarse por sí solos—. Hemos terminado de cenar hace unos minutos, pero ha sobrado comida.

—Aún no—Respondió Sirius por ambos—, hemos esperado que Dumbledore fuera por Harry para aparecernos aquí.

—Entonces, ¡Siéntense!—La señora Weasley tomó a ambos por los hombros y les guió hacia el comedor, obligando a sentarse a ambos—. Están muy flacos, no les vendrá para nada mal una sopa de res.

Sirius y Xavier comieron en medio de una superficial charla con la compañía de Molly Weasley, sin profundizar en temas que estuvieran relacionados con Voldemort. El más joven dejó a los adultos conversar entre ellos cuando el señor Weasley se les unió junto a Remus Lupin, saliendo de la casa para tomar un poco de aire antes de ir a dormir.

Del bolsillo de su abrigo sacó una cajetilla de cigarros muggles, colocando uno de ellos entre sus labios antes de encenderlo con ayuda de su varita. Había visto a muchos muggles haciendo ello, y la curiosidad había terminado por ganarle, y de alguna forma, le hacía sentir menos ansioso de lo normal.

—Fumar provoca cáncer pulmonar—Xavier oyó un suave murmullo junto a él, sin dudar dos veces antes de dirigir su mirada a Hermione—. Es cuando las células de tu cuerpo sufren metástasis, lo que termina generando la muerte.

—Fingiré que entiendo de lo que hablas—Respondió el chico, exhalando el humo que había acumulado en unos segundos—. ¿Le temes a la muerte, Hermione?

La pregunta surgió de la nada, y Xavier vio como Hermione meditó en silencio, apretando sus labios. Sus ojos se conectaron, y el chico vio brillar los ojos de la chica bajo la luz de la luna.

—Sí—Respondió Granger—, como cualquier persona, supongo.

—No deberías—Añadió Xavier—, porque yo haría todo para evitar que alguien te haga daño, y haría todo para evitar que me dejes solo aquí.

UNDER CONTROL  ━━ hermione grangerWhere stories live. Discover now