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A las 7 en punto de la mañana siguiente, Xavier ya se encontraba en el gran comedor recibiendo su horarios de manos del profesor Snape, dispuesto a organizar su horario con el resto de sus actividades extracurriculares, es decir, quidditch, entrenamientos que ya estaban fijados por el capitán del equipo, y sus actividades obligatorias como prefecto. 

Ese día tenía dos clases de pociones en la mañana, seguido de una clase de  defensa contra las artes oscuras y, por último, dos clases más de encantamientos. No parecía ser un día tan pesado, afortunadamente. 

Lea llegó tiempo después al gran comedor, sentándose junto a él a desayunar y discutir su horario, el cual era prácticamente el mismo, porque la chica había deseado ser Sanadora desde pequeña, optando por las mismas asignaturas que Xavier, siendo otra de las cosas que tenían en común. 

—Hermione Granger me está mirando feo—Soltó Lea, con un cupcake a medio comer en su boca—. ¿Hablaste con ella anoche? Llegaste muy sonriente a la sala común...

Xavier apartó su mirada del diario El Profeta que le había quitado a su amiga para leer, dirigiéndola hacia la chica mencionada. El chico Black no tardó en soltar una risotada burlona al percatarse de la mirada que Hermione le regalaba a Lea, aunque cuando sus ojos se toparon, la chica no tardó en esconder su rostro detrás de un libro, fingiendo naturalidad. 

—Ayer mencionó que le agradabas—Añadió Xavier, volviendo su vista al papel en sus manos—. Aunque, al parecer, no era muy cierto ello...

—Pelearse por un chico está pasado de moda—Repuso Rosier, limpiando sus labios con la manga de tu túnica—. Estamos en 1995, no en 1795. Aunque a las chicas se les olvida eso cuando te ven, parece que en cualquier momento saltarán sobre ti. 

—Eres una dramática, Lea Rosier—Xavier rodó sus ojos antes de dejar salir una pequeña risita, levantándose del lugar que ocupaba en la mesa de Slytherin, dispuesto a dirigirse a su primera clase—. Me adelantaré a las mazmorras para conseguir buenos lugares. Apresúrate en tragar. 

El chico Black caminó con elegancia natural entre las mesas del gran comedor, saliendo finalmente de este a un paso tranquilo, el cual fue interrumpido cuando sintió que alguien se colgaba en su espalda. Podría haber reaccionado como una persona digna de Slytherin y, simplemente, maldecir con su varita a quien sea que se había subido a su espalda, pero el semblante del chico se relajó al oír la burlesca risa de Benjamin Collins en conjunto con la suave risa de Cho Chang. 

—¿Ahora tienes complejo de simio, Benny-Boo?—Exclamó con gracia el chico Black, separándose de uno de sus mejores amigos, y comenzando a caminar junto al par de Ravenclaws.

—Había olvidado ese ridículo apodo—Soltó Ben, bufando suavemente—. ¿Acaso ya no puedo demostrar mi aprecio a mi mejor amigo? Cho no se molesta cuando le abrazo como si fuera un oso de felpa. 

—No me molesto porque apenas me llega oxígeno al cerebro cuando me abrazas—Respondió la chica, quitando algunos cabellos de su rostro—. Ahora, muevan el trasero ustedes dos. Desgraciadamente, tenemos pociones ahora. 

A diferencia de Xavier, el par de Ravenclaws había escogido continuar con las mismas asignaturas del chico Black con el propósito de convertirse en aurores, algo demasiado Gryffindor de parte de ellos, pero eso no quitaba la pequeña emoción que sintió el Slytherin al saber que compartiría todas las clases con sus amigos.

Siguieron el resto del camino a las mazmorras hablando sobre lo que habían hecho esas vacaciones, porque, a pesar de haber compartido algunas cartas en el verano, era mucho mejor hablar sobre ello frente a frente,  a pesar de lo desgraciado que había sido para algunos, como Cho, quien parecía seguir lidiando con la muerte de Cedric en silencio y tratando de mantenerse al margen. Lea no tardó en unirse a la conversación cuando les alcanzó casi llegando al salón de pociones, apresurándose en adueñarse de una mesa para el grupo de Slytherins y Ravenclaws en este. 

No fue de esperar que, apenas el profesor Snape puso un pie en el salón, le restara algunos puntos a los Gryffindors que habían decidido continuar con esa asignatura posterior a los T.I.M.O.S, provocando la risa de algunos, incluido Xavier. La clase fue bastante agotadora, porque era clara la exigencia superior para los E.X.T.A.S.I.S en el tipo de pociones a preparar, y haber comenzado con el Filtro de Muertos en Vida había sido realmente desgastante, aunque, afortunadamente, Xavier logró obtener una poción destacable por sobre el resto. 

—Estuve treinta minutos tratando de obtener el jugo de grano de sopóforo y lo único que recibí fue una gota y casi pierdo un dedo en el intento—Se quejó Lea apenas puso un pie fuera del salón de pociones—. Ya quiero que acabe el curso. 

—Yo también—Añadió Ben, caminando desganado—. Snape se deshizo de mi poción a la mitad porque era un desastre. Al menos no le quitó puntos a Ravenclaw. 

Xavier se limitó a escuchar las quejas de sus amigos, pero su mirada se desvió del camino cuando se percató de que Cho no se encontraba con ellos, aunque logró verla a unos metros más adelante, hablando con Harry Potter, mientras que Granger y Weasley se encontraban junto a este. El chico frunció su ceño cuando Cho dio media vuelta y se dirigió a ellos luego de intercambiar un par de palabras más con el trío, percatándose del ceño fruncido de la asiática.

—¿Te han dicho algo para molestarte?—Xavier fue el primero que habló apenas llegó la chica.

—Ronald Weasley es un idiota—Respondió la chica, rodando los ojos—. Ni siquiera le hablé a él en primer lugar, y no ha tardado en criticarme por mi insignia de los "Tornados". 

—Es un bruto—Añadió Ben, abrazando a Cho por los hombros—. Fred y George son más agradables. Y sus artículos de bromas son geniales. 

El grupo de amigos retomó su camino, porque solo quedaban unos minutos para el inicio de la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, la que, claramente, sería interesante. 


UNDER CONTROL  ━━ hermione grangerWhere stories live. Discover now