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El salón de Defensa Contra las Artes Oscuras parecía algo distinto desde el último curso, y algo que definitivamente había cambiado era el aroma en el lugar, porque el perfume de rosas le provocó estornudos a Xavier y a otros chicos más en aula. 

El chico Black tomó asiento en una de las mesas en la mitad del salón, sin estar demasiado al frente ni muy atrás, quedando con Lea a su izquierda y con el par de Ravenclaws frente a ellos. El grupo logró percatarse de la presencia de la profesora Umbridge frente a todos, junto al pizarrón que describía los objetivos del curso: Entender los principios de la magia defensiva, aprender a reconocer situaciones en las que podemos usar la magia defensiva legalmente, situar el uso de la magia defensiva en un contexto para su uso legal. 

—¡Buenos días, estudiantes!—Exclamó Umbridge, con una voz bastante aguda en un tono exageradamente dulce, que solo provocaba incomodidad y un largo silencio a espera de una respuesta a sus palabras—. Deben demostrar modales y contestar todos "Buenos días, profesora Umbridge". Así que, hagamos esto nuevamente: ¡Buenos días, estudiantes!

—Buenos días, profesora Umbridge—Los presentes corearon en conjunto, en palabras vagas, pero lo suficiente para provocar una sonrisa en el rostro de la mujer. 

—Bueno, ahora, guarden sus varitas por favor y saquen sus plumas, junto a sus ejemplares de La Teoría de la Magia Defensiva de Wilbert Slinkhard.

Xavier acató las palabras de la profesora, manteniendo su compostura a pesar de que encontrase demasiado sospechoso que, considerando que estaban en sexto año, les hicieran leer un libro tan básico como La Teoría de la Magia Defensiva, el cual parecía más apto para un niño de primer año; además de indicarles que el uso de las varitas en clase era, al parecer, algo prohibido. 

—Ahora, me gustaría que fueran a la página 5 y leteran el primer capítulo: Fundamentos para Principiantes—Continuó Umbridge, mirando a la clase—. En silencio, por favor. 

El chico Black no hizo nada más que hojear vagamente el libro abierto frente a él, porque ya lo había leído en el pasado y no había sido más que una pérdida de tiempo, y no esperaba que cambiase su perspectiva si lo volvía a leer. Y, era bastante claro que, a pesar de que la asignatura llevara por nombre "Defensa Contra las Artes Oscuras", no practicarían ningún hechizo que estuviera relacionado a la defensa, ni tampoco cualquier clase de hechizo. 

Miró a su alrededor con disimulo, esperando ver si algún Gryffindor dejaría ver su orgullo y valentía para echarle en cara a Umbridge sus estúpidos objetivos del curso, pero vio a todos sumidos en la lectura, o en cualquier cosa que les hiciese parecer que estaban leyendo. 

Aquel martirio de clase terminó luego de una hora, y el chico sentía sus párpados menos pesados cuando salió disparado fuera del salón, oyendo los bostezos de Lea junto a él, al igual que las quejas de Cho y Ben mientras caminaban juntos hacia el gran comedor para almorzar.

—Ha sido una clase horrible—Habló Ben, luego de estar lo suficientemente lejos del salón—, nos trata como si tuviésemos cinco años y apenas hubiésemos aprendido a leer. 

—Creo que lo peor es que no practicaremos hechizos defensivos—Siguió Cho, apretando suavemente sus labios—. Según yo, es ilegal. ¡La misma asignatura se llama Defensa Contra las Artes Oscuras!

—No creo que sea ilegal si Dolores Umbridge está respaldada por el ministerio—Respondió Lea, empujando las puertas del gran comedor cuando estuvimos frente a este, dejando que el grupo ingresara al lugar—. Y es claro que Fudge quiere detener toda actividad presuntamente ilegal que ocurre en Hogwarts por medio de Umbridge. 

—Solo espero que alguien sea capaz de denunciar esta injusticia—Murmuró Cho en voz baja. 

Xavier se percató que su amiga miraba con poco cuidado a Harry Potter, quien ya estaba en la mesa de Gryffindor rodeado de su típico grupo, y supuso que Cho esperaba que el famoso "Trío de Oro" hiciera algo por el resto. 

[...]

Y, tal como podría haber imaginado Xavier Black, la noticia de que Harry Potter se había ganado un castigo con Dolores Umbridge por cuestionar sus palabras no tardó en rondar por el castillo a la hora de la cena. 

Las versiones de lo que había ocurrido durante la clase de los de quinto año cada vez era más distorsionada: Desde que Harry había admitido haber visto que Cedric Diggory había sido asesinado por Lord Voldemort durante la prueba final del Torneo de los Tres Magos cuando Umbridge negó el regreso de Voldemort, hasta que había amenazado con Umbridge que la asesinaría si no afirmaba el regreso de Voldemort. 

Luego de la cena, el equipo de Slytherin se había reunido en el campo de quidditch para realizar la primera práctica del curso. A pesar del horario, el equipo siempre se iba a encontrar respaldado por el profesor Snape al ser el jefe de la casa, más por Umbridge, quien había mostrado cierta afinidad por Slytherin a lo largo del día, y la razón de ello era porque había pertenecido a aquella casa, según lo que había oído. 

Xavier sintió sus músculos de la espalda algo tensos cuando bajó de su escoba al terminar la práctica, apartando los cabellos pegados a su frente por su sudor. Esperaba no resfriarse, porque las temperaturas ya eran bastante bajas al estar en otoño, y los cambios bruscos de su temperatura corporal no hacían nada bien. 

Se despidió de sus compañeros luego de haber guardado su escoba en el lugar correspondiente, recogiendo sus cosas antes de emprender su camino al baño de prefectos, porque necesitaba una ducha caliente antes de ir a dormir. 

Los alrededores del baño de prefectos podrían haber estado vacíos, pero se percató de una figura junto a la entrada de este, dejando lo que parecía ser una pila de basura a un costado, como si estuviera escondiendo algo. El chico Black decidió no producir alguna clase de ruido mientras trataba de entender con claridad qué estaba haciendo esa persona, pero se limitó a morder sus labio al percatarse de que era Hermione, escondiendo lo que parecían ser gorros de lana bajo basura. 

—No creo que a los elfos domésticos les divierta ser liberados contra su voluntad—Habló Xavier, acercándose a la chica, extendiéndole una de sus manos para ayudarle a levantarse.

—Ya he oído eso—Respondió Granger, soltando un bufido de molestia, pero sin rechazar su mano, quedando algo pegados—. ¿Acaso tienes otra grandiosa idea para liberarlos?

—Creí que eras tú el cerebro detrás de P.E.D.D.O—Xavier se encogió de hombros—. Así que encontrarás una forma de convencerlos sin engañarlos. 

El chico se detuvo junto a la estatua de "Boris el Desconcertado", y murmuró <Cerveza de Mantequilla>, viendo como la estatua temblaba en su lugar y dejaba paso al baño de prefectos. 

—¿Seguirás dejando basura a los elfos domésticos o prefieres que sigamos nuestra charla mientras tomo un baño?

Xavier dejó que sus palabras sonaran con tranquilidad, pero era clara la propuesta indecente que realizaba entre líneas, dejando que una sonrisita se dibujara en su rostro al notar el color que habían tomado las mejillas de la chica. 

—¿Le hablas así a todas las chicas, Xavier Black?—Hermione apretó sus labios, apartando la mirada.

—Claro que no, solo contigo hablo así. 

Xavier ingresó finalmente al baño, oyendo los pasos de Hermione a sus espaldas. 


UNDER CONTROL  ━━ hermione grangerOn viuen les histories. Descobreix ara