PINK BOY - (SUNJAY) (ADAPTACIÓN)

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—Buenos días Seongie —Saludó Ailee mientras rápidamente preparaba su lonchera con almuerzo y frutas para irse al trabajo. El señor Park se despidió de ella con un beso en los labios y a su hijo le desordenó el cabello al pasar junto a él.

Jongseong se sentó en la mesa y vio un bowl con leche y cereal —¿No desayunarán conmigo? —Preguntó con una pizca de tristeza en su voz.

—Hoy no podemos, lo siento —Ailee tomó su lonchera y dejó un fugaz beso en la coronilla de Jongseong antes de irse —Ten un lindo día.

—Sí, un lindo día —Susurró para sí mismo.

No los culpaba por olvidarse, a los nueve años su padre había le organizado una fiesta sorpresa de cumpleaños e invitó a sus compañeros de clase pero nadie asistió dejándolo con un pastel con las velas encendidas frente a él, un gorrito de cumpleaños en su cabeza y lágrimas en sus mejillas.

Al llegar al instituto y ver a Sunoo con los chicos se dio cuenta que nada cambiaría allí así que decidió olvidarse de su cumpleaños y el día transcurrió como cualquier otro.

—Jongseong —Sunoo lo llamó por tercera vez pero el mayor seguía en silencio, frente a su casillero, con la mirada perdida entre sus libros —Jongseong.

—¿Qué ocurre? —Miró al pequeño, confundido.

—¿No me escuchaste? —Formó un tierno puchero en sus labios —Mis padres vendrán por mí así que no podremos irnos juntos.

—Oh, está bien —Dijo desanimado pero Sunoo dejó un corto y sonoro beso en su mejilla antes de marcharse haciéndolo sonreír ligeramente. Cerró su casillero y al colgar al mochila en su hombro derecho sonó el móvil en su bolsillo —¿Papá?

Con esfuerzo y dedicación el señor Park había logrado obtener un cargo importante en la empresa donde trabajaba y desde que su esposa había fallecido habían visto a Jongseong recorrer el edificio, jugar con autitos y correr hacia su papá cada vez que lo veía salir de la oficina.

—Seongie, ayúdame a ordenar estos documentos —El hombre mayor tomó una caja y la colocó sobre el escritorio, Jongseong llevaba más de una hora sentado en su oficina, en silencio —Hazlo por fechas por favor.

Su móvil comenzó a sonar y se alejó hacia los ventanales.

—¿Cariño? —Habló en voz baja, mirando a Jongseong —Entiendo, estaremos aquí unos minutos más.

—He terminado —Habló el pelinegro.

—Bien, aquí hay otra caja.