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—Buenos días —Saludó Ailee al ver a Jongseong a la mañana siguiente, dejó las tostadas en la mesa mientras que el señor Park servía el café.

—Buenos días — Jongseong ignoró el desayuno que estaba en el lugar donde se sentaba, la leche con cereal y los trozos de frutas perfectamente cortados, tomó una manzana y se dio la media vuelta para irse al instituto mientras la metía en algún bolsillo de su mochila.

—Jongseong —Lo llamó el señor Park y el pelinegro se detuvo, soltando un suspiro al imaginar lo que le diría —Desayuna con nosotros.

No se había equivocado —Voy tarde a clases —No mentía.

—Te iré a dejar —Ofreció su padre de manera amable, Jongseong dejó caer la mochila de su hombro y la arrastró por el suelo hasta llegar a la silla donde la acomodó a un lado y se sentó.

Ailee era la más emocionada porque estuviesen todos compartiendo el desayuno en la mesa y no podía ocultarlo en su rostro al esbozar una amplia y brillante sonrisa que hizo sonreír al hombre que tomó su mano, por otra parte Jongseong se concentró en el bowl que estaba frente a él.

—No me has dicho como te ha ido en el instituto —Habló el señor Park —¿Qué tal van las calificaciones?

Jongseong levantó la cabeza y posó sus ojos en Ailee al darse cuenta que ella no le había dicho nada —No soy bueno leyendo, prefiero los números.

—¿Hiciste amigos? —Preguntó y Jongseong apretó los labios a la vez que negaba con la cabeza —¿Hay nuevos estudiantes en tu salón?

—Creo que llegó solo uno —Contestó desinteresado, tomando otro poco de cereal y leche en la cuchara para llevársela a la boca.

—¿Cómo se llama?

—No lo recuerdo.

Al terminar el desayuno fue a lavarse los dientes y tomó la mochila para ir al vehículo de su papá, quien ya había acomodado su bicicleta en la parte trasera, se colocó los audífonos y buscó alguna canción en la lista de su móvil.

—Jongseongie—Lo llamó Ailee saliendo al jardín para ofrecerle una lonchera de color azul marino con un pequeño corazón plateado arriba, era de ella, a veces la llevaba al hospital, cuando tenía turnos de noche.

—¿Qué es esto?

—El año pasado mencionaste lo mucho que detestas la comida del instituto —Respondió la mujer —Y creí que podrías llevar el almuerzo de casa.

Miró a su papá de reojo y éste asintió ligeramente con la cabeza pidiéndole que la aceptara, Jongseong la tomó pensando en que tendría que hacer espacio en su mochila.

—Que tengan un lindo día —Ailee agitó su mano al despedirse.

—Solo quiere agradarte —Dijo el hombre conduciendo en dirección al instituto —Deberías darle una oportunidad.

—El hecho de que esté contigo no significa que deba agradarme a mí —Como pudo guardó la lonchera en su mochila, afortunadamente no era tan grande.

—Eres mi hijo, es importante que tengan una buena relación —Lo miró de reojo y volvió su atención hacia adelante —Quizás si te darías el tiempo para conocerla te agradaría más de lo que crees.

—Me bajaré aquí —Habló Jongseong a una calle del instituto, su papá aparcó, él se bajó del vehículo y sacó su bicicleta.

—¿Lo pensarás? —Preguntó mirando hacia atrás pero Jongseong no respondió —Nos vemos en la noche, pon atención en clases.

Al llegar tarde esperaba que lo enviaran a detención pero sorpresivamente el rector le pidió que fuese al salón de clases, subió las escaleras y escuchó unos suaves sollozos, al girarse para continuar vio a un chico de cabello rosa sentado en el escalón de arriba escondiendo el rostro entre sus piernas, abrazándolas con fuerza.

Jongseong dio un paso hacia atrás y se apoyó en la pared, mirándolo.

—No se detendrán si te pones a llorar cada vez que te molestan —Habló y Sunoo levantó la cabeza, enseñando las lágrimas que corrían por sus mejillas, su nariz y mejillas sonrojadas, sus ojos irritados y el puchero en sus labios. Jongseong metió las manos en sus bolsillos del pantalón y subió las escaleras para entrar al salón de clases —Solo les darás más motivos para hacerlo.

Sunoo se quedó solo en el pasillo al escuchar como cerraban la puerta, con cuidado movió su muñeca y soltó un quejido de dolor.

PINK BOY - (SUNJAY) (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora