08

118 26 3
                                    

—Hemos hecho todo lo que está en nuestras manos para que situaciones como la sucedida no se repitan —Habló el rector del establecimiento educativo —Pero en cada pelea Jongseong está involucrado como protagonista.

El señor Park miró a su hijo sentado a su lado, desde que había llegado Jongseong no lo había mirado a los ojos, lo conocía, estaba molesto, traía la ropa desordenada, al igual que su cabello, tenía una herida en su labio inferior y un golpe en su mejilla, bajo su ojo derecho que seguramente acabaría mañana en un horrible hematoma.

—Es un excelente estudiante en química y matemáticas —Continuó abriendo un cajón donde sacó una hoja que deslizó por el escritorio, eran las calificaciones de Jongseong —Pero no se esfuerza en las demás asignaturas.

Jongseong staba en silencio, con la cabeza baja, la mandíbula tensa y las manos empuñadas en sus rodillas.

—Lamento mucho decirle que si esto se repite una vez más no tendremos otra alternativa que expulsarlo —Finalizó el rector.

—Sé lo que vas a decir —Habló Jongseong apenas salieron de la oficina, colgó la mochila en su hombro y miró a su papá con el ceño fruncido —Que no tengo arreglo y que te avergüenzo.

—¿Cuándo te he dicho algo así? —Preguntó el señor Park confundido, se acercó a Jongseong pero este dio un paso hacia atrás —Quiero entenderte y saber la razón.

—¿La razón de esta pelea?

—Sí.

—Que engañaste a mi mamá con una mujer más joven porque seguramente no era buena en la cama —Escupió Jongseong con rabia y su padre tardó unos pocos segundos en volver a entrar a la oficina.

Pronto llamaron a los autores de tales palabras, llegaron de la enfermería, uno con una bolsa con hielo en su ojo derecho y otro cojeando.

Se armó un escándalo cuando les informaron a sus padres que los iban a expulsar y todo empeoró cuando vieron a Jongseong.

Él era lo peor ante los ojos de los otros padres.

Por su apariencia y su conducta.

Era una basura que no debería estar en tan prestigioso instituto.

Su padre lo defendió como nunca antes, colocándose delante de él para recibir los ataques de los adultos enfurecidos, él estaba acostumbrado a que le dijeran que era un estorbo que no servía para nada pero su padre no lo estaba.

Al regresar al salón de clases todos los ojos se posaron en él, la profesora de geografía apretó los labios y negó con la cabeza mientras que sus compañeros comenzaron a murmurar sobre los golpes en su rostro.

Jongseong de mala gana lanzó la mochila al suelo, junto a su pupitre sobresaltando al chico de cabello rosa, quien hasta hace algunos segundos atrás había estado escribiendo tranquilamente en su cuaderno, al sentarse Sunoo lo miró de reojo.

—¿Qué tanto miras? —Preguntó Jongseong girando el rostro hacia el pequeño.

Al finalizar la clase Sunoo tomó sus pertenencias y se levantó, no sin antes dejar una bandita color rosa sobre el pupitre de Jongseong.

En la noche estaba sentado en la cama, abrazando sus piernas contra su pecho, con la luz de la mesita de noche encendida, Ailee llegó aproximadamente a las diez de la noche, aparcó afuera de la casa y Jongseong soltó un suspiro.

—¿Puedo pasar? —Preguntó Ailee con voz dulce, asomándose por la puerta de la habitación.

Jongseong evantó la cabeza y asintió ligeramente.

—Tu padre acaba de contarme lo que ocurrió hoy en el instituto —Habló la mujer rodeando la cama para sentarse al borde de ella, cerca de Jongseong, quería ver las heridas en su rostro —Sabes que él nunca engañó a tu mamá, ¿Verdad?

Jongseong guardó silencio.

—Después de su fallecimiento se ocupó completamente de ti y en muchas ocasiones sintió que te fallaba porque debía seguir trabajando y no podía estar todo el día contigo —Agregó mirando a Jongseong, deseaba poder descifrar su mirada pero lo que pensaba y sentía lo escondía tan bien que era imposible —La amaba y no dudo que la siga amando.

Se quedaron en silencio, Jongseong se inclinó hacia adelante apoyando la cabeza en sus rodillas y cerró los ojos, como si le estuviese enseñando a Ailee las heridas y golpes, haciéndole saber que no estaban tan mal así que no tenía de qué preocuparse porque no iba a dejar que lo curara.

Ailee se levantó de la cama y miró una bandita color rosa con corazones que estaba en la mesita de noche

—Deberías colocarla en tu herida —Comentó la mujer.

—Es rosa —Habló Jongseong en voz baja, aun apoyando la cabeza en sus rodillas.

—¿Y eso qué tiene? —Se le escapó una sonrisa al preguntar.

—No me gusta el color rosa.

PINK BOY - (SUNJAY) (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora