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No tardaron demasiado en llegar a la tienda con llamativas letras de neón en los ventanales, Sunoo se bajó de la bicicleta alejándose de Jongseong, sintiendo sus brazos fríos y vacíos luego de haber estado todo el camino aferrado a su cuerpo, abrazándolo con fuerza.

—Lamento haberme apoderado de tu sábado de estudio —Molestó Sunoo y Jongseong acomodó la bicicleta afuera del lugar.

—Eres un odioso —Dijo sonriendo.

—Pero piensas que soy lindo —Se le escapó una suave risa que esfumó la sonrisa de Jongseong y provocó que la sangre subiera hasta sus orejas.

—S-Solo lo dije para que dejaras de llorar —Mintió, colocó una mano en la puerta de cristal abriéndola y Sunoo pasó por debajo de su brazo, dándose la media vuelta apenas estuvo dentro.

—No te creo —Lo acusó, apretó los labios e infló sus mejillas —Estás mintiendo.

—No —Desvió la mirada mientras caminaban al mostrador donde los esperaban para tomarles el pedido —No lo hago.

—Mentiroso —Murmuró Sunoo.

—Bienvenidos —Dijo la chica sonriéndole a la pareja.

A Jongseong no le sorprendió la elección de Sunoo porque por más larga que fuese la lista de sabores el chico rosa se fue por su color favorito. A los pocos minutos la chica se acercó a la mesa donde estaban sentados con una malteada de fresa, tenía crema batida en la parte de arriba, chispas de chocolate color rosa y esponjosos malvaviscos en forma de corazón. Jongseong  había pedido una de chocolate, era su favorita, tenía crema batida, trozos de chocolate y cerezas.

—¿Cómo está esa? —Preguntó Sunoo mirando la malteada de Jongseong  —¿Puedo probarla?

El mayor asintió con la cabeza, Sunoo tomó la bombilla entre sus dedos y se inclinó hacia adelante bebiendo el contenido de la copa, al terminar cogió la última cereza y mordió la mitad de la pequeña fruta para ofrecerle la otra mitad a Jongseong , con las mejillas sonrojadas y mirando hacia abajo el mayor separó los labios aceptándola.

Desde ese momento compartieron sus malteadas, Sunoo le transmitió comodidad y confianza a Jongseong  cuando le ensució la punta de la nariz con crema batida animándolo a hacer lo mismo con él.

—¿Así que te dan miedo las películas de terror o solo las chicas de cabello negro? —Preguntó Sunoo tomando uno de los malvaviscos para llevarlo a la boca del mayor —No te preocupes, a mí me dan miedo los gatos.

—¿Los gatos?

—Sí —Respondió el menor —Me miran feo.

Estuvieron más de veinte minutos conversando, del cumpleaños de Jake, del instituto, de ellos, de lo que se les ocurriese y poco a poco se fueron inclinando hacia el otro rozando sus manos por encima de la mesa y coqueteándose sin saberlo.

—¿Debería practicar expresiones de chico malo? —Preguntó el pelirosa.

—¿Con esa carita? —Dijo Jongseong  sin pensarlo obteniendo la atención de Sunoo, tranquilamente tomó con sus dedos la bombilla y bebió otro sorbo de la malteada.

La larga e inolvidable noche estaba por finalizar, llamaron a sus padres y Jongseong  acompañó a Sunoo hasta su casa.

—Tenías razón, fueron las mejores malteadas que he probado en mi vida —Dijo Sunoo dando lentos pasos con las manos unidas frente a él —Debemos regresar pero esta vez irán por mi cuenta.

—Lo estaré esperando —Sonrió al mirar a Sunoo de reojo, llevando la bicicleta a un lado.

—¿Podemos ir el lunes al salir de clases? —Preguntó Sunoo emocionado—Es que me gustaron mucho.

—Iremos el lunes —Dijo Jongseong tan emocionado como lo estaba Sunoo.

—¿En tu bicicleta? —Giró el rostro hacia un lado y lo levantó mirando al mayor.

—¿Y tu bicicleta?

—Está malita.

—Entonces tendremos que ir en mi bicicleta.

—Sí —Bajó la cabeza ocultando su amplia sonrisa y deseó que el tiempo pasara rápido para volver a estar con Jongseong .

Y con la malteada.

Sunoo se detuvo frente a su casa y Jongseong  soltó un suspiro, la noche había llegado a su fin.

—Ten cuidado en el camino —Dijo Sunoo y Jongseong asintió.

—Nos vemos el lunes —Torpemente quiso dar un paso hacia adelante pero enseguida se arrepintió, no sabía lo que quería hacer, desordenó el cabello de su nuca y evitó mirar a Sunoo.

Estaba comportándose como un idiota.

Y ni siquiera sabía la razón.

Tomó su bicicleta y al querer darse la media vuelta unas delicadas manos en sus hombros se lo impidieron, Sunoo levantó sus talones y dejó un suave beso en su mejilla, paralizándolo.

Al tomar distancia se miraron a los ojos, Jongseong estaba temblando.

—¿Piensas que soy lindo? —Preguntó el menor en voz baja.

Tragó saliva con dificultad al ver el coqueto lunar bajo uno de los ojos del pequeño —No —Respondió Jongseong  pestañeando rápidamente.

Sunoo sonrió y se inclinó hacia adelante dejando un segundo beso en la otra mejilla de Jongseong  —Te va a crecer la nariz —Dicho esto se dio la media vuelta y entró a su casa.

PINK BOY - (SUNJAY) (ADAPTACIÓN)Where stories live. Discover now