PINK BOY - (SUNJAY) (ADAPTACIÓN)

46

—M-Me gustas mucho.

Jungwon se paralizó antes de entrar al salón de clases, un desconocido chico de segundo año estaba frente Riki, con las mejillas sonrojadas y una caja de bombones en sus manos, ofreciéndosela al mayor al confesarle su amor.

—Lo siento, pero no puedo corresponder a tus sentimientos —Riki soltó un suave suspiro antes de continuar —Estoy enamorado de alguien más.

El castaño forzó una débil sonrisa intentando ocultar a su destrozado corazón, no era una sorpresa pero se había ilusionado con la idea de obtener una oportunidad —Jungwon —Dijo en voz baja.

En ese momento los latidos del corazón de Jungwon se detuvieron al igual que su respiración, dio un paso hacia atrás sintiéndose tan confundido que solo quería huir pero sus pies no reaccionaron para correr porque necesitaba escuchar a Riki, necesitaba oírlo de sus labios por más irreal que fuese.

—Sí —Afirmó Riki.

Su mente estalló en sentimientos, recuerdos y culpa, caminó por inercia por los pasillos, con la mirada perdida.

—¿Encontraste a Riki? —Preguntó Yeonjun al ver regresar al chico de hoyuelos.

—No —Respondió Jungwon.

Jake miró a Sunoo y se acercó a Jungwon —¿Todo bien?

—Sí —Mintió.

Riki era su mejor amigo, su confidente, su compañero de aventuras y quien controlaba su locura, era testigo de sus romances, de sus lágrimas y secretos, de sus desilusiones y era quien lograba robarle una sonrisa sin importar la situación.

Pero sin darse cuenta le causaba daño.

Y solo quería llorar.

—¿Quieres un vaso con agua? —Jake le preguntó a Jungwon y éste asintió con la cabeza —Vamos.

—Hey —Jongseong rodeó la muñeca de Sunoo con su mano antes de que se marchara con los chicos —Iré afuera un momento, ¿Me acompañas?

—He quedado con Sunghoon —Habló Sunoo mirándolo a los ojos —Pero almorzaremos juntos, ¿Si?

—Sí.

Confesar su amor era más difícil de lo que Jongseong pensó, al querer tomar el valor se formaba un nudo en su garganta que no lo dejaba hablar, haciéndolo parecer un tonto, sin importar que se presentara el momento adecuado las palabras no salían de sus labios.

Había practicado en casa, frente al espejo de su habitación, sonrojándose pero sin bajar la mirada, siguiendo el consejo de Ailee.

Sin embargo, frente a Sunoo todo cambiaba.

Su corazón se sentía frágil e indefenso.

Las clases de la mañana se hicieron eternas, Sunoo continuaba molestándolo en el salón de clases, haciendo lindos dibujos en la esquina de su cuaderno y haciéndolo sonreír sin motivos.

Pero a mediodía Jongseong se sentó bajo un árbol y sacó la comida de su lonchera esperando a Sunoo, apoyó la espalda en el viejo tronco y acercó sus piernas, abrazándolas.

Pasaron veinte minutos y el menor no apareció.

Con los palillos tomó un trozo de carne pensando en que Sunoo estaría con Sunghoon, se estaba esforzando en ayudarlo para aprobar literatura y comprendía que estuviese ocupado.

—¿Ibas a comer sin mí?

Jongseong levantó la cabeza y sonrió ampliamente al ver a Sunoo caminando hacia él —Pensé que no vendrías.

—¿Por qué no lo haría? Me gusta almorzar contigo —Sunoo se sentó frente al mayor —Ten —Sunoo ofreció uno de los recipientes con comida que estaba sacando de la lonchera —Le dije a mi mamá que te gustó el rollo de verduras que preparó la semana pasada así que hizo uno para ti.

Jongseong lo recibió e inmediatamente comenzó a comer —¿Y todo bien con el idiota de Sunghoon? —Preguntó y Sunoo chasqueó la lengua haciéndolo rodar los ojos —¿Todo bien con Sunghoon?

—Sí —Contestó el pelirosa tomando los palillos —En una semana tendrá el examen.

—¿Piensas que aprobará?

—Sí, puede aprobar, ha avanzado mucho.

El frío clima los acompañó y probablemente ese sería uno de sus últimos almuerzos al aire libre o pronto Jongseong vería a Sunoo con la punta de la nariz colorada, no le disgustaba la idea pero no quería que se enfermara.

—Jongseong —Lo llamó de pronto Sunoo.

—¿Hmm? —Continuó comiendo, sin mirar al pelirosa.

—¿Yo te gusto?

El mundo de Jongseong se detuvo en ese preciso instante ante aquella pregunta que con facilidad salió de los labios de Sunoo, su cuerpo se tensó y sus manos temblaron al querer reaccionar.

No podía creerlo.

Y deseaba que no fuese un sueño, no quería caerse de la cama o escuchar el despertador.

—¿Sabes? La comida está deliciosa —Habló Sunoo cambiando drásticamente de tema —Me gustaron mucho los espárragos.

—Sí —Lentamente Jongseong levantó la mirada mientras que Sunoo evitaba mirarlo, se había sonrojado —Me gustas.

Alzó sus cejas esperando que dijese algo, Sunoo masticó la comida que tenía en la boca y tragó en silencio.

—¿Y yo...? —Se aclaró la garganta —¿Yo te gusto a ti?

Sunoo apretó los palillos con sus labios, miró tímidamente a Jongseong y elevando las comisuras que marcaron sus regordetas mejillas asintió.