[118] Eres tú

4.8K 630 62
                                    

[ MARATON PODIO MIAMI — 2/3 ]

Charles aterriza a las afueras de Londres poco después de las nueve de la noche y en cuanto recibí su mensaje de confirmación siento que mis nervios aumentan. No de una forma negativa, sino que estoy ansiosa por verlo.

Londres de alguna forma siempre ha sido un lugar seguro para nosotros. Tengo gran parte de nuestros mejores recuerdos aquí, incluso para una relación corta como la nuestra de pocos meses. Así que, me emociona que venga aquí y poder pasar más tiempo con él, en especial después de nuestra despedida al comienzo de la semana.

Sé que hemos hablado prácticamente todas las noches y hemos hecho algunas videollamadas para cenar juntos cuando los dos teníamos tiempo pero aún así, no le he dicho sobre Izzy y eso eventualmente tendrá que llevar la conversación a la pregunta de "¿Cuándo nos veremos otra vez?". No quiero ser pesimista pero creo que hemos tenido suerte en poder reencontrarnos hoy.

El timbre del departamento suena y corro a abrir la puerta, no me importa parecer desesperada o lo que sea, solo quiero ver a mi novio. Así que, abro la puerta para encontrarme con él, que lleva un abrigo ligeramente mojado por la nieve y tiene una pequeña maleta a sus pies pero no me importa nada de eso porque no pierdo tiempo para que mis brazos rodean su cuello y prácticamente aferrarme a él.

—No recordaba que mi novia es como una pequeña garrapata —se burla de mí pero de todas formas no lo suelto.

—Estás aquí —señalo y siento como sus brazos también me rodean.

—Estoy aquí —repite él.

—Y vamos a hacer que funcione —continuo aunque no para él, sino que para mi misma lo digo pero Charles no dice nada por unos pocos segundos en que seguimos abrazados en el pasillo de mi departamento.

—Y vamos a hacer que funcione —repite mis palabras y me transmite la confianza que necesitaba oír. No quiero separarme de él pero no es hasta que oigo un pequeño maullido que miro hacia abajo y noto que Vincent-Senna se acaricia sobre las piernas de Charles, así que suelto a Charles que automáticamente toma en brazos a mi gato —. Amigo, te extrañe —le dice mientras Vicent no para de ronronear.

Charles prácticamente había volado desde Maranello apenas terminó su trabajo en la fábrica, ni siquiera había cenado y comenzaba a dudar que hubiera almorzado, así que pedimos algo de comida rápida y le propuse quedarnos en el departamento, al menos esta noche para que él pudiera descansar. Quiero aprovechar el tiempo, pero si vamos a estar viajando de un lugar a otro tampoco quiero agotarlo.

Mientras cenamos Vincent se acuesta junto a la silla de Charles porque parece no querer dejar su lado y mientras Charles lo acaricia, me cuenta sobre los tiempo que ha hecho hoy en pista y las cosas que ha conversado sobre cómo siente el nuevo auto, que cosas le gustaría probar en el simulador para cambiar en la configuración. Aunque intento aprender a entender todo lo que él me cuenta, también siempre me explica todo para que pueda entenderlo y me agrada que siempre haga eso porque quiero que pueda hablar conmigo de lo que quiera pero también quiero entenderlo.

Yo le cuento que casi he terminado mi último proyecto, así que me pide que se lo enseñe aunque me niego. No sé porque siento un poco de vergüenza de que vea los bocetos, porque eventualmente más personas lo verán pero esas personas no saben quien soy, solo ven mi nombre en una lista de colaboradores. Que Charles vea mis bocetos lo siento como algo... personal.

No es por Charles en si, siempre lo he sentido así. Cuando era pequeña tampoco dejaba que mi papá o mi hermana vieran mis pinturas, siempre las escondía en algún lugar raro de la casa. Con el tiempo, Izzy siempre se acostumbró a que no se las mostrara aunque a veces veía mis cuadernos de dibujo cuando yo los olvidaba sobre la mesa después de desayunar o cenar. Pero tenía la delicadeza de no decirme que los había visto apenas lo hacía, sino que lo mencionaba algunas semanas después como algo que había recordado mencionar y yo me molestaba diciendo que invadía mi privacidad.

Mon Amour » Charles LeclercWhere stories live. Discover now