[57] Miedos

13.1K 1.2K 252
                                    

— Dime, Liv — oigo que dice detrás de mi Camille — ¿Tu vienes a mi departamento a verme a mi o a comer mi comida? — pregunta mientras me quedo inmóvil con mi mano en alto y metida en una de sus alacenas de la cocina... ahí es donde Camille guarda las cosas ricas que no quiere compartirme, yo lo sé. Así que bajo mi mano y volteo a verla con una sonrisa

— ¿Ambas? —pregunto sonriendo y ella niega con la cabeza mientras suelta un suspiro 

— Dios, si no fuera porque sé que luego vas a irte a Mónaco llamaría yo misma a Charles para que viniera a salvar mi comida de ser devorada por ti — dice y finjo molestarme con ella 

— Oye ¿Acaso Charles es mi niñero ahora? ¿Por que lo mencionas siempre? — me quejo y ella comienza a reírse en mi cara

— Es una broma ¿no? — pregunta pero me quedo en silencio y mi mejor amiga se acerca a mi y aplaude en mi cara — ¡Despierta niña! ¿Acaso no ves que ese chico prácticamente vive por ti?

— ¡Claro que no! — exclamo y ella me mira sorprendida

— ¿Qué no? ¿Es enserio, Liv? — pregunta y suena ligeramente molesta — Anoche te deje quedarte a dormir aquí y a las dos de la mañana me desperté ¡Porque te oí hablando por teléfono con él! — señala molesta pero me quedo en silencio un poco avergonzada — ¿De que diablos hablaban a las dos de la mañana un martes, Liv? — pregunta confundida  

— Es que... esta en Maranello otra vez y... volvió tarde a su departamento — susurro lentamente justificándome y ella me mira en silencio — y Charles me llama siempre... antes de dormir — añado pero noto como deja de estar molesta poco a poco  — eso... me ayuda a dormir — admito y esta vez es cuando definitivamente noto que no esta molesta en realidad

Había llegado a Londres el sábado por la noche y aunque había sido fin de semana de carrera, Charles no se había saltado ni una noche de nuestras llamadas nocturnas. 

No era muy distinto a como cuando estaba en Mónaco, porque apenas había una hora de diferencia horaria entre Londres y Maranello... pero él llamaba cada noche cuando volvía al hotel o a su departamento. Era nuestra rutina durante la última semana y admito que yo también comenzaba a esperar con ansias cada llamada.

— Creí que estaban peleados — señala Camille un poco confundida — por eso no entendía con quien hablabas... pero después te oí reír y... también decir su nombre. Por eso no quise decirte nada anoche — se explica ella y asiento lentamente recordando la conversación con Charles

— Es que... — comienzo a decir pero dudo si debería contarle lo que paso en el departamento de Mónaco con esas fans unos días antes de irme. Charles se estaba ocupado de todo con la administración del edificio, así que en realidad no sabia si todo había terminado o no — yo... lo llame una noche

— ¿Tú? ¿Liv Kennedy dio el primer paso con Charles Leclerc? — pregunta sorprendida y cubro mi rostro con mis manos porque me siento un poco avergonzada — ¿Por que te sonrojas, tonta? — pregunta riéndose pero no de una forma mala

— ¡No lo sé! — admito y ella vuelve a reír

Me siento con una tonta chica de quince años sonrojándome porque me quedé hasta tarde hablando con Charles por teléfono. Pero la verdad es que, me siento de esa forma. Como si todo lo que siento fuera nuevo, extraño y... bonito. 

— ¿Y que le dijiste cuando lo llamaste? — indaga ella y separo levemente mis dedos para poder ver a mi amiga a través de ellos

— Yo... no dije nada en realidad — respondo y me observa confundida — solo le pedí si podía quedarse conmigo en el teléfono hasta que me durmiera, así que él hablo y... cuando desperté llevábamos siete horas en llamada — le explico y Camille toma mis muñecas sorprendida y las quita de mi rostro

Mon Amour » Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora