Mon Amour » Charles Leclerc

[116] Te he extrañado

La última vez que estuve aquí él me rechazó, pero no lo hace otra vez. Esta vez él no se aleja, sino que también me besa y siento su mano acariciando mi espalda, siento su perfume y sus labios sobre los míos. Ha pasado tanto tiempo desde que estuvimos así de cerca, pero... se siente distinto.

La forma tan suave en que sus dedos acarician mi piel con tanta delicadeza haciendo que mi piel se erice. Pero me gusta, porque nunca me había sentido así antes con Charles. No puedo evitar colocar mi mano sobre su mejilla y acariciar la barba de pocos días que tiene porque ha pasado tanto tiempo, pero no puedo detenerme. Así que, mis impulsivas manos se aferran a su camiseta como si eso fuera a hacer que él se acercara más a mí, pero no se detienen ahí porque luego de algunos segundos cambio de idea y en lugar de aferrarme a su camiseta, intento levantarla un poco y tan pronto como siento el calor de su piel bajo mis manos, sé que no hay vuelta atrás para ninguno de los dos.

Charles se quita la camiseta y sus labios hacen un camino hacia mi cuello mientras oigo sus respiraciones volverse más pesadas. Finalmente él está sobre mí y una de sus manos desciende sobre mi piel mientras las mías se enredan en su cabello.

—Esto significa algo —señalo y sueno un poco agitada, pero espero que él ignore ese detalle, pero, en su lugar, se detiene y me observa confundido. Quizás sea algo tonto, pero no sé porque quise decirlo y ahora me doy cuenta que tengo que explicarle a que me refiero —. Cuando nos conocimos en Bahréin... y en Australia, dijimos que no significaba nada, aunque si significaba algo ¿No? —pregunto y él asiente siguiendo mis palabras —. Pues, esto significa mucho para mí, tú significas mucho para mi... quiero que lo sepas.

—Siempre y desde el inicio significo algo, Olivia. —dice de acuerdo conmigo haciéndome sonreír porque, aunque él siempre ha estado a bordo de este barco, incluso cuando yo ni siquiera encontraba mi boleto para ir a bordo, esta vez se siente como si tomara mi mano y fuéramos juntos a la par.

—Pues entonces deberías demostrarme cuánto significa para ti —bromeo sugerentemente conteniendo una risa y él me mira levemente sorprendido —. Me rechazaste antes de navidad, necesito una compensación —me excuso y él se ríe antes de asentir.

—Tienes razón, es lo justo —está de acuerdo conmigo y antes de poder responderle algo, él se coloca sobre mí —. Voy a pensártelo, Mon amour —añade él antes de besarme otra vez.

No puedo evitar sonreír cuando lo hace, la forma tan sencilla en que se siente ahora estar con él. Sé que quizás es porque estamos en una especie de luna de miel, donde todo es bello y divertido, nuevo y emocionante, guardando la esperanza de que no acabe nunca de sentirse así. Pero en realidad no guardo la esperanza, sino que quiero hacer que siempre nos sintamos así Charles y yo, incluso en los días difíciles.

—¿Tú vas a compensarme a mí? —pregunta Charles mientras besa mi cuello y rio

—¿Por qué debería?

—Por cuidar de Emma y prometerme que nuestro siguiente hijo nacerá aquí en Mónaco. —responde Charles y me observa, pero no puedo evitar reír.

—¿Se te pegó la fiebre de bebes? —bromeo y ambos reímos esta vez

—Deberías verte con Emma... es difícil no querer ver esa imagen todos los días —señala él.

—Pues yo te he visto con Emma también... y por eso tome fotos y videos —señalo y él me mira ligeramente asombrado.

—Tengamos uno entonces —bromea él sonriendo.

—Claro y también podemos casarnos en Las Vegas mañana ¿no? —señalo siguiéndole el juego

—No es una mala idea de hecho, pero quería proponértelo de forma romántica, Mon amour —se queja él y contengo una risa porque me gusta bromear así con él. Que no haya presiones en absoluto, porque su departamento siempre fue nuestra burbuja y se siente como viajar en una máquina del tiempo a cuando vine por primera vez a Mónaco y pasamos algunos días juntos.