EL CIRCO PARTE II

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León (en la actualidad)

Estoy colgando de esa maldita viga, ya no siento la sangre fluir por mis brazos totalmente entumecidos y encalambrados, pero el dolor físico parece minúsculo a comparación del sufrimiento moral. Sé que vamos a morir todos, incluyéndola a ella, quizá es eso lo peor, la certeza de que soy un fracaso, no pude salvar a Lux, finalmente y tras todo lo que hicimos, perdimos.

El cuerpo de Paula sigue en el suelo, desnudo, como si fuera un perro, exhibido para deleite de los enfermos que nos mantienen aquí, para ellos no somos más que su espectáculo y todo nuestro dolor completa su diversión. Trato de girar la cabeza para observar a Withman, no me es posible dado a que el cuerpo de Garza cuelga sin vida entre él y yo.

Withman, el gran jefe se ha rendido ya, no ha vuelto a pronunciar palabra desde la última ejecución pese a que Camila se ha esforzado por humillarlo de todas las formas que ha encontrado, le ha golpeado, escupido, le ha insultado, se ha burlado, lo ha culpado por la muerte de sus dos mejores amigos, todo con el fin de provocarlo, prácticamente ha sido esa su distracción mientras espera que el plazo que le dio a Lux para llegar se cumpla.

Esa es la peor parte, saber que solo estamos esperando a que Lux se entregue para que llegue nuestra ejecución, ella lo hará, la conozco, no habría poder humano que le convenciera de dejarnos a su hermano y a mi a nuestra suerte, lastimosamente, es demasiado noble para ello, es demasiado buena para este mundo de porquería.

Me siento ridículo, con el pasar de las horas he empezado a orar, rezo como hablándole al viento, rezo para que Lux decida no presentarse y para me disparen pronto, que acabe rápido y sin dolor. Traro de negociar con el ente divino, le reclamo por todo el dolor que permitió que viviera desde que era solo un inocente niño y le pido que al menos me deje tener una muerte tranquila. Estoy listo para pagar mis deudas, solo pido morir antes que ella, no quiero estar aquí para verla sin vida, no puedo.

Pasan las horas, una tras otra, no puedo percibir ya el transcurso del tiempo, me siento como desconectado de la realidad, a menudo me dejo llevar por las imágenes de mi cabeza, son puros recuerdos, en un momento estoy en el campo de tiro, y Lux está enseñándome lanzamiento de arco, otras veces la veo como la vi tantas veces, siendo su sombra desde alguna ventana en el edificio del frente mientras ella ignora por completo mi existencia, a veces la veo riendo, veo su hermosa sonrisa y casi puedo sentir sus dedos enredados en mi cabello, pero todo eso ya no existe, ya no es real.

Entonces de verdad la veo, no sé cuándo llegó, por un momento creí que no era real, pero entonces noto que Withman le habla, él también ha percibido su presencia, ahora es cierto, ella vino por nosotros. Ella camina arrastrando unas cadenas que atan sus manos por su espalda, los grilletes son pesados, apenas puede arrastrarlos para avanzar sin perder el equilibrio, va escoltada por dos sujetos, uno le apunta con un arma a la cabeza, y el otro va apresurando su caminata a empujones.

Al verla siento que todo ha terminado, su hermano le suplica perdón, le duele no haber podido protegerla, entonces también yo le hablo, pero casi no puedo articular bien lo que digo, la gente que parecía haberse ido del lugar vuelve a ocupar sus asientos y el espectáculo se reanuda.

—Bienvenida al circo hermanita—le dijo Camila antes de golpearla con una fuerza brutal que hizo que cayera al suelo—¡ahora sí!, que comience el show—su hermano y yo nos removimos desde nuestro cautiverio, tratando de ver si Lux estaba bien.

—¡Basta!, ¡Basta!, Camila, por favor, deja a Lux fuera, esto lo iniciamos tu y yo hace muchos años, acaba conmigo y toma lo que quieras, pero déjala en paz—Su hermano suplica por ella.

Lux nos observa desde el suelo, puede ver el panorama, se arrastra de rodillas hasta el cuerpo de Paula, también ella fue su amiga, también ella trató de protegerla, y ahora yace sin vida en sus brazos con el cabeza echa trizas por el impacto de bala, sujeta su cuerpo tratando de entender, de inmediato sus manos se llenan de sangre y sus ojos de lágrimas.

Bala PerdidaWhere stories live. Discover now