LEGADO I

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Darren

Mi cuerpo se siente totalmente paralizado y a la vez palpitante, un calor abrumador me recorre desde los pies hasta el último de mis cabellos, es difícil respirar, el aire es pesado y carente de oxígeno, más bien es como si cada inhalación quemara mis pulmones, ¿son gases lo que mi olfato percibe? Me siento en un limbo, sé que no estoy muerto, siento mucho dolor para estarlo pero tengo claro que estoy cruzando la delgada línea entre dejarme ir o quedarme. Mi cuerpo es arrastrado, en mi espalda se clavan toda clase de objetos mientras me mueven involuntariamente halando de mis brazos, solo observo el cielo, esta oscuro y nublado, siento que pronto va a llover y anhelo las gotas cayendo sobre mi cuerpo, tengo sed y estoy exhausto, quiero cerrar los ojos pero soy muy consciente de si lo hago podría jamás volverlos a abrir, no escucho nada, un pitido invade mis oídos, todo arde a mi alrededor, ¿esto es el averno? siempre supe que el infierno no podía ser peor que la guerra. Estoy cansado, quiero rendirme, si existes Dios, ya déjame ir, es un buen momento para el último acto, cierro los ojos dispuesto a dejar de luchar pero es entonces cuando pienso en ella, Emilia y mi hijo.

Años atrás

—Tú y yo algún día estaremos juntos y yo voy a sacarte de esta mierda, nadie nunca podrá volver a tocarte un pelo y no tendrás que hacer cosas que no quieres para sobrevivir—Emilia miraba hacia el suelo indecisa sobre qué responderme.

Habían pasado algunos meses desde que Garza y yo dejamos a Paula para unirnos al Círculo y que mi tío me enseñara ser un digno sucesor, todo era muy extraño pero poco a poco iba acostumbrándome a mi nueva vida. Mis padres se habían alejado con Lux, todo el mundo creía que estaba muertos y Camila había ido a la cárcel, fue todo un espectáculo cuando Marqués habló con Agatha para decirle que había tomado la decisión de no intervenir a favor de su sobrina, que la dejaría en la cárcel para que aprendiera la lección de que no se hace nada a espaldas del líder y que la familia no se traiciona, como era de esperarse, su madre ella no lo tomó bien y menos cuando mi tío me presentó a todos como el siguiente en la línea de sucesión para dirigir el negocio puesto que a su criterio le pertenecía a su hija, pese a ello, muy poco podía hacer esa mujer en mi contra, no mientras Marqués me respaldara.

Garza fue un apoyo imprescindible para mí, siempre íbamos juntos a todos lados, su presencia era lo único que me recordaba que tenía una vida antes de esto y los motivos por los que estaba aquí.

Aprender los detalles administrativos del negocio fue más fácil de lo que esperaba, inventarios, presupuestos, balances, todo funcionaba como una empresa normal. La parte difícil fue conocer lo que tienes que hacer para sobrevivir, mantener el poder y el respeto de todos y sobre todo evitar ser atrapado por la policía o peor tus enemigos. El Círculo vivía una situación difícil, el tráfico de armas era una mina de oro que muchos querían y que Marqués no estaba dispuesto a ceder.

Reglas básicas; es muy importante la reputación, no importa lo que haya que hacer para mantenerla, la reputación es respeto y el respeto a base del miedo es la forma más efectiva de someter a tu enemigos. La sangre se paga con sangre, esa maldita norma me traía muy malos recuerdos, se resumía en que si un bando enemigo mataba uno de mis hombres tenía todo el derecho de devolver el golpe sin que eso incurriese en una declaración de guerra, podía cobrarme por derecha la vida de uno de los míos arrebatándosela a alguien más. Nadie se retira nunca del negocio, la gente que trabajaba aquí aprendía demasiadas cosas que era de suma importancia mantener en secreto, Marqués se aseguraba de ganar la confianza de su gente, les pagaba muy bien, se aseveraba de que sus familias vivieran como reyes, jamás vendía ni entregaba a uno de los suyos, en resumen, hacía todo lo que fuese necesario para que sus hombres le debieran gratitud y esta se representara en lealtad, siempre había uno que otro caso donde no funcionaba, lo que me lleva a la siguiente regla. El traidor paga con su vida y a Marqués en particular le encantaba ejecutar frente a todos como un ejemplo de lo que sucedía si se traicionaba a "la familia" como a él le gustaba llamarnos, la traición más grande es la que se hace en contra de la gente de tu propia sangre, por eso lo que había hecho mi padre se consideraba como imperdonable y su nombre era repudiado por todos en el negocio. Estaba también la Omertá que básicamente es un código de honor en caso de que la policía te atrape con el fin de asegurarse de que nadie revelaría información que pusiera en riesgo el negocio o a otras personas. Finalmente una regla de oro, no entres en guerra a menos que sea la única opción.

Bala PerdidaWhere stories live. Discover now