RECONCILIACIÓN

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Siempre quise saber la verdad, recuerdo pasar noche enteras en vela tratando de descubrir los secretos de mi familia, hacia suposiciones, inventaba pistas y trataba de unir cabos, pero ni en las más locas de mis teorías hubiera imaginado todo lo que Darren me reveló.

Empezó dándome una carta, era de papá, lo supe de inmediato al ver su letra plasmada en el papel. Quise llorar tan pronto la tuve en mis manos y al comenzar a leer era casi como si pudiera escuchar su voz diciendo cada palabra en mi cabeza, entonces lo extrañé, más que nunca lo necesité, pero él ya no estaba allí, se me partía el corazón cada vez que pensaba en su ausencia, durante su funeral, casi desde el momento que desperté del hospital hasta el momento que pusieron sus cuerpos en aquel agujero en la tierra se me hizo imposible llorar, sabía que ellos no estaban, pero no fue real hasta que tuve que volver al apartamento sola y entonces cualquier día normal pasaba algo y yo moría por contárselo a mamá o de repente iba al campo de tiro y papá no estaba entrenándome, entonces se volvía insoportable y la ausencia de Darren lo hacía más insufrible, el hecho de saber que estaba completamente sola y que probablemente así iba a ser siempre me impulso casi maniáticamente a encontrar a mi hermano, y aquí estamos, finalmente está frente a mí.

—¿De dónde sacaste esto? —le pregunté a mi hermano cuando terminé de leer la extensa carta donde mi padre se sinceraba y nos contaba todo su pasado.

—Ellos me la dieron—me respondió sereno casi susurrando.

—¿Cuándo? —necesitaba respuestas.

—La noche que me fui—todo se fue acomodando en mi cabeza, la historia de mi familia siempre estaba como un rompecabezas con piezas faltantes pero ahora, los hueco más grandes estaban siendo llenados, casi todo estaba resuelto y la verdad era tan escabrosa que me costó unos minutos afrontarla.

—Por eso estabas tan molesto, tu descubriste la carta—aseguré.

—Ojalá hubiera sabido la verdad porque descubrí la carta—suspiró con cansancio—la verdad me estallo en la cara y las consecuencias de los actos de mis padres me alcanzaron, me dieron la carta cuando los confronté, para entonces ya sabía todo y no pudieron más que dejar de mentir.

—No entiendo nada Darren. ¿cómo fue que supiste la verdad?

—Fue cuando entré a la universidad, no sé si fue premeditado o simplemente una maldita mala broma del destino, pero conocí a Camila en el campus en mi primer día, no voy a mentirte, te diré exactamente todo lo que pasó, aunque algunos detalles de la historia me revuelven el estómago.

—¿A qué te refieres con eso?, ¿por qué te revuelve el estómago? —el me miró dubitativo, se notaba que lo que estaba tratando de decirme le costaba.

—Camila fue mi novia de la universidad—soltó finalmente.

—¿Qué? —ahora que estaba segura de que ella era mi hermana no podía lograr pensar lo que Darren me estaba diciendo sin que mi dieran escalofríos.

—Cuando la conocí, me pareció la mujer más despampanante que jamás haya visto, quedó embrujado con su belleza y su actitud, su seguridad y su inteligencia, por supuesto yo no sabía que ella era mi hermana, ni lo que tenía planeado para nosotros.

Estaba totalmente desubicada, todo en la historia me parecía irreal, necesitaba saber más.

—Camila me dijo que ella te contactó en la universidad, te contó lo del Círculo y te propuso que lo heredan juntos, pero tu la traicionaste, la mandaste a prisión y te quedaste con el negocio—Su rostro de inmediato se transfiguró, estaba lleno de ira y repulsión.

—Esa es una maldita mentira, esa bruja pelirroja jugó conmigo, fingió que también yo le gustaba y me usó como un medio para llegar a ustedes, a mamá, papá y sobre todo a ti, me jodió la vida de maneras inexplicables.

Bala PerdidaWhere stories live. Discover now