57. Somos Capaces

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Caminaba hacía la sala común. No me preocupaba en apartarme cuando la gente pasaba ni tampoco cuando casi choco con varias personas. Solo quería llegar ya a la sala común y tirarme hecha bolita en el sillón.
Me dolía el abdomen y seguía teniendo náuseas.

Ya habían pasado casi 2 meses, dos malditos meses en los que las náuseas eran cada vez menos pero seguían ahí.
Al entrar lo primero que veo es a Tom y Mattheo hablando apoyados en un pared. El humo que sale de la boca de Matt gracias al cigarrillo que está fumando inunda la sala, pero a ninguno nos importa demasiado. Los únicos que estamos ahí somos mis amigos y ahora yo.

Me acerco a uno de los sillones, específicamente en el que está Theo también fumando y bebiendo directamente de una botella. No me siento, tampoco hablo, solo estiro mi brazo hasta llegar a la botella con líquido y la llevo a mis labios.
Theo sigue hablando sin darle importancia y agarro un cigarrillo de la mesa dispuesta a fumar.

-Lexi... -la voz de Daphne me hace girarme en su dirección antes de encender el cigarro. Su mirada es como una súplica para que no encienda el objeto, ¿Qué le pasa a esta ahora?

No tardo en fruncir el ceño e ignorarla encendiendo el cigarrillo y llevándolo a mis labios. No sé qué hacer, después de dudar por varios minutos decido acercarme a los hermanos Riddle. Me agarro del brazo de Mattheo y automáticamente él agarra mi cuello y une nuestros labios entre el humo que ambos dejamos salir de nuestras bocas.

-Sois como perros en celo

El comentario de Tom hace que nos separemos, su expresión es algo molesta pero no tanto como la de Mattheo que lo mira con reproche.

-¿Y eso a ti te influye en..?

-En que no quiero verte comiéndole la boca a mí hermano Alexandra -noto como tensa su mandíbula y aprieta sus puños dejando sus nudillos blancos

-A mí me importa una mierda lo que quieras y lo que no Riddle -suelto el comentario cuando pasa por mi lado chocando nuestros hombros con molestia

Se para en seco al escucharme y aunque estoy de espaldas noto como se gira, puedo imaginarme la cara de odio máximo que debe tener.

-¿Qué has dicho? -la pregunta es más para ver si soy lo suficiente valiente para repetírselo, pero en su voz se nota el odio máximo que siente en este instante

-Que me importa una mierda lo que tú quieras, Riddle

Noto como se acerca por mi espalda, de nuevo somos el centro de atención entre todos. Cuando está lo suficiente cerca para que sienta su cuerpo a mí espalda un pensamiento intrusivo entre en mi mente. Un presentimiento de lo que va ha hacer hace que agarre mi varita la cual estaba en uno de mis bolsillos y me gire con rapidez quedando cara cara con el idiota.

Cómo si estuviera dentro de su mente está haciendo exactamente lo que pensé. Su varita en alto apunta directamente a mí garganta y viceversa, su dientes están apretados y de la fuerza con la que agarra la varita sus nudillos están blancos.
Me mira con odio, asco e incluso dolor, soy yo quien tiene que estar enojada, yo no hice nada. Él casi me mata a mí y a mi familia.

-Supongo que es el momento. O me matas tú o te mato yo... -mi susurro solo hace que suelte una risa molesta y apriete el instrumento en mi garganta aún más

Sonrió con algo de sadismo, ¿este sería mi final? No pensaba dejarme matar tan fácil si es lo que piensa, tampoco le tengo miedo, a él se le ve venir. No es como Mattheo, a Tom se le notan las intenciones desde un inicio. O al menos el conocerlo bien juega en mi favor.

-¡Ey, que hacéis?! ¡¿Sois idiotas o qué?! -todos se levantan y se acercan sabiendo que somos capaces de hacerlo

Theo se acerca a nosotros cuidadosamente con las manos en alto, ninguno de los dos se mueve, ambos estamos pendientes a cada movimiento del otro para actuar.
Sin darnos tiempo a reaccionar Theo nos quita las varitas y Mattheo me jala de la cintura bruscamente apartandome del azabache.

-¡¿En que mierda pensais?! ¡Os podíais haber matado imbéciles retrasados! -Mattheo no me suelta y Blaise agarra a Tom de los hombros

No separamos al mirada, estoy como ausente. Cómo si realmente quisiera matarlo, ver frente a mis ojos como su vida se va apagando.

Mierda, estoy volviéndome loca...

›·★|★·‹

Estoy en la habitación, miro el reloj y sus agujas me dejan saber que hora es: 02:58 am. Me encuentro mal, bastante mal. Cuando peor lo paso es en la noche, las náuseas me atacan y no puedo dormir bien, pero después de casi dos meses ya estoy medio acostumbrada.

Una arcada me viene y no puedo evitar levantarme rápidamente de la cama y correr hacia el baño. En la taza de váter comienzo a dejar el malestar salir, no me preocupo por nada más que soltarlo todo.

Enserio odio la sensación cuando vomito.

Noto a alguien entrar, no me fijo en quien es y sigo ahí sin levantar la mirada. Agarra mi cabello en una especie de cola formada por sus manos y se pone de rodillas junto a mí.
La cara de asco de Daphne no me extraña pero aún así no se va y se pasa los siguientes 20 min ahí conmigo. Medio dormida pero ahí.

Al terminar me ayuda a ponerme en pie y me lavo la boca repetidas veces con agua ante el repugnante sabor que tengo en la garganta.
Cuando estoy lista para salir ella me detiene y cierra la puerta del baño.
La miro con confusión y ella suspira antes de hablar.

-Lexi esto ya no es normal... -comienza a decir mientras saca algo del bolsillo de su pijama- Compré esto en el mundo muggle, haztelo

Me extiende una cajita con una tira blanca, frunzo en ceño sin saber que es y cuando me pongo a leer las instrucciones suelto el objeto en el lavabo inmediatamente.

-No -mi respuesta es clara y concisa

-Ambas sabemos que tú también lo has estado pensando. Por favor, nos quitamos la duda -insiste la rubia agarrando la caja y extendiéndomela de nuevo

-No estoy embarazada Daphne, no me voy ha hacer un puto test

-Si no lo estás no tienes nada que tener. Venga Alexa ambas sabemos que es una posibilidad, ambas lo sabemos...

Con la mano temblorosa agarro el objeto y lo miro con miedo. Porque si, desde que empecé a sentirme mal en mi cabeza reina el pensamiento de que puedo estar embarazada. Lo abro y al tenerlo en mis manos no se qué hacer o como utilizarlo.

-Tienes que hacer pipi ahí -la rubia me explica y aunque lo quiere ocultar también está nerviosa

Me acerca un vaso de vidrio y me siento en el váter. No tengo ganas pero después de unos minutos consigo llenar el recipiente. Al tenerlo Daph sumerge la punta de la tira en el líquido y lo coloca de nuevo en el lavabo.
Ambas lo miramos con nerviosismo, en algún momento ambas nos hemos abrazado y ahora estamos así esperando el resultado.

Rezo a lo que tenga que rezar para que de negativo. Yo no puedo estar embarazada, es imposible...

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MI PERDICIÓN || MATTHEO RIDDLE Where stories live. Discover now